Al despertar por la mañana, me toqué ligeramente el abdómen. Tenía un hambre voraz. Miré el reloj de mi muñequera que estaba posado sobre la mesita de noche y abrí la boca. Era demasiado tarde, casi medio día. Es verdad que era sábado, pero tenía demasiadas cosas por hacer. Me levanté rápidamente y me preparé el desayuno lo más rápido que pude, pues aunque fuera demasiado tarde, no podía perderme la comida más importante del día. Ahora soy muy estricta en cuánto a la alimentación, y todo, gracias a él.
Si me paro a leer algunas conversaciones en la aplicación de la RFA, puedo ver como Jumin pregunta varias veces por mí. Estaba preocupado, y eso me brindaba una ternura inmensa. Nada más conectarme, me llegó una llamada entrante. Y no era otro, que él.
- ¿MC...? ¿Te encuentras bien? No te has conectado en toda la mañana y necesitaba saber de ti. -pronunció, con la voz ansiosa y a la vez seria.
- Estoy bien, Jumin. Simplemente me he quedado un poco más de la cuenta en la cama debido a la tardanza de anoche.
Se oyó un suspiro de alivio a través del teléfono.
- ¿Jumin?
- Sí, aquí estoy, perdóname, estoy en medio de una conferencia. ¿Te has saltado el desayuno?
- No, lo estoy haciendo ahora mismo. Gracias a ti, he aprendido que no se debe saltar el desayuno bajo ningún concepto.
Logré escuchar como esbozaba una sonrisa.
- No me equivocaba cuando pensaba que eras una mujer interesante. Bien.
- ¿Y tú, has desayunado?
- Los fines de semana siempre son demasiado ocupados para mí, así que no.
- Jumin...Eso suena un poco contradictorio ante lo que me has dicho anteriormente -respondí en un tono serio.
- Agradezco que te preocupes por mí, pero no me desvaneceré porque me haya saltado brevemente el desayuno.
- No es el desayuno, es la comida más importante del día.
Pude oír como volvió a esbozar otra sonrisa.
- Bien, prometo no hacerlo más veces.
- ¿Lograste recoger a Elizabeth?
- Sí, un poco más tarde de lo previsto, pero sí. Está radiante, como siempre.
- Estoy deseando verla de nuevo, hace un par de días que no la veo.
- Haré todo lo que esté en mi mano para que nos volvamos a encontrar pronto. Te extraño.
Esas últimas palabras, me volvieron a acelerar el corazón en cuestión de segundos.
- ¿MC? ¿MC, sigues ahí?
- Sí, sí. -dije aclarándome la garganta. - Sólo...Quería decirte que también te extraño.
- Oh...Me alegra mucho saber que también me echas en falta. La próxima vez que nos volvamos a encontrar, quiero que hablemos como deberíamos, MC.
- ¿Cómo deberíamos?
- Sí, hay demasiadas cosas que quiero decirte y aclararte. -se pudo escuchar un suspiro tras el teléfono.
Al notar que se quedó en pleno silencio, decidí volver a nombrarle.
- ¿Jumin?
- Me gustaría hablarte estas cosas en persona, pero... ¿Te he dicho lo mucho que me gusta que pronuncies mi nombre? La combinación de tu voz, junto con el dulce sonido de tu respirar...
- Jumin...
Volví a pronunciarlo, inconscientemente, y en un ligero hilo de voz.
- Dios mío.
Respondió, volviendo a suspirar a continuación. Y de repente, un gran silencio se hizo entre ambos. Solo se escuchaba el sonido de nuestra respiración. Nada más.
- MC, tengo que colgar, tengo que volver a la conferencia. Más tarde, intentaré contactar contigo. Y por favor...
- ¿Sí...?
- ...No dejes de pensar en mí, y solo en mí.
Fue lo último que logró pronunciar, puesto que segundos después colgó sin previo aviso. Solté un largo y pesado suspiro.
Había sido demasiado intenso. Demasiado. Me dispuse a acabar el desayuno mientras seguía revisando las conversaciones entre los demás miembros de la RFA, Cada vez que leía algún texto de Jumin preguntando por mí, me ponía nerviosa. Mi corazón se aceleraba de forma muy brusca y mis mejillas empezaban a aumentar su temperatura, y con ello, su color.
La mañana pasó bastante ligera y llevadera. La tarde se empezó a asomar a través de la ventana de mi habitación. Mis pensamientos en cuánto a él, no habían cesado. Aún me preguntaba si de verdad esto estaba ocurriendo. Nunca me había enamorado antes, puesto que era una situación complicada para mí. Aunque no tenía que decir mucho. Su rostro, su voz, y su silueta inundaban mi mente todo el tiempo. Y eso era prueba suficiente de que estaba completamente perdida por él.
Me tumbé en la cama y solté un suspiro, sin poder dejar de dar vuelta a mis pensamientos. Era imposible que me hubiera enamorado tan rápido. No sabía nada sobre la etapa del enamoramiento entre dos personas, pero una cosa estaba clara. Y es que no podía sacarlo de mis pensamientos.
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Jumin Han & Tú 'Parte De Tu Mundo'
RomanceCuenta la historia de ___, una mujer prestigiosa, recién salida de la universidad. Haciendo la carrera de pediatría, una noche granizada, colmada de numerosas nubes cargadas de agua, conoce a un jóven unos años mayor que ella...