Los padres de America llegaron, su madre se acerco a la camilla y tomo entre sus manos la de su hija. El padre, como cualquier otro empezó a hacer preguntas.
- ¿Explícanos que fue lo que paso Abraham?- Decía mientras trataba de no alterarse- no pudiste evitar que lastimaran a mi hija...
El hombre fue interrumpido, Gabriel se levanto frente a el dandole una mirada retadora. Gabriel era mucho masa alto y eso ayudaba mas a intimidarlo.
-Aunque usted hubiera estado presente su hija estaría en un camilla, el chico hizo todo lo posible por protegerla.
El padre no dijo nada, mantenía la cabeza arriba para ver a Gabriel, el cual solo tenia que ver hacía abajo para mirarlo como si se fuera a revisar los zapatos. Procedió a explicarle la situación:
-Abraham me llamo para que los recogiera en mi camioneta y de camino dos hombres trataron de robar sus pertenencias, el chico siempre estuvo protegiendo a America. Pude ver lo que pasaba desde lejos así que me apure, mientras Abraham contendía con uno el otro golpeo a su hija; tal ves para hacerlo parecer mas personal ya que no veían que los chicos cedieran sus cosas y finalmente yo me encargue de uno y Abraham del otro.
Abraham le disparo a Gabriel una mirada discreta pero confundida, cambio por completo la situación pero lo entendió al poco rato de recordar que un dullahan los había atacado. Si hubiera contado la verdad el padre se hubiera molestado mas de lo que estaba, pensando en que trataban de hacer algún tipo de broma.
Los únicos en quedarse en la sala de hospital eran los padres de America, esperando noticias de la doctora, la cual era Lucrecia. Gabriel la intercepto antes de llegar a la sala tomándola del hombro delicadamente mientras le susurraba en el oido.
-No dejes que nadie pase a verla, solo sus padres y nosotros- veía directamente a los ojos a Lucrecia, sus ojos proyectaban alerta- algo sospechoso y me llamas sin dudar, confío en tu instinto querida amiga.
-¿Crees que alguien intente terminar el trabajo?
-Claro, sabes como trabajan estos malditos sin cabeza, son contratados por que rara ves se fallan. Este lo va tomar personal conmigo, le quite su recompensa de las manos.
Abraham, le dio un beso a America en la mejilla.Se retiro junto con su madre y Gabriel.
Gabriel los acompaño a casa, entraron y hubo un silencio incomodo, de esos que son la llegada de una platica importante. Se sentaron en el comedor, la madre empezó la inevitable charla.
-Se a donde vas a llegar Gabriel, ya tuvimos esta conversación unimérables veces y todas terminaron en que mi veredicto fue un rotundo no, esta ves no será diferente.
-No Frida, claro que esta ves ser diferente.
Abraham no entendia absolutamente nada.
¿De que hablan?
Frida, ya no podía quedarse callada.
-Muy bien hijo, ¿quieres la verdad? muy bien, la tendrás. Me imagino que Gabriel ya intento reclutarte; pues tambien se lo propuso a tu hermana y hermano pero yo no podía permitir que mis hijos estuvieran muy lejos de casa y que se enfrentaran a peligros o que tuvieran un destino inenarrable y esta ves será igual- veía a Gabriel molesta, como si fuera un insulto que le diera de nuevo tal propuesta- mi respuesta es no.
-No me das otra opción Frida- decía Gabriel mientras volteaba la cabeza de lado a lado- Abraham quítate la camisa, enséñale a tu madre las heridas de los brazos, las que te hizo la sombra.
El chico obedeció, dio a relucir las cicatrices de sus brazos. Parecían quemaduras por hielo en forma de largos y finos dedos que terminaban en punta.
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Legion de Guivernos.
FantasyLas criaturas de la noche siempre están al acecho buscando nuestras debilidades, nuestros puntos ciegos, arrastrarte a las profundidades para que grites y supliques por tu vida ,pero habrá alguien que salga de las profundidades donde habitan estas c...