Luna de Sangre

45 0 0
                                    

Una fría y neblinosa mañana cubría como un velo las calles de la vieja Londres del año 1899, el señor Thomas Williams volvía a su mansión luego de una dura jornada de trabajo. La residencia Williams era por lejos la más elegante y y ostentosa del vecindario, una fachada ricamente decorada, una majestuosa entrada con dos enormes columnas y un camino largo hasta la entrada con enormes puertas de madera.

El señor Williams vivía con su esposa Isabella Williams y sus dos hijos Jhon y Oliver Williams en la cómoda mansión, pese a esto, Thomas se sentía fatigado viviendo en la capital y quería vivir en la lejanía de un frondoso bosque al aire libre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El señor Williams vivía con su esposa Isabella Williams y sus dos hijos Jhon y Oliver Williams en la cómoda mansión, pese a esto, Thomas se sentía fatigado viviendo en la capital y quería vivir en la lejanía de un frondoso bosque al aire libre. Lo consultó con su esposa, ya que no tomaba una decisión que involucrara a la familia sin el consentimiento de su esposa e hijos y llegaron a un acuerdo: harían una prueba para ver como marcharía la vida en el bosque y si no funcionaba volverían a la ciudad.

Con una suma retirada del banco y un poco de trabajo de obreros y jardineros restauraron y compraron una casona en el bosque con dos pisos tres habitaciones enormes, cocina, baños, salón, altillo y sótano.

Luego de la restauración, limpieza y amueblamiento de la casa, se instalaron con los recursos suficientes para abastecerse ahí por un largo tiempo y comenzaron a trabajar, el señor Williams trabajó de leñador y realizaba además, tareas de contabil...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de la restauración, limpieza y amueblamiento de la casa, se instalaron con los recursos suficientes para abastecerse ahí por un largo tiempo y comenzaron a trabajar, el señor Williams trabajó de leñador y realizaba además, tareas de contabilidad, medio por el cuál su familia de la mano del comercio amasó su fortuna. Su esposa se dedicaba a coser, era sastre en una prestigiosa empresa de trajes y vestidos de alta costura y su hijo mayor Jhon ayudaba a su padre con su tarea de leñador. Y el menor, Oliver, se quedaba ayudando a su madre en los quehaceres de la casa. Pero la felicidad duro poco tiempo.

Jhon, como todo adolescente de quince años, no le atraía la profesión de sus padres. Por eso pasaba la mayor parte del tiempo vagabundeando por la casa, buscando algo interesante con que entretenerse. Un día, paseando por la sala, sintió algo cuando pisó la alfombra, la levantó y encontró una puerta, su cerradura estaba sellada con plomo fundido y parecía bastante antigua.

Cabe aclarar que la casa poseía un sótano impecable y ordenado, nunca le dieron a Thomas la información de esa puerta debajo de la alfombra de su sala. Causa por la que quedó estupefacto al recibir la noticia y comprobarlo con sus propios ojos. No perdió un segundo y trajo sus herramientas de su taller de leñador y comenzó a retirar los cerrojos de la puerta y intentar develar el secreto de porque había una puerta sellada sin conocerse y que había allí para ser cerrada. Luego de tres tortuosas horas y varios intentos fallidos, el señor Williams tomó su escopeta y de un tiro voló el cerrojo, seguido de una contundente patada, abrieron la puerta. Allí abajo estaba completamente obscuro.

Luna de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora