"1917, 13 de diciembre..
Me encontraba agachado contra una pared sucia y rota de lo que supongo era una casa. Tenía el arma presionada contra mi pecho, que él mismo subía y bajaba de la respiración tan pesada que tenía, mi corazón palpitaba tan fuertemente que creía que en cualquier momento se pararía, y todo esto me lo producía el miedo. Miedo de que en cualquier momento morirá y no volvería a ver a mi familia, por la cual estaba aquí. Y se escuchó un estruendo... ese estruendo que me ha estado dando pesadillas los últimos años. Cuando por un acto de valentía decido asomarme a través de los escombros, lo único que veo es a mis compañeros gritando de dolor por sus heridas llenas de sangre, disparos de parte del enemigo y a otros sólo queriendo desaparecer de esta situación, escondidos en más escombros como lo estaba yo. Cerré los ojos asustado y me agaché de nuevo, en el momento que decidí abrirlos, me vi en en el reflejo de lo que parecía a ser una ventana rota. Mi uniforme de combate estaba rasgado por todos lados, mi nombre el cual estaba escrito ya casi no era visible, y lo que más me sorprendió fue mi rostro, no por lo sucio y lleno de heridas, si no que claramente podía ver el temor que sentía. Los disparos aumentaban "¿Cuando acabara todo esto?" no sabía qué hacer, no quería estar aquí, mire por última vez el cielo, de repente algo metálico se apoyó en mi cabeza, estaba caliente, sabía que que era, y aún sin querer cerrar los ojos seguí viendo el cielo y si.. desgraciadamente por última vez."
Me levante alarmada, sentía como si el corazón se me saldría del pecho y no diera espacio para que mis pulmones dejaran de hacer fuerza por respirar. Me lleve la mano al pecho tratando de calmarme, pero sentía que era imposible, que no pararía. Estaba temblando, no sé si era por que tenía frío o era por la pesadilla que aún pasaba por mi mente, repitiéndose una y otra vez sin dejarme tranquila.
-Pobre muchacho- susurre. Cuando me di cuenta, sentí como una gota corría por mi frente, estaba sudando, nunca ningún sueño me había afectado así.
Y como si me hubieran dado un sedante, volví a dormirme.
...
-¡Es que era muy real Abril!- le repetí a mi mejor amiga mientras caminábamos en los pasillos del liceo.
-Es que no tiene sentido, ¿como sabías que era el y ser tú al mismo tiempo?- me pregunto curiosa.
-Los sueños no tienen sentido la mayoría de las veces- me encogí de brazos y llegamos a la cantina.
-Es verdad, aun así creo que la película que vimos en historia de la Primera Guerra Mundial te afectó demasiado- dijo abril.
...
" 2018, 1 de marzo.
Tosí por tercera vez en quince minutos. Sentía la garganta seca, no había tomado agua en dos días. Mi estómago daba aviso de que tenía hambre, y como no, si no había comido nada en cinco días, mis energías no daban para más, apenas podía seguir respirando y abrir los ojos para dar aviso de que increíblemente seguía con vida. Aunque yo me encontraba de esta manera, mi hermano no estaba mejor que yo. Se notaba desde una gran distancia, las costillas y mayoría de los huesos. Su desnutrición me partía el alma, y si tuviera agua o comida, no dudaría en dársela toda a él. Éramos él y yo contra esta guerra. Diría mundo, pero creo que Siria es la noticia del momento. Un recuerdo de mi familia vino a mi mente, cenando, con mi madre, mi padre, Khaled y yo. Pero de repente entran esos hombres, matando a mi madre y llevándonos a los tres a un lugar oscuro. Lo último que recuerdo es estar aquí. En un lugar abandonado, medio destruido y sucio. El prometió volver, prometió venir y que nunca más nos separaríamos... en realidad, tenía en mente de que él ya estaba muerto pero nunca deje que Khaled perdiera la esperanza. Y cuando creí que en ese momento moriría, lo vi. Estaba parado a unos 10 metros de la puerta. Traía 2 bidones de agua, creo que jamás me sentí tan feliz."
-¡Mohamed! ¡Es papá! ¡Es papá!- gritó emocionado y aún así se notaba lo quebrada que estaba su voz.
-Lo se- dije sin energía. Nos paramos y empezamos a caminar hasta el. Khaled se echó a correr y mis fuerzas no me dejaban ir más rápido de lo que quería.
Y aunque parecía que todo iba a estar bien, que no nos separaríamos nunca. Lo oí. Era imposible no escucharlo.
Un avión del ejército.
-No- susurre- ¡KHALED!- grité-¡KHALED!- Volví a gritar, lo hice una y otra vez.
Me eche a correr como pude. Y cuando escuche cómo la muerte caía en picada hacia nosotros. Me lancé a el. "¿Cuando acabará todo esto?" Me pregunte. Por última vez.
Volví a levantarme y sentía los ojos llorosos. Todo en mí estaba temblando. La piel la sentía como de gallina. Sin poder evitarlo solté un sollozo. Levante mi celular para fijarme la hora y eran las dos de la mañana. No se por qué pero algo me llevo a ver la foto de mi hermano y yo. Sentí miedo, miedo de perderlo. Aún pasa en mi mente el chico arrojándose para salvar a su hermano aún siendo inevitable que la muerte los alcanzará de todas formas. Me gustaría ser igual de valiente que esos chicos. Y como de costumbre de pronto me quede dormida.
****
-Creo que tienes un serio problema- dice abril mientras nos sentábamos en el salón. El profesor de biología seguía pasando la lista y nosotras aprovechábamos el tiempo para hablar.
-Es que, no puedo evitarlo- le digo frustrada, me cubro la cara con las manos- ¿crees que signifique algo?- le pregunto y cuando está por respóndeme, el profesor ya estaba empezando a dar la clase.
...
" 2020, 4 de octubre
Mi respiración estaba ace- acelerada. Me levanto de la cama sin saber qué hacer. Quería llamar a mamá. De pronto, Paz entró en mi cuarto. Se veía muy asustada y alte-alterada, es molesto que ni en mis pensamientos pueda hablar bien.
-Escúchame bien Martín- dice paz agachándose para quedar a mi altura.
-¿Qué está pasando Paz?- le pregunte. Y me miro como si en realidad tuviera la respuesta pero no quisiera decírmela.
-No te voy a mentir, están pasando cosas muy malas- me dice y se muerde el labio, parece como si las palabras se hubieran ahogado en su garganta- Lo único que tienes que saber es que te amo, todos te amamos y nunca pero nunca debes olvidarlo y también de que el mundo no es malo, las personas lo convierten en malo- asiento sin entender demasiado.
-Yo también te amo Paz-sonríe y se le escapa una lágrima, se escucha como están golpeando fuertemente la puerta principal. Y ella salta del miedo al igual que yo.
-Ahora haz lo que yo diga ¿Entendido?- asiento seguro- Ve por la ventana y baja sin que nadie te vea y escóndete. Yo te alcanzaré. Lo prometo.
El ruido de un disparo hace que pegue un grito. Ella me tapa la boca haciendo una mueca de que no haga ruido. Me señala la ventana para que baje por ella y cuando estoy a punto de hacerlo varios hombres con armas entran al cuarto.
-Arrodíllense- dice uno de los hombres con voz profunda- ¡AHORA!- grita pero Paz no lo hace.
-No- dice ella. Y apuntan a su cabeza. Pero giran repentinamente y lo que ocurrió fue en cuestión de segundos. Lo último que vi fue la bala venir tan rápidamente como la velocidad de la Luz llegar hasta mi y la voz quebrada de paz gritar."
-¡NO!- grite. Apenas me desperté. Salí disparada de la cama y fui al cuarto de Martín. Un más joven Martín. Me acerqué a él y le acaricié el pelo. Él se despierta de apoco y me ve confundido.
-¿Qué ocurre paz?- me dice con su voz tan dulce e inocente como ningún niño de 6 años puede tener.
-Nada, olvídalo, creo que te habías caído de la cama joven Martín- le digo y me sonríe.
-¿Joven Martín?- me dice divertido.
-Nada, vuelve a dormir, te quiero- y lo vuelvo a acostar.
Cuando estuve a punto de irme, me apoyé en el umbral de la puerta.
-No lo voy a permitir, haré que el mundo recapacite- dije en voz baja pero segura- Esto... Se acaba acá.
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Esto, se acaba acá
Teen FictionEs una historia corta, sencilla, una historia con dolor y sufrimiento y con un ligero toque de nostalgia.