Me mire al espejo por última ves, ¡Dios santo! Mi cabello estaba hecho un asco. Éste era mi primer día de clases, tenía que verme lo más presentable posible.
Me eche una ducha bastante rápida diría yo, me maquille, o eso era lo que creía.- Vamos Alisson, se nos hace bastante tarde - gritó mi madre.
- ¡Ya voy!, ¡ya voy! - le contesté.
Baje corriendo las escaleras hasta que él apareció, esa personita que hace de mis días un infierno. Mi hermano menor.
- ¿Así piensas ir al colegio?- me preguntó con fastidio.
- Sip, ¿Porqué?- le dije mientras lo asesinaba con la mirada.
- Ya veo porque no tienes amigos- susurró.
Mi hermano no era de esos pequeños niños cariñosos y dulces, no, él era todo lo contrario, siempre te hacia sentir la basura más grande de todo el planeta sin importar qué o quién seas.
El camino al colegio fue bastante callado e incómodo, mamá y papá tuvieron la misma discusión de todas las mañanas, espero que mi primer día de clases sea diferente.
- Listo, aquí es Ali, ésta es tu nueva escuela.
Baje asombrada, era una lugar grandísimo.
- Pasamos por ti a las tres de la tarde, cariño- se despidió mamá antes de que el carro avanzara.
Escuela nueva, vida nueva.
- Hola, tu debes ser Alisson, ¿cierto?
Una chica de coletas rojas se acerco a mí con una sonrisa de oreja a oreja. Al parecer este es un buen comienzo.
- Si, esa soy yo- le contesté.
- Mucho gusto, soy Caroline, te llevare a la oficina del director para que él te de el horario de clases.
Caminamos una largo pasillo... parecía que nunca acabaría.
- Aquí es- me indicó una oficina muy amplia, al parecer venían bastantes bravucones por aquí.
Abrí la puerta pero un golpe sacudió mi cabeza e hizo que cayera al piso.
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¡Aléjate de mi!
Teen Fiction-No te puedo hacer esto, Brujita-Él le dijo mientras acariciaba su -Elliot, tienes que seguir con tu vida, no es justo que te hagas esto. -Lo siento, Aliss,-la miró decepcionado-yo no te amo. Ella podía escuchar ese horrible sonido. Era su corazón...