JUEGO TÓXICO | kookmin.

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Su mano temblorosa logró cortar la llamada, había sido una ardua tarea, pero logró tragar y armarse de fuerzas para guardar su teléfono y reposar su perdida vista en el volante.

Yoongi había escuchado, probablemente, la conversación más escabrosa de toda su vida. Y, en serio, ya había escuchado muchas -venía de origines de clases no muy altas, de hecho. Pero ninguna se comparaba con oír amenazas tan libres hacia un ser tan vulnerable, y a la vez, tan idiota.

Jimin, por qué lo permites...

De repente, todos sus problemas se apaciguaron, dejaron de existir en su cabeza. Lo único que realmente yacía en su consciencia era el hecho de que la vida de Jimin peligraba, y era peor de lo que se había imaginado.

Pensó, ¿Sería buena idea hablarlo con alguien? Sabía que Jimin tenía un hermano, pero desconocía su nombre y por ende su número. Estaba Seokjin, pero aquel hombre de por sí era vulnerable con Jungkook, no sería de buena ayuda. Hoseok estaba viviendo un infierno propio, y Namjoon no estaba en buenos terminos con Jimin.

En definitiva, estaba solo en esto. Pero no le sorprendía, Yoongi siempre había sido un lobo solitario en esas situaciones. Solo dos veces había sido abierto con alguien en sus momentos de dificultades, y eso había sido con su hermano y... Jimin.

¿Por qué se sentía tan cómodo con el dulce rubio? Cualquiera diría que se sentía atraído hacia él. Pero era, quizás, más que eso. Solo había sentido ese aprecio platónico hacia alguien, y ese alguien había sido su hermano.

Hermano.

Jimin no acabaría igual. De eso estaba seguro.

[...]

"¿Jimin?" Jungkook preguntó. Habían pasado un par de horas tras su discusión, ya era tarde, pero no podía dormir. Solo de había lanzado a la cama a llorar en paz y sin rastro de poder obtener su teléfono. "¿Qué haces despierto?"

"Dejame solo... Por favor, quiero estar solo," balbuceó con sus ojos fuertemente cerrados, sus manos hechas puños al apretar la tela blanca que sobraba de la almohada. "Tienes llamadas perdidas de tu hermano, ten," Jungkook le lanzó el teléfono, el cual cayó sobre la cama, rebotando un poco.

¿Acaso se trataba de un juego? Quizás, Jungkook quería jugar cruelmente con él, porque Jimin no recibía llamadas de Chanyeol desde hace tiempo. Como si la tierra se lo hubiese tragado.

Inseguro y desconfiado, estiró su mano hasta alcanzar su teléfono, sus manos temblando ante el tacto. Pero no quería revisar nada, no con Jungkook tan cerca, así que solo buscó el número de su hermano y marcó. Este repicó un par de veces, para luego ser atendido.

"¡Jimin! ¿Cómo estás?"

Mal, y a ti no te importa. Lo sé.

"Súper, uh, ¿Me llamaste?" preguntó con incomodidad, mirando de reojo a Jungkook. Él seguía de pie con sus brazos cruzados y recostado contra el marco de la puerta. "Sí, quería saber de ti. No hemos hablado y Jin tampoco me cuenta mucho, ¿No se han visto últimamente?"

"No realmente. Estoy ocupado con el trabajo, y él también," mintió. Jungkook enarcó una ceja, más no dijo nada. "Tienes que dedicarle tiempo, Jimin. Le debemos mucho y lo sabes. Me alegra que estés bien," recordaba aquellas riñas de su hermano, siempre buscando que fuese un hombrecito educado, humilde y agradecido. "Solo te llamaba para saber de ti y para decirte que apenas tenga vacaciones planeo visitarte con Baek."

Eso era lo último que necesitaba, a Chanyeol en Seúl para ver lo miserable que se había convertido su vida, si ya antes no lo era. "Cool."

Tras unas cortas y secas despedidas, su hermano colgó. Fue extraño, pero ya no estar en contacto dejó un vacío en su estómago inexplicable, que se acrecentó al conectar su mirada con la de Jungkook. El menor suspiró, dando unos cortos pasos hacia la cama.