ÚNICO

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COMO EL PLACER QUE SIENTO AL TENERLO


Jin


     LAS CALLES DE LA CIUDAD SON LUMINOSAS, por lo que las luces parpadean en distintos colores sobre las sombras. Hay anuncios por doquier, pero mis ojos se fijan en los más despampanantes, en los que suelen llamar la atención de la gente. Es tarde, aunque no demasiado, y los locales que a mí me gustan me incitan a entrar, pues sus luces de neón son atractivas, tienen una combinación entre la adicción y lo prohibido.

Estoy de compras, es el día de abastecerme. Hubiese venido antes, pero, sin motivación, no hubiera tenido mucho sentido. Sin embargo, hoy tengo un incentivo para poder gastar mi dinero en las cosas que me gustan.

Entro a mi tienda de preferencia y la mujer que atiende me sonríe, soy uno de sus clientes más lucrativos, favoritos y habituales. Camino entre las estanterías, las exhibiciones y las fotografías que cuelgan en las paredes, mis ojos recorren las imágenes, las figuras en desnudez, y me parece que todo es una completa artesanía, una obra de arte. La luz tenue hace que el sitio se aprecie de una mejor manera, pues es artístico, romántico y erótico, justo lo que atrae a los curiosos y compradores.

Tengo en mente las cosas que requiero: cuerda, una fusta y un plug anal. Todo lo demás está en mi habitación, esperando a que los use. Aunque, estoy seguro de que me llevaré algo más, siempre se me pega un juguete nuevo. Hoy quiero consentirme, porque no todos los días tengo una oportunidad como esta, una como castigar.

Desde luego, muchas cosas me atraen. Veo máscaras, esposas, mordazas. Todo cuero, todo negro. Mis ojos brillan, tendría que probar algún día algo como eso, pero en esta ocasión quiero deleitarme tanto como pueda, alargar su placer y claramente el mío, sin causarle daño en demasía. Entonces, después de tanto pensar, termino por llevar, como extra, unas plumas y antifaz.

—Que disfrute su noche... y sus compras —me dice la mujer vestida de elegante corsé y labios tintados en rosa. Agradezco después de tomar mis nuevos juguetes.

Claro que los disfrutaré.

Esta noche será larga, pero ya quiero que comience. Llevo toda la jodida tarde pensando en esto, en cómo usar lo que tengo y lo que quiero; mis manos están ansiosas, mi corazón se siente agitado, y no logro juntar la paciencia que requiero para llegar rápidamente a casa. Necesito contenerme.

Cuando regreso el tiempo unas horas antes, la curva de mis labios se desvanece.

Siempre he sido una persona celosa, quizá, hasta algo posesiva.

Pero, Taehyung lo sabe.

Mi pequeño cachorrito está consciente de ello y, aun así, es osado, valiente, lo suficiente como para provocarme. ¡Oh!, que Dios lo ayude, porque no tengo planeado soltarlo esta noche. Tengo que hacerle entender la razón por la cual no es bueno desobedecerme. Necesito que comprenda las consecuencias que ocurren al no saber comportarse.


     CUANDO LLEGO A MI DEPARTAMENTO me detengo en la puerta, no la abro, me concentro en el ruido que viene de adentro. Claramente la televisión está encendida, puede que hasta reconozca el programa que está transmitiendo. Esto sólo me da a entender dos cosas: una, Taehyung está en casa. Dos, no ha hecho –de nuevo– lo que le he pedido.

Sonrío antes de ingresar el código para poder entrar, todo lo que está ocurriendo me hace un poco de gracia. Temprano por la mañana, yo estaba en un completo lío, y ahora, esas circunstancias me han dirigido exactamente hasta este punto, al hecho de que, sin duda, seré quien disfrutará de las consecuencias. Un resultado exquisito y perfecto.

BONDAGE 》JINTAEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora