cuando empezaron a desaparecer
como el oasis en los espejismos
a desaparecer sin últimas palabras
tenían en sus manos los trocitos
de cosas que queríanestán en algún sitio / nube o tumba
están en algún sitio / estoy seguro
allá en el sur del alma
es posible que hayan extraviado la brújula
y hoy vaguen preguntando preguntando
dónde carajo queda el buen amor
porque vienen del odio.
Andrés despertaba como cada mañana, escuchando fuertemente aquellas notas de piano en su cabeza, rebotaban como una pelota de goma dejada caer desde una gigantesca altura. No había música, no había un radio del cual subir o bajar el volumen, el sabía que tenía qué hacer, pero estaba en estado de alerta, sabía que alguien lo había visto, sabía que alguien lo seguía, sabía que tenía que hacer algo porque aquellas notas destruirían el poco raciocinio y salud mental que le quedaban.
Ruth llevaba días sin dormir, escuchaba por fin aquellas notas de piano, escuchaba aquella hermosa balada después de meses. Estaba completamente eufórica de alegría, estaba llena de amor y pasión, se sentía la reyna del mundo a pesar de tener unas ojeras y una cara de cadaver viviente que denotaban su falta de salud y cuidado propio, no le importaba, por fin comenzó a escuchar hace unas pocas noches
Vio a Andrés despertar y Ruth se sintió emocionada y excitada, quería que aquel hombre, aquella melodía andante la hiciera suya ahí mismo, lamentablemente no era tan fácil, ella sabía que no era fácil, los separaba una gran ventana de cristal blindado, muchas veces fue victima de la euforia y intento atravesar aquél cristal, cosa mucho mas imposible para ella, siendo que su falta de sueño y comer, todo victima de observar a aquél hombre sin descanso la había hecho mucho mas esbelta y con menos fuerza física, pero a ella no le importaba, con tal de escuchar aquella sinfonía y verlo gritar a través del cristal sabiendo que perdía poco a poco mas su poca salud mental era suficiente por el momento.
Andrés vivía en una pequeña casa al sur de un alejado pueblo en Ohío. No siempre fue así, de pequeño solía jugar junto a sus amigos en las calles de la gran ciudad en la capital, hasta que un día su madre se hartó y se lo llevo, creyendo que dejaría de molestarla diciéndole que escuchaba una pegadiza melodía en su cabeza, creyó que alejarse de las grandes masas, del pesado sonido del trafico y el contaminante humo de las fabricas haría de el un niño sano y prospero, ella creyó en aquél niño hasta su último aliento, esbozando unas palabras de esperanza para el, cosa que solo le trajo mas martirio y logró hacer que aquella melodía en su cabeza cambiara, dejo de ser una pegadiza balada para convertirse en un fuerte recital
El siempre fue un chico normal, medía al rededor de 1.70, tenía el cabello negro, y siempre fue bastante delgado, tanto así que su madre siempre creía que no comía, si no botaba su comida y aguantaba hambre con tal de mantener esa figura. Solía practicar algunos instrumentos, como la guitarra y el clarinete
Cuando era mucho mas joven fue inscrito en clases de piano, cosa que lo mortifico por completo, decía que escuchar dos pianos a la vez lo hacía miserable, aún mas que uno solo, creando así un gran odio a su madre por hacerlo entrar a dichas clases y atacando al profesor mordiéndolo y golpeándolo varías veces, por obligarlo a poner sus manos sobre aquellas teclas
Pero a pesar de todo el no sabía que aquella pegadiza melodía cambiaría. El no sabía que subiría su volumen haciéndola una completa tortura y creando en el un sentimiento mortal que llevaría al abismo su vida normal y corriente. El no sabía que está era apenas la primera estrofa de esta balada de sufrimiento y agonía
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Asesinar puede ser una trágica melodía
Mystery / ThrillerEl amaba aquella melodía. Ella lo amaba a él. Pero tenían algo en común, aquella noche escucharon la balada mas hermosa de su vida.