♥ Latín Hetalia: Evento ♥

23: Flor nacional.

Día 23: Flor Nacional.

— Martín Hernández 🇦🇷

#EventoPromptaton

Disclaimer: Los personajes no me pertenecer. Todos los personajes son propiedad de sus correspondientes creadores. yo solo los pido prestados para traerles esta historia.

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Personajes: Nombre–País 🚩

•Martin Hernández: Argentina./• Luciano da Silva:Brasil

Iguazú: Cataratas del Iguazú./• Agustina: Hija menor de la pareja.

Manuel González: Chile./• Julio Paz: Bolivia.

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La flor nacional de Argentina es el ceibo, cuyo nombre científico es Erythrina crista-galli. El 23 de diciembre de 1942  mediante el decreto 138474 del Poder ejecutivo fue declarada como tal por Argentina. Al ceibo también se lo conoce por los nombres de seibo, seíbo, gallito o bucaré.

› Cuento.

El joven padre se encontraba con sus dos hijos, desde que su otro padre /Lucian había fallecido le había costado llevar adelante su trabajo como Padre soltero, era algo inevitable después de todo se fue acostumbrando a la presencia del brasileño  en todos lados mientras platicaba o jugaban con el pequeño Iguazú, y que con los años que llevaban en conjunto viviendo como pareja casada de un día para otro, por culpa de una enfermedad /maldita/ se quedará sin el hombre que tanto amó y quiso por más de 10 diez años,  era algo... Cruel.

Ahora su vida se resumía a: Ir a buscar los chicos en el jardín y escuela, llegar temprano a la escuela, cuidar de los animales que tenían en la casa y de las platas que albergaban en el /tremendo/ patio que tenían, mientras intentaba que sus siguientes proyectos de moda fueran igual de exitosos que los anteriores que había logrado. Era un trabajo bastante complicado, y sino fuera por la ayuda de sus amigos e familiares no lo hubiera podido lograr cada día, después de todo había días en qué debía quedarse hasta tarde trabajando en la compañía; Iguazú y Agustina debían quedarse con sus tíos Manual y Julio y primos fraternales de la pareja ya mencionada antes. Pero, amaba los días que estaban solos ellos 3 tres tranquilos y disfrutando de momento en familia.

La pequeña Agustina era el vivo vivo reflejo de él, hablaba hasta por los codos con sus tan solo 3 años, nadie podía parar la cuando comenzaba a hablar con alguien o sobre algo, su piel era de un color blanco no tan claro por lo que siempre le recordaba que ella había salido más al rubió que a su otro padre y Iguazú con sus 6 años era todo un prodigio en la escuela, no era ni tan morocho ni muy blanco; era la perfecta combinación de ambos padres, cada vez que hablaba mencionaba algunas palabras en portugués que él no sabía entender de dónde las aprendió, aunque tenía la leve sospecha de que recordaba al brasileño y las veces que le habló en su niñez.

A veces no podía evitar mirar por la ventana e imaginarse todo aquellos momentos que había pasado con su pareja. A pesar que con los 3 años se hubiera puesto firme en seguir con su vida, con sus niños, todavía sentía que la llama ardía como la primera vez.

Aún seguía amando y añorando a Luciano...

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– ¡Chicos, Papá está en casa!– Grita mientras entraba por la puerta con su traje de moda algo más suelto y una cara de cansancio total.

– ¡Papi! ¡Papa!– Llegan los dos menores corriendo con mucha velocidad mientras el más grande se lanzaba a los brazos de su padre con bastante emoción.