JiCheol ♡ Pure love.

Capítulo 35

Hace más de un año no visitaba la casa de sus padres, al comienzo mantuvo contacto con su mamá pero con tanto trabajo ya no podía contestarle las llamadas.

Y ahora JiHoon estaba con los nervios a tope al estar frente a la casa donde creció pero un abrazo cálido lo recibió como si nunca hubiese dejado de ir, ese calor maternal y el aroma de su hogar lo hizo regresar al pasado.

Hasta ese momento no se había dado cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo, las arrugas en los ojos de su padre y la sonrisa cansada de su madre, le recordó que no siempre los tendría en el mundo, que debía disfrutarlos más.

El dinero puede comprar muchas cosas pero si en algún momento ellos llegan a faltarle, por más millones que tuviera en su cuenta bancaria, nada los regresaría.

Su familia supo acerca de la ruptura de la pareja, fueron los primeros en enterarse junto a los padres del mayor, quienes por vivir en la casa que estaba a un lado SeungCheol siempre los visitó, se aseguró de que estuviesen bien y que nada les faltara.

No era algo de lo que JiHoon pudiese enorgullecerse pero no era tarde para corregir los errores que cometió.

A pesar de todo, los padres del menor jamás podrían cerrarle los brazos a JiHoon, era su hijo, ellos habían hecho la tarea de criarlo y entregarle todo lo que pudieron, quizás no fue mucho en lo material pero sí le entregaron valores y principios que conservaría por el resto de su vida, era una persona buena y estaban orgullosos de él.

Cerca de dos horas después, JiHoon les comentó a sus padres que cuando SeungCheol saliera del trabajo iría a la casa junto a Sammy.

Les explicó que habían regresado hace un mes pero para los mayores no fue una sorpresiva noticia, ya que sabían que en algún momento de la vida sus caminos volverían a cruzarse.

Los señores Lee habían visto a SeungCheol cada mes y veían a su hijo por televisión, en entrevistas o comerciales pero verlos juntos era completamente diferente, se complementaban de una manera increíble, era como si pudiesen leer la mente del otro y anticipar sus movimientos, sus miradas tenían una conexión especial que solo ellos entendían.

Su propio código.

Sammy se volvió el centro de atención y con una sola visita se hizo el mejor amigo del señor Lee, también del señor Choi cuando visitaron la casa de los padres de SeungCheol.

Había sido un día precioso, lleno de recuerdos y de calor familiar.

Subieron a Sammy al automóvil quien ya estaba durmiendo por haber jugado todo el día, JiHoon cerró la puerta y vio a SeungCheol sentarse junto a él, lo miró con una sonrisa.

—¿Qué hice? —Colocó la llave pero no echó a andar el motor.

—Nada —Contestó JiHoon divertido —Me gustó mucho venir aquí.

—¿Sí?

—Sí, me hizo reafirmar la decisión de querer formar algo como lo que tienen mis padres y los tuyos —Miró hacia adelante, buscando el cinturón de seguridad para cruzarlo en él —Una familia.

—¿Me estás pidiendo que me case contigo? —Se hizo el sorprendido llevando las manos hacia su boca.

—No —Soltó una risita cuando cruzaron miradas —No necesariamente nos debemos casar para estar juntos.

—Pero para adoptar a un niño debemos estarlo.

—¿Esa es tu excusa para casarte conmigo? —Arqueó una ceja —Espera, ¿Me estás pidiendo matrimonio?

—No —Ahora fue SeungCheol quien rió —Yo ya te lo pedí una vez y no resultó como quería.

—Bien —Se cruzó de brazos y ambos miraron hacia adelante —Entonces no nos casaremos.

—¿Y cómo adoptaremos? —Preguntó SeungCheol con voz seria pero infantil.

—¿Acaso quieres adoptar mañana mismo?

—¿Por qué no? —Giró la cabeza para mirar a JiHoon, el modelo bajó los brazos y separó levemente sus labios —Pero adoptaré como padre soltero porque no estoy casado aun.

—Entonces yo también adoptaré como padre soltero.

—No puedes hacerlo.

—¡Tú tampoco! —JiHoon elevó la voz.

—¡No grites porque despertarás a mi Sammy!

—¿Perdón? —JiHoon abrió los ojos más de lo normal —¿Tú Sammy?

—Sí, es mi perro —SeungCheol infló el pecho con orgullo —¡Me lo regalaron!

—¡Yo no lo regalé! —Exclamó enojado pero sabía que SeungCheol no hablaba en serio —¡Debía buscarle un hogar!

—Bien, está en mi hogar, en mi departamento, es mío.

—¡No puede ser sólo tuyo!

—¡Entonces cásate conmigo! —Gritó frunciendo el ceño, los dos relajaron sus rostros y estallaron a carcajadas dentro del auto.