Conquistando al chico de mis sueños © |COMPLETA|

7.

—Tu amiga Abby tiene mucho genio, ¿no? —dice Wade mientras le acompaño hasta el coche.

Se ha hecho de noche demasiado rápido.

—Siento que no haya salido bien lo de hoy.

—¿El plan con Harper?

Le mando callar y le empujo para que camine más rápido.

—No lo digas tan alto.

Él suelta una carcajada.

—Me lo he pasado bien —añade apoyándose en la puerta del coche cuando llegamos.

—¿En serio? —contesto extrañada.

Me pregunto qué le habrá gustado más, si el interrogatorio de mi madre, los chistes del padre de Abby o el juego con Jude.

—Deberías reír más, estás muy guapa cuando lo haces.

Nada más decir eso se mete en el coche.

—Deja los falsos cumplidos para cuando haya gente delante —respondo y, aunque tiene las ventanillas subidas, sé que me ha escuchado porque me ha guiñado un ojo.

No me gusta que sea simpático conmigo. Ni quiero ni debemos llevarnos bien, solo fingir que lo hacemos cuando estemos con el resto.

Después de tres semanas, esperaba que hubiésemos avanzado algo. Tenía la esperanza de que fuera algo sencillo, pero parece que estamos estancados. Sé que él no se va a rendir y mucho menos va a dejar que yo lo haga, tenemos un trato que cumplir.

❤❤❤❤❤

Hoy Wade no puede ir a buscarme con el coche. Ya me he acostumbrado, por raro que parezca, pero no me queda más remedio que coger la bicicleta. Pedaleo con fuerza por la calle principal, el camino más directo, y cuando paso por un local de comida rápida me doy cuenta de que su coche está aparcado justo en la puerta. Qué extraño. Reduzco la velocidad y me detengo detrás de otro coche. Entonces los veo. Wade está sonriendo. Tiene un refresco en la mano y parece divertido. Justo en frente de él está Harper. ¿Qué hacen juntos?

El coche tras el que estoy me pita para que me mueva. Genial, seguro que me ha visto por la ventana. Me marcho rápidamente sin comprobar si me han visto y llego al instituto en un tiempo récord.

No entiendo qué hace con ella. Quizá ya se ha dado cuenta ella de que le quiere y vuelven a estar juntos, pero ¿eso quiere decir que ya no voy a estar con Wade? ¿Y dónde queda nuestro trato? Ni siquiera ha sido capaz de ayudarme en nada con Jude.

Con la intención de olvidar lo que ha pasado, intento seguir el día con normalidad. Durante el almuerzo Abby me cuenta que va a ir a un concierto este viernes y, cuando salgo del instituto, voy directa a casa sin esperar a nadie. No he visto a Wade en todo el día.

—Dani, ¿quieres que juguemos? —pregunto a mi hermana mientras me acerco a su cuna. Está jugando con un peluche en forma de tortuga y una jirafa.

Al verme, me lanza el muñeco. Supongo que es su forma de decirme que sí, así que la saco de su cuna y me la llevo a la zona de juegos del salón. Desde que supimos que mi madre estaba embarazada, la casa se convirtió en un vertedero de muñecos, ropa y biberones. Allá donde vamos tiene un entretenimiento. Por lo menos no es de esos bebés que lloran todo el rato.