Capítulo 4

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HanBin

Ese día, di por terminada la aberrante serie de exámenes trimestrales antes de que las vacaciones de navidad empezaran mientras que, al mismo tiempo, un fuerte dolor permanecía constante en mi cabeza. Si bien era cierto que adoraba los números y todo lo relacionado con la ciencia, también era cierto que cada vez que los finales se acercaban, yo sentía como se me escapaban varios años de vida. Mucho más si para colmo tenía que guiar a mi amigo JinHwan hacia la salida del instituto; concretamente para evitar que se estampara contra la gente dado que no iba a interrumpir su preciado tiempo con aquel pasatiempo que llevaba entre manos.

—Puto sudoku— refunfuñó mientras bajábamos los escalones de la entrada.

—Las matemáticas no son tu fuerte— comentó KyungSoo, mi otro amigo, el cual se declaraba un abnegado en todos los aspectos. De hecho a veces lo observaba y me costaba comprender porqué mierda sentía tanta empatía por alguien incapaz de confraternizar.

Cuestiones inexplicables de la amistad, supongo.

—¡Mierda, es que tampoco parece ser tan difícil!— exclamó JinHwan, un pequeño futuro universitario de Literatura Clásica.

—Mejor dedicate al tenis, Hwany— dijo KyungSoo. Y a pesar de que JinHwan era muy bueno en ello, sabía perfectamente que él lo estaba diciendo en otro contexto.

—Bueno, es verdad que eres mucho mejor en el tenis— añadí con gracia.

—Y así también evitas que exploten tus pequeñas neuronas.

—¡Jódanse!— gritó JinHwan y se alejó un par de metros al mismo tiempo que MinJoo, una compañera de clase, me daba unos golpecitos en el hombro.

—HanBin, ¿tienes un momento?— preguntó.

—Sí... Nos vemos mañana, bobos.

—Hasta mañana, tonto— gritaron al unísono.

MinJoo y yo nos apartamos, quedándonos junto a una de las columnas de la entrada principal del Instituto Yonsei. Miraba de un lado a otro mientras gesticulaba con los dedos. Que estaba nerviosa era un hecho, pero tampoco quise darle mucha importancia. Con ese tipo de cosas nunca se sabia, adelantarse a los acontecimientos era demasiado soberbio.

—¿Y bien?— le animé a hablar.

—Ah, verás, yo...— dudó —Bueno, supongo que ya te haces una idea, ¿no?

—No mucho, la verdad— Sí, sabía que estaba comportándome como un completo idiota, pero eso ya lo había dejado claro en otras ocasiones.

—HanBin, me gustas. Mucho— no lo pensó demasiado. Y yo casi me quede sin aliento —Con esto no pretendo que empecemos a salir, aunque no estaría nada mal. Pero me preguntaba si algún día te gustaría ir a tomar algo o ir al cine, los dos solos.

—Oh, vaya...— resoplé sin saber muy bien qué decir —Es muy halagador de tu parte, MinJoo... Pero...

—La gente está empezando a comentar, ¿sabes?— me interrumpió. Y esa sentencia me cayó como un balde de agua fría.

—¿Qué comenta?— pregunté con naturalidad.

—Pues... cosas. Ya sabes...

—No, no lo sé— fui brusco y hubiera querido serlo más si no hubiera sido por aquel auto azul oscuro que se detuvo a unos metros de nosotros.

—Podrías darme una oportunidad— continuó MinJoo, ignorando lo mucho que me estaba molestando el hecho de que se estuviera pegando a mí —Tú te libras de las habladurías y yo me quedo con el chico que me gusta.

Naughty Love ❀ Double B [iKON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora