Delfina's POV.
El sofá de la sala de espera era demasiado incómodo y como si fuera poco, Pedro se había quedado dormido aprovechándose de la gran parte del mismo.
Suspiré preocupada ya que Luna no salía de la habitación de Matteo, y si me movía para ir a buscarla seguro Pedro se despertaba. Justo en ese momento, alguien apareció en la sala de espera.
-Delfi, ¿Cómo estás?- Era Sebastián, el hermano de Yamila. Lo mire sorprendida y noté que él miraba un costado de mi cara, haciéndome recordar que me había quedado un rasguño.
-Sebastián...-Murmure sin saber qué decirle, ¿cómo sabía que estábamos acá?
-Lamento si te moleste, estoy acá por otro motivo y caminando por los pasillos te vi, así que me acerqué a ver qué había pasado.- Me dijo y realmente no podía creerle.
-¿Otro motivo? ¿Tus padres están bien?- Pregunté confusa, intentando que hablara más.
-Sí, sí.- Me respondió rápidamente rascándose la nuca, claramente no le creía nada.- ¿Vos estas bien? ¿Qué pasó?- Me preguntó en seguida e intente pensar algo rápido.
-Yo sí, estoy bien. Tuvimos un pequeño accidente y estamos acá por un control nomas.- Le respondí segura, esperando que me crea.
-Bien, vamos a jugar un juego. Yo hago de cuenta que te creí y vos me decís donde está mi hermana.- Me dijo en un tono amenazante y crucé mis dedos mentalmente para que Pedro se despertara.
-¿Vos te volviste loco? Si yo supiera dónde está tu hermana ya lo habría dicho, Sebastián.- Le respondí enojada y recién ahí Pedro comenzó a moverse, despertándose sin entender que pasaba.- No tengo ganas de ir presa de nuevo, y refugiar un prófugo es un delito. Así que si supiera, estarían todos enterados.- Finalice enojada y él parecía sorprendido.
-Mierda, Delfina. Mierda.- Gritó Sebastián y golpeó una pared. En ese instante Pedro se paró y por inercia, hice lo mismo.
-Ya te podes ir, Sánchez.- Le dijo Pedro mirándolo enojado.
-Bueno, se despertó el bello durmiente para defender a su noviecita.- Le respondió Sebastián en tono de burla.
-Mira, idiota. Yo me sé defender sola.- Esta vez hable yo, en un tono enojado. Noté que Pedro me miraba con una sonrisa y que Sebastián rotaba su mirada entre mi rostro y el de Pedro.
-¿Vos no entendes cuando se te habla? Andate, Sebastián.- Volvió a repetir Pedro y noté que Sebastián apretaba su mandíbula, intentando controlarse.
Después de unos segundos se giró y se fue, dejándonos solos nuevamente en la sala de espera. En mi cabeza rondaban un millón de preguntas, y obvio la que predominaba era si Sebastián tendría algo que ver con A.
-¿Todo bien, preciosa?- La voz de Pedro me saco de mis pensamientos, sentí su mano acariciando mi pelo y sonreí.
-Estaba pensando en lo raro que fue todo esto.- Le admití un poco apenada y el dejó un corto beso en mis labios.
-No veo la hora de que todo esto termine y seas feliz.- Me dijo y sonreí, él no sabía que yo simplemente estando con él ya era feliz.
La noche había pasado por completo, eran las ocho de la mañana y yo sólo quería mi cama. Bufé enojada porque ya no encontraba una posición cómoda en el sillón y recordé qué tal vez Simón y Ámbar podían venir a quedarse con Luna, que aún dormía en la silla que había al lado de la cama de Matteo. Tomé mi celular y no dudé en marcar el número de Ámbar.
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«Liars»
Fiksi PenggemarEsta historia sigue la vida de Nina Simonetti, Ambar Smith, Delfina Alzamendi y Luna Valente. Cuatro chicas cuyo grupo de amigas se rompe tras la desaparición de la principal del grupo: Yamila Sanchez. Un tiempo más tarde de la desaparición, las cua...