Nuevamente cara a cara con el shinigami

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Capítulo 50 Nuevamente cara a cara con el shinigami.


—No te asustes Kurosaki-san, no pienso hacerte daño—comentó sonriendo la de ojos morados, moviéndose un poco para acercarse al de cabellos naranjos.

— ¿Te encuentras bien? —preguntó preocupado al ver que la chica apenas podía caminar.

—La verdad es que no estoy bien, necesito tu ayuda—dijo la de cabellos negros.

— ¿Paso algo en la Sociedad de Almas? —consultó inquieto el shinigami sustituto.

—Llévame con él—susurró la de cabellos largos.

— ¿A quién te refieres? ¿Dónde está Grimmjow que no cuida de tu estado? —interrogó molesto al darse cuenta de que pantera no se preocupaba en lo más mínimo de Roxanne.

—Pantera ya me dejó—contestó como si nada, dejando perplejo a Ichigo.

—Perdón, no lo sabía—trató de excusarse, mientras pasaba su mano por la nuca.

—Solo llévame con Kisuke, por favor, ya no puedo más. Ayúdame, Ichigo—pidió la de ojos morados perdiendo la conciencia y cayendo a la cama del shinigami.

— ¡Roxanne! —exclamó asustado al ver a la mujer desvanecerse de un momento a otro.

—Se parece mucho al momento en que se conocieron ¿verdad Kurosaki-kun? —preguntó la voz de un hombre que se había aparecido también en la habitación de Ichigo.

—Urahara ¿Qué haces aquí? —interrogó extrañado de la visita del vendedor.

—Tan solo vine porque sentí algo extraño—contestó ocultando su verdadera intención.

—Por suerte que llegas en este momento—dijo aliviado Kurosaki—Roxanne acaba de llegar en estas condiciones y me pidió que la llevara contigo. No sé qué le habrá pasado, pero me comentó que Grimmjow la dejó—explicó el shinigami sustituto, viendo como el de cabellos rubios tomaba a la mujer en sus brazos para llevársela, sin escuchar mayores explicaciones.

— ¡Espera! —gritó el de ojos color marrón, que no quería que Roxanne se alejara de él.

— ¿Qué quieres Kurosaki-san? No ves que me tengo que llevar de inmediato a Rox—reprochó el de ojos claros, abriendo la ventana para salir junto con la capitana de la novena división.

—Yo iré contigo—aclaró el de cabellos naranjos.

— ¿Qué has dicho? —preguntó sorprendido el amigo de Yoruichi.

—Que ire junto a ti. Quiero asegurarme de que ella se encuentre bien.

—Muy bien, vamos—respondió sonriendo el vendedor, mientras se dirigía junto con Ichigo a su hogar.

En el trayecto, el joven Kurosaki pensaba en las palabras que Roxanne le había dicho cuando aún estaba consciente y no lograba comprender exactamente lo que había sucedido, por lo que estaba decidido a averiguar qué era lo que pasaba con aquella espada.

Al llegar a la casa de Urahara, fueron recibidos por Tessai, que se sorprendió al ver a Kisuke llevando a alguien en sus brazos, y se dispuso de inmediato a encargarse de la muchacha, por lo menos para estabilizarla un poco.

Mientras esto sucedía, el dueño de la tienda, hizo pasar a Ichigo a su habitación para que pudieran conversar, ya que Kisuke sabía perfectamente que el shinigami sustituto tenía demasiadas dudas que debían ser aclaradas.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora