Capítulo 7

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-¡Dios!- Digo llevándome la mano a la cabeza.

Oigo mi celular sonar desde la otra punta de la habitación, trato de levantarme pero Asul sigue acostada de la misma forma que se durmió, con su cabeza sobre mi pecho y una de sus piernas sobre las mías.

Me sorprende el sueño tan profundo que tiene y que yo no me haya movido tanto entre las sábanas.

Mi celular deja de sonar <<¿Quien estará llamando a esta hora?>> Me pregunto.

Intento levantarme moviendo a Asul hacia un costado de la cama, ella protesta aún dormida pero se mueve.

Me levanto de la cama trastavillando con los zapatos de la castaña, todo sigue completamente oscuro, hecho un vistazo por una pequeña ventana que tiene unas cortinas a medio cerrar y veo que está amaneciendo.

Levanto mi pantalón y  saco del bolsillo traseros mi celular, prendo la pantalla y veo que tengo dos llamadas perdidas de Melisa.

-Que extraño- Mascuyo.

Ya que la tienda va a estar cerrada por 3 días aproximadamente porque tienen que venir a reparar los congeladores y de paso iban a aprovechar para pintar toda la tienda. Y los pintores no iban a llegar sino hasta las 9 de la mañana y todavía es muy temprano.

-¿Que querrá?- Me pregunto sin darle mucha importancia. Aun asi, si es algo serio volvera a llamarme.

-¿Que pasa cariño, vuelves a la cama?- Pregunta Asul algo sobnolienta.

Volteó a verla y está con los codos apoyados sobre una almohada, veo sus pechos descubierto y sus ojos café adormilados.

-Anda, ven- Dice palmeando su costado de la cama e invitandome a que vaya con ella.

Yo la observó, no puedo parar de pensar en lo hermosa que es, sus curvas son increíble, sus grandes ojos, sus hermosos pechos, su cuerpo entero, todo de ella me encanta.

No lo dudo otro segundo y me meto debajo de las sábanas con ella, me abraza y comienza a darme besos en el cuello, me acaricia el abdomen, y poco a poco me acerca a su cuerpo desnudo.

-¿Ya no duermes?- Preguntó.

-No, ahora quiero esto- Dice picarqmente.

Los besos que comenzaron en mi cuello comienzan a bajar lentamente, deja su camino desde mi pecho hasta mi pansa, segundo después me agarró de su castaña cabellera, es lo único que puedo hace al sentirme embriagado de placer.

No quiero pensar en nada, sólo gemir y disfrutar agarrándome de las sábanas y de sus cabellos, me enredo en la excitación que me provoca su boca dándome sexo oral.

Parezco un niño perdiendo la virginidad por primera vez. Veo como sale por debajo de las sábanas con una mirada maliciosa, se sienta arriba mío, ahora ella quiere tener el control, ahora ella me hace el amor....

Luego del dulce sexo mañananero sólo quedó viendo el blanco techo. Y también veo una línea naranja que entra por la cortina, veo los rayos del sol escabullirse en la habitación como si fuera un polvo que se posara en el suelo.

-¿Tenes hambre?- Me pregunta Asul saliendo de la cama.

-Claro- Digo asiento y ella me da una sonrisa.

La veo caminar desnuda por el cuarto a media luz, observó con detenimiento sus rasgos delicados y sus provocativas curvas. Me levanto de la cama y comienzo a vestirme, ella toma unas prendas de su armario, camino hacia ella con el torso desnudo y la beso por la espalda acariciando sus senos desnudos, ella me acaricia la cabeza y su otra mano se posa sobre la mía.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora