Capitulo 6

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Me encontraba bajo la ducha de agua caliente después de la golpiza que Roberto me había dado, y como pudieron notar nunca le decía papá. Jamás, él no era mi padre. Los padres no hacen daño a sus hijas, ni mucho menos.

El agua caía fuertemente por mi espalda, quemaba, pero no me importaba, necesitaba limpiar todas las heridas. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas, no entendía el por qué, quizás de la bronca o el odio que sentía en este momento. Siempre me preguntaba por qué la vida se había empeñado tanto conmigo, a veces pienso en las cosas que hice o dije laguna vez y por eso la vida me castiga como lo hace, pero después recapacito y me doy cuenta de que es imposible, porque nunca jamás le haría daño a nadie, al menos no por ahora.

Cerré la ducha, tomé la toalla y me envolví con ella. Me paré frente al espejo y sentí odio: odio por no poder contar nada de todo esto, odio por no saber si mañana voy a estar viva o no, odio por la vida que me había tocado. Me odiaba a mí misma porque por mi culpa muchas personas sufrían, si tan solo no hubiera nacido, nada de todo esto estaría pasando, y siempre recuerdo lo que Mía me dice "Si vos no estuvieras acá ¿Quién iba a aguantarme así?". Sonreí, porque sin ella creo que no hubiera podido llegar hasta el día de hoy. Aunque sea una cabezota y se enoje muy seguido, era mi persona y eso no lo iba a cambiar nunca por más que tengamos miles de discusiones.

Mi reflejo en el espejo era todo lo que yo necesitaba ver para saber porque tenía que sufrir tanto, todos los días. Las marcas en mi rostro, los moretones, los rasguños en mis brazos ¿Cuándo sería el día en dónde todo esto termine y pueda ser feliz finalmente?

Acostada en la cama noté lo sola que estaba, en medio de la oscuridad, con la poca luz que entraba por las rendijas de la persiana del ventanal del balcón.

Mi celular vibró. Era él: "Que descanses bonita" - leí y sonreí al instante ¿Por qué será que siempre aparecía en el momento indicado?

L e respondí: "Gracias. Que descanses vos también";  "Seguís despierta, pensé que ya estarías durmiendo"; "Llegué bastante tarde de patín, así que me acabo de acostar recién"; "¿Cómo te fue?" - nunca nadie me preguntaba cómo me había ido, a mis padres no le importaba y mi hermana casi nunca la veía a estas horas, fue un gesto hermoso por su parte - "Muy bien, gracias por preguntar. Igual me caí dos veces, fue traumático jajaja."; "La reina del patinaje se cayó. No puedo creerlo"; "Adivina por qué"; "Mmm, soy malo para las adivinanzas, si me lo dices, no me enoja."; "Mmm no, creo que no."; "¿Tienes vergüenza de que yo me entere?"; "Puf, por favor obvio que no"; "Pues entonces dime."; "Te me apareciste vos en el medio de la coreo"; "¿Yo?"; "Si, en serio vos. Así que por favor, trata de que no me pase el día del festival.";  "Claro, ahora es culpa mía"; "Obvio que sí." - esperé su respuesta pero nunca llegó, al contrario de eso, mi celular empezó a sonar, era Mike llamándome, este chico ésta loco –

- Hola, hola, llamando a la señorita Valentina. - dijo–

- intenté hablar super bajito para que no se den cuenta - Estas loco ¿Te diste cuenta la hora que es?

- Quería escuchar de tu voz. ¿Cómo es eso de mi cara se apareció en tu coreo?

- Sí, por favor, la próxima no te me aparezcas.

- Pues, no es mi culpa. - dijo - ¿Cómo iba a saber yo eso?

- Fuiste la última persona que me dijo.. - le dije nerviosa - vos sabes, eso del novio.

- rió - Ah, era por eso. Bueno, podrías haber empezado por ahí, era más fácil.

- ¿Qué cosa es lo fácil? - le pregunté - Nada es fácil Mike, no podes venir y decirme así de repente que me queres conquistar.

- ¿Qué otra cosa podría hacer? - preguntó con esa voz tan dulce que él tiene - No tenía muchas más opciones.

- Bueno al menos podrías haber esperado.

- ¿Y para qué esperar?

- No lo entendes. - le dije apenada –

- Pues explícamelo.

- Ojalá pudiera.

- ¿Tú estás bien?

- Perdón, tengo una mala noche. - le dije - De verdad, tenes que parar con esto, nosotros no podemos

- me interrumpió -  ¿Estar juntos? - me preguntó - ¿Por qué no?

- Porque no Mike, nunca lo entenderías y no puedo explicártelo. No hagas todo más difícil.

- Si no me lo explicas, jamás lo entenderé. - me dijo–

- Mi vida es, como decirte, no es fácil, es muy complicada y tener novio no ésta en mis planes.

- ¿Complicada, cómo?

- Complicada, no puedo explicarte ahora, es muy tarde y mañana tenemos que ir al colegio. - dije tratando de terminar con el tema - De verdad, no insistas.

- ¿Tú sabes que igual seguiré insistiendo no?

- Lo sé - dije y fue imposible no sonreír - pero no te ilusiones, no puedo y listo.

- ¿Algún día me lo contarás? - me preguntó –

- Ojalá algún día tengamos esa confianza en donde por fin te pueda contar todo, por ahora no. Y no me lo vuelvas a preguntar ¿Si?

- Está bien. Te entiendo.

- No quiero que estes enojado conmigo, además tenemos que hacer el trabajo mañana. Enojate después. - reímos –

- Nunca me enojaría contigo bonita.

- Bueno me voy a dormir, es muy tarde.

- Que descanses - dijo - y sueña bonito.

- Vos también. Bye - le dije y cortamos la comunicación -

Hablar con Mike me hacía bien, en tan poco tiempo hicimos un relación linda, no sé si de amigos porque todavía era poco tiempo, pero estoy segura que íbamos a tener una relación súper bonita. Era un chico que valía la pena, se notaba que de verdad le importaban los problemas de los demás, lo único que yo quería era que mi papá no se entere, no lo lastime e incluso no quería lastimarlo yo, por alguna extraña razón las personas que llegaban a mi vida, siempre las terminaba lastimando y no quería que con Mike me pase lo mismo, era buen chico y no se lo merecía.

Iba a dejar mi celular en la mesita de luz cuando me llega otro mensaje, de Mía, que raro. Realmente se le había pasado el enojo porque si no me estaría mandando ningún mensaje.

- "¿Y qué haces en línea a esta hora Zenere?";  "Bueno veo que ya se te fue el enojo."; "Un poco pero me daba más intriga saber qué hacías despierta"; "Que raro Mía Milano, siendo Mía."; "Y obvio, ¿Quién queres que sea estúpida?"; "Te voy a dejar colgada, así que no me putees"; "Podemos discutir en otro momento, me interesa más saber si estabas hablando con el mexicanito."; "¿Y por qué te lo voy a responder sí estás enojada conmigo desde temprano?"; "No seas guacha Valentina. Contame, dale ¿Qué te dijo?"; "Hablamos"; "¡¿No me vas a contar qué te dijo?! No puedo creerlo."; "Mañana te cuento, tengo sueño"; "Sos una nefasta, me caes re mal."; "Bye baby, nos vemos mañana."; "Te odio"

Mía siempre sería Mía. Ahora sí dejé mi celular en la mesita de luz y me cerré mis ojos para poder dormirme, más allá de todo me sentía demasiado mal, me dolía muchísimo todo el cuerpo, Roberto se había pasado, hoy sí.

Un día se iba a pasar de más y las consecuencias serían extremas. Mis pensamientos se esfumaron y me quedé dormida.

TWO PIECES | MICHAENTINA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora