Flores de Invierno

La realidad aveces supera la ficción.

Era una tarde hermosa, ya casi oscurecia en las calles de Seúl, la mayoría de las personas se encuentran camino a sus hogares, con tranquilidad y paz. Es invierno y esa noche cayó una helada, excepto Byun BaekHyun... últimamente a la salida del Instituto, no volvía a su casa. Si no que prefería ir al parque, se sentaba en el mismo banco y veía cuando el sol se escondía y el color azul marino desgastado iba aumentando a un color azul oscuro y de hay a un hermoso negro.. con unas pocas estrellas iluminando la noche y la luna llena, brillando con todo su esplendor. Es un acto simplemente hermoso.. BaekHyun ama ver a la noche asomarse y disfrutar de ella, pero es realmente triste que le toque disfrutar ese hermoso y brillante espectáculo sólo. Cada vez que que ve la luna es su mejor estado de sus ojos escapan pequeñas y cristalinas lágrimas.

Es algo triste en realidad.. trae recuerdos realmente deprimentes... cosas que nunca podrá olvidar, recuerdos que marcaron su pasado...

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Buscando con la mirada.. encuentra una hermosa flor.. parece teñida de seda y se ve demasiado perfecta, en esos momento es cuando BaekHyun se plantea que la realidad puede superar la ficción.
De la nada le agarró un tirón en la mano derecha y levanto su mirada topandose con una figura alta, un hombre con sombrero y saco largo, sólo que no se dejaba ver el rostro. Un confundido y a la vez curioso BaekHyun lo mira con la ceja levantada. Siente como su corazon comienza a acelerarse y cuando iba a decir una palabra al hombre de sombrero, el desaparece dejándolo sólo en la banca de ese parque. Algo confuso se levanta y mira que la flor que vio hace unos momentos se encontraba en sus manos. Algo asustado se levantó y emprendió un tranquilo camino hacia su hogar sin dejar de pensar en el misterioso hombre que vio en el banco, tenía miles de preguntas. ¿Cómo desapareció? ¿De dónde salió? ¿Cómo será su rostro? ¿Y su nombre?.. ¿Quién es el? O mejor dicho, ¿Qué es el?.

Al llegar luego de una hora a su casa y aún pensando en ese hombre, dejó las llaves en la mesada de la cocina, busco un pequeño jarrón, le coloque agua y dejó la flor allí. Subió con el jarrón en sus manos y lo coloque en su mesa de noche al lado de su cama. La noche transcurrió normal, se baño, se puso su pijama y se fue a acostar dándole la espalda a la flor.