Prometo no olvidarte [Vkook]

Prólogo

-Cuando estés listo -me mira expectante.

Suspiro. Se cruza de brazos.

-Es difícil de explicar -comento.

-Tengo todo el día.

-Bien -froto mis manos-. No soy de los que se enamoran, ¿sabe? No soy de los que sonríen, ni mucho menos soy romántico o detallista. Me incomoda mucho estar rodeado de tantas personas. No ha habido persona en la tierra que logre sacarme de mi caparazón. Nunca le he dicho un "te amo" a alguien, y nunca me ha gustado llorar por nadie.

Me mira fijamente y niega con la cabeza.

-Deberías intentar cambiar eso.

-No tengo planeado enamorarme, señor. Mañana comienzo la universidad y no tengo tiempo para cosas banales.

-No me refiero a enamorarte, Taehyung, sino más bien a... soltarte un poco -se pone de pie -¿Algo más que quieras decirme?

-No, le dije que solo venía a pasar el rato.

-Entonces supongo que hemos terminado por hoy -suspira -Creo que es necesario que no te cierres tanto a las personas.

-No cuente con ello.

Salgo de la habitación. Mi madre me obligó a venir al psicólogo porque se preocupa que hasta ahora no haya sentido nada por nadie, piensa que tengo un problema en el cerebro o algo así.

Me siento en la sala de espera y recorro el lugar con la mirada.
Ugh, nunca me han gustado los hospitales.
Paredes blancas, ambiente lúgubre, personas tristes... No, no es lo mío.

Mi mamá aún no sale del ginecólogo, no sé cuánto más debo esperarla. Me estresa estar aquí.

-¿Señor Jeon? -el señor que estaba sentado a mi lado se pone de pie y se acerca.

Jeon, qué apellido tan peculiar.

-Pase, por favor.

Un joven un poco bajo y de cabello oscuro sale del consultorio y le dedica una mirada rápida al señor.

-No te preocupes, papá. Está todo bien -sonríe.

El señor entra con el doctor y cierran la puerta. El joven se sienta a mi lado y cubre su rostro con las manos, apoyando sus codos en sus piernas. Miro para otro lado y cruzo los brazos.
Permanezco en silencio recorriendo con los ojos a las personas que están por ahí. Escucho que el joven que está a mi lado suspira, pero lo ignoro.

A los pocos minutos, el señor sale del consultorio con unos papeles. Lo miro, se le ve bastante decaído, pero sonríe al ver a su hijo. Volteo a ver al chico que tengo al lado. Me mira por unos segundos, clavando sus grandes ojos en mí.

-Jungkook -el señor interrumpe nuestras miradas -es hora de irnos.

-Sí -lo mira y sonríe.

El joven se pone de pie y se aleja con su padre. Antes de voltear en la esquina, me mira y sonríe. Nunca nadie me ha sonreído así. Me enerva mucho.