- No, que eso se te ve fatal. - dijo Dani y dando un brinco corrió a mi closet.
- ¿Qué tiene de malo?
- Que pareces un vagabundo.
Una, dos, tres.... diez, salían las playeras volando del closet. ¿Cuál era la obsesión de las mujeres por la moda? No lo se y nunca lo sabría ya me había quedado claro.
Mire mi reflejo en el espejo del cuarto y suspire. No me veía tan mal, traía un pantalón rasgado de las rodillas y un poco del muslo, de esos que parecen callejeros y una playera larga lisa y blanca; a mi punto de vista estaba bien como andaba, pero para Dani ni siquiera me acercaba.
- ¡Lo encontré!!- la chica salió con un par de prendas y sonreía.
- ¡NO!
- ¡Si!!!
Trague grueso y mire cada prenda frente a mí con algo de horror: una sudadera rosa sin ningún estampado que llevaba años escondida en el fondo de mi closet, una chamarra de cuero con un par de remaches además de diversos cierres que no sobresalían tanto, un pantalón negro, esta vez sin parecer de vagabundo y finalmente unos tenis" blancos" que llevaban desde la inquisición sin lavar, okey no tan así, pero si.
- No me lo pondré, no vale la pena arreglarme tanto para algo tan estúpido.
- Si mal no recuerdo nos amenazó- levanto una ceja divertida.
- ¿Nos? Me suena a manada, más bien me amenazo a mí - suspire cansado.
- Me vale, ahora metete a bañar que apestas, alimaña.
Se dio la vuelta y se tiro en mi cama mientras tomaba el portátil azul que estaba cerca de la cama y tecleo un par de canciones. Esa mujer si que estaba loca, pero era una gran persona y caía bien al poco tiempo que la conoces. Arrastre los pies y hice un millón de sonidos de frustración para que se enojara Dani, pero en vez de eso simplemente subía el volumen de la ya descompuesta computadora para no hacerme caso.
- ¡Te odio!
- ¡¿QUE?!!!! - grito y me fulmino con la mirada.
- ¡QUE TE AMO!
Ella sonrió y regreso su atención a la computadora. Entre al baño me encerré en este y después de jugar un poco con mis kilitos de más me di una ducha fugas, de esas que te das cuando sabes que ya vas tarde a cualquier lugar, eso si limpiar bien todo. La música resonaba en el interior del baño y externo al mismo, podía disfrutar de la música además del agua que caía constantemente mojando cada parte de mi cuerpo.
- Matthew, a si... el.... Aja.... Claro...
Podía escuchar tenuemente la conversación de Dani con el idiota más tractivo y frívolo que conocía, pero era el. Aun rondaba en mi cabeza la chica de playera amarilla y quería preguntar sobre ella, un par de comentarios más se podían escuchar cada vez que me acercaba más a la cama después de salir del baño con una toalla en la cadera.
- Si, ya casi...aja... eres un imbécil... te matara.... Me vale.... adiós. - La castaña dejo el teléfono y siguió viendo la computadora, que ni se percató de mi presencia.
- Dani, que te dijo? - Sonreí al verla dar un brinco.
- Que pasa por ti en 15 y que me dijo que soy molesta...- mordió su mejilla interna y me miro - Muévete.
Me lanzo un par de bóxer negros, yo suspire y regrese al baño con todo y la estúpida ropa. Maldigo tener una conocida como ella que busca hasta debajo de las piedras. La mezclilla se deslizaba y se ajustaba a mi cuerpo cada centímetro que subía, la sudadera escondía mi peso de más y la chaqueta era el toque que me hacía ser yo. Un par de movimientos en mi cabello, perfume y otras cosas más y ya estaba listo. Salí del baño y miré a Dani que ya estaba sin tenis y con una playera mía, la blanca para ser exactos.

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Mi Deseo
RomanceDan es un chico antisocial que tiene una obsesión con los finales felices y un dia acude a un curso para conocer gente y asegurar que un final feliz se puede conseguir, pero para su mala suerte se topa con Matthew quien es un chico mujeriego que no...