Te extraño

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No puedes creer lo mucho que te extraño. Cada noche me cuesta más y más conciliar el sueño, llega lento y con él llegan los sueño, sueños en donde estas tú y tu sonrisa más reparadora, estas saludándome o abrazándome, tal vez viendo una película o sólo me tomas del rostro y me besas. Despierto y tú no estas aquí.

  Me duele aceptar que llegó el final de todo, me duele recordar que antes eras mi mayor tesoro, mi cómplice, mi compañero, mi amuleto de la suerte, mi maquina de risas, mi baúl de recuerdos, mi caja de secretos, eras mi todo; me duele saber que sonreirás en poco tiempo y yo sólo fingiré que lo hago, me duele alejarme de ti sabiendo que eso es lo correcto; me duele darme cuenta que lejos nos hacemos menos daño, y que la distancia al fin pudo romper lo inquebrantable; me duele pensar en lo que pudo ser y no será jamás igual; me duele escuchar esas canciones que eran sólo nuestras, y los tantos grupos que me mostraste, en los que me enseñaste parte de ti. Hoy no tengo nada; nada de lo que era antes tiene sentido ahora.

  Me siento sola sin tus palabras, sin tus alagos, sin tus risas, sin tus bromas, sin los besos tiernos o salvajes que me dabas; estoy tan vacía sin tu presencia, me haces tanta falta. Nada es lo suficientemente grande para cubrir el hueco que has dejado en mi corazón, porque ese lugar tan inmenso tiene grabado tu nombre en letras mayúsculas.

  Ya no estas para contarte mis sueños, en donde estabas tú; o reírme a carcajadas por las pequeñas aventuras que me pasaban en el día; o que rieras junto a mi por una película o algo que pasara en alguna tienda de ropa que fuera ridículo; o escuchar musica acostados al pie de aquel árbol que nos ha cobijado con su sombra, sólo tomándonos de la mano; o que me escucharas llorar por las peores pesadillas en donde te perdía, esa es realidad.

  Dime, ¿ahora quién va a salir conmigo a cada fiesta? ¿quién va a bailar conmigo hasta el amanecer? ¿quién va a disfrutar el amanecer y el atardecer con una bolsa de palomitas entre los dos? ¿quién esperará impaciente mis días libres para salir a caminar y comer un helado? ¿quién me va a chantajear para que compremos pizza o vayamos al cine? ¿quién me verá con esa ternura, amor y deseo infinito que tienes sólo tú en tus ojos?

  Créeme, es difícil decirte adiós, pero sé que eso era lo correcto. Estábamos confundiendo los sentimientos, exageramos muchas cosas, hubo malos entendidos, había a veces silencios eternos; no fue un error estar juntos, y tampoco es un error alejarnos; si el destino nos quiere juntos, te encontraré en mi camino, habrá un saludo y un nuevo inicio. Sé que no es fácil acertarlo, pero debemos hacerlo; aunque quisiera saber el hechizo que hiciste para quedarte en lo profundo de mi alma y cómo revertirlo para no sufrir tanto.

  Me duele, pero debo afrontarlo; si estoy sufriendo, es porque yo te dije "adiós". Lo siento, pero es justo para ambos, no era nuestro momento. No hay rencor, no hay arrepentimiento, sólo hay amor, recuerdos, pasión, secretos y dolor. Sólo te pido, que cuando seas plenamente feliz, te acuerdes de mi, y nunca olvides que te extraño y que nunca me perdiste del todo como tú piensas; siempre estaré ahí para ti, por ti, contigo hasta el final, como lo prometí una tarde de cine...

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