Capitulo 2

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Capítulo 2



—Desea algo más señora Elroy

—no, te puedes retirar.

—Entonces, no hay más noticias de Candy señor Watson, decía la anciana al dirigirse al hombre

—no, lo último que tiene de ella, es que después de salir de Lakewood se dirige al hospital y según los informes aparece en la lista de voluntarias para ir al frente, desgraciadamente el transporte que las llevaba sufrió un terrible accidente y fue un dar a un precipicio, no hubo sobrevivientes.

—Pero es seguro que ella iba allí, debe tener que existir alguna esperanza

—No podemos asegurarlo señora Elroy, pero según la lista de voluntarias del hospital ella debe estar allí.

—Oh William y ahora que responderé cuando me preguntes por ella, después de todo, te prometí cuidarla, y ese es otro asunto que no me deja dormir ya se sabe algo de George

—Sí, el partió a Italia, que es el último lugar de donde se tuvo noticias del señor William, que pronto se comunicaría, tenía mucha certeza de haber descubierto una pista segura

—eso espero señor Watson, eso espero.

—Y con respecto a la señorita. Aún estamos en la espera de que la persona que nos dio la información pueda responder, que nos confirme si la señorita Andrew iba o que no estaba en el transporte que se accidento

—Gracias señor Watson

—Me retiro señora Elroy, de los demás asuntos que hablamos, estamos en la búsqueda de los que se escaparon.

—Puedo pasar Tía abuela

—Si Anthony, pasa por favor

—Dígame lograron averiguar algo de Candy

—Tómalo con calma hijo

— ¿Que sucede tía? hable por favor.

—Bien, según la información que conseguimos ella se enlisto como voluntaria para ir al frente.

—noooo, no puede ser, hay que detenerla tía.

—hay algo más hijo

—que sucede, tía dígame

—el transporte encargado de llevar las enfermeras que partirían hacia el frente se fue en un precipicio y según la información que han recabado todo indica que ella debe estar en él.

—noooo es mi culpa tía es mi culpa se supone que debía protegerla pero en cambio solo la lastime y de la peor manera posible, nunca me lo podre perdonar, Candy no puedes haber muerto, perdóname Candy, no te protegí... Gritaba mientras lloraba amargamente derrumbándose en el sofá.

—Cálmate hijo, le decía la anciana mientras lo abrazaba, —mi falta fue mayor, yo, yo debía protegerla y cuando ella vino a pedir ayuda, aun sabiendo yo que ella nunca pide nada preferí creer las palabras de Eliza, de Sara y no tome en cuenta los reales temores de ella y que se encontraba en un peligro inminente, ahora muy tarde pude comprobar que efectivamente trataron de secuestrarla

—Sabe usted quienes eran esos hombres tía

—Si Anthony ellos eran los miembros de una peligrosa estructura criminal que se dedica al tráfico de mujeres, se habían encaprichado con ella y a pesar de ser de la familia Andrew como no la protegimos como debíamos ellos no dudaron en intentar llevársela, creyendo que nadie la reclamaría, al menos tengo la calma que no lograron su cometido, aun así seguiré investigando pues aun con toda la información recabada no hay una certeza absoluta de que ella se encontrara en dicho transporte.

perdonarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora