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01. Con la tragedia en la sangre

Tony Stark

Jodido.
Si tuviera que describir mi situación ahora mismo sería esa, jodido. Y créeme cuando te digo que cualquiera en mi lugar pensaría igual que yo, quiero decir, hay algo peor que lo único que te mantiene con vida, irónicamente, sea lo que te está matando? Pues déjame decirte que si lo hay y es lo que está sucediendo en este momento, para mi desgracia.  Para que entiendas mejor, déjame ponerte en situación.

Había llegado el momento, todos estaban esperando por mi en la presentación anual de la Expo Stark, lo cual este años implicaba que saltara desde un avión con la armadura y aterrizara en el escenario, pan comido. Una vez ahí tenía que dar un discurso acerca de los nuevos proyectos en desarrollo y hacer una breve introducción a un vídeo de mi padre en la presentación de la exposición de hace años. Todo estaba planeado, no había margen de error. O eso era lo que pensaba hasta que fui al baño para comprobar el problema que llevo acarreando el último mes, y es que el paladio se está filtrando en mi organismo, envenenando mi sangre, por lo cual llevo conmigo un aparato para medir la toxicidad de esta.
El error llegó cuando Pepper abrió la puerta del baño reclamando mi presencia de nuevo en el escenario y me vio realizando la prueba.

— Tony, ¿que se supone que estás haciendo?

Y ahí fue cuando mi cerebro hizo cortocircuito y decidió actuar por si solo.

— Yo... Yo es gracioso, sabes... Lo que pasa en realidad es que yo... Resulta que yo... Yo me estoy muriendo y... — dije de manera nerviosa entre risas antes de que ella me cortara alzando la voz visiblemente afectada.

— ¡¿Qué te mueres?! ¡¿Qué quieres decir con que te mueres?!

— Pepper, es lo que estaba tratando de explicarte antes de que me interrumpieras con tu histeria...

— ¡¿Con mi histeria?! Oh, si claro, perdona por reaccionar así después de decirme que te estás muriendo. Pero sabes que, tienes razón, es la típica charla entre amigos, mira, se ha quedado un bonito día, por cierto, me estoy muriendo. — murmura entre dientes de manera sarcástica.

— Touche, la verdad es que habría sido mejor prepararte una tortilla para acompañar mejor la noticia, pero es tu culpa haberte enterado por entrar así sin avisar, Pepper por dios es el baño de caballeros!

— Espera espera, retrocede un segundo. Acaso estás diciendo que es mi culpa haberme enterado? Quieres decir, que si no me hubiera enterado ahora de casualidad no me lo habrías dicho? — me pregunta visiblemente enfadada, esto se me está dando peor de lo que esperaba, definitivamente tendría que haber cocinado esa tortilla.

—  En primer lugar yo no he dicho eso, claro que te lo habría contado... En algún momento y en segundo lugar, lo importante es que ya lo sabes.

— Si, pero como? ¿Qué está pasando Tony? Pareces sano, te comportas y haces lo mismo de siempre, que ha cambiado?

– El paladio, eso ha cambiado. — al ver la mueca que hace, me doy cuenta de que no me está entendiendo y decido aclararselo. —El paladio es lo que hace o mejor dicho, hacía funcionar correctamente al reactor, pero desde hace unos meses ha decidido dejar de hacerlo y digamos que me está envenenando, asegurandome una muerte trágica y dolorosa. — termino con una mueca y una risa pero al ver su cara me doy cuenta de que no hago más que meter la pata. — No? Está bien... Bueno el punto es que estoy probando sus posibles sustitutos, pero hasta ahora ninguno está dando resultado y la verdad, cada vez tengo menos esperanzas de que alguno resulte viable como reemplazo.

— Pero habrá algo que podamos hacer, no puedes resignarte a morir Tony, tu no eres así... — susurra mientra veo como sus ojos se cristalizan y yo me siento una mierda por ser el responsable de que eso ocurra. — Tienes que seguir intentándolo, no te puedes morir Tony, seguro que hay un sustituto posible.