Hay algo en ti ✨ (WARIAM)

28.

Me quedaban dos semanas para irme de allí. Y no estaba preparada para ello.

La semana que había acabado se me había pasado muy rápido. Había sido el concierto de Luis Miguel y fue lo mejor que me había pasado en la vida. Conocer a alguien que llevas tantos años siguiendo y admirando, cantar con él y además que mi padre me viera, fue todo un sueño cumplido.

Por una vez quería quedarme allí con ellos el resto de mi vida, pero yo tenía mi vida hecha en Tenerife, mi vida loca, sin preocupaciones, saliendo solo de fiesta. Y bueno, a quien quería engañar, no quería dejar solo a mi padre.

Tampoco ayudaba mucho el hecho de que Miriam se fuera esta semana entera a Galicia, porque la iba a echar mucho de menos.

Era pronto por la mañana. Estaba sola en casa, me había despedido de Miriam y mi padre había quedado con un socio, así que yo estaba tirada en el sofá sopesando todas las opciones que tenía para hacer en estas dos semanas y en una que me apetecía mucho era necesaria mi novia.

Creo que me había quedado dormida cuando el timbre sonó. Abrí y me encontré allí con la melena rubia rizada que tan acostumbrada estaba a ver.

-¿Miriam? -dije yo sorprendida.- ¿Qué haces aquí? Vas a perder el vuelo.

-Vente conmigo.

-¿Cómo?

-Pasemos esta semana juntas, en Galicia, y te la enseño. Estaba de camino al aeropuerto y me he dado cuenta de que no voy a poder pasar una semana sin ti y más sabiendo que dentro de dos te vas.

-Pero no tengo nada preparado y mi padre...

-He hablado con él, chica. -dijo Miriam riendo.- Le he dicho, Antonio, te secuestro a la hija y me la llevo a Galicia, un beso suegro.

-Eres gilipollas. -dije riendo.

-No, enserio. He hablado con él. Le he dicho iba a ir a buscarte a casa para que te vinieras conmigo esta semana a Galicia y me ha dicho que todo lo que estuviera relacionado conmigo a él le parecía bien.

-Si te quiere más a ti que a mí. -dije y ella rio.- ¿Entonces?

-Dímelo tú. -dijo Miriam.

-Pero vamos a perder el vuelo.

-He comprado otras, para más tarde.

-Pero Miriam...habrás perdido el dinero del otro billete. -dije haciendo una pausa.- Espera, ¿habías comprado mi billete antes de saber si iría o no?

-Sabía que vendrías. -dijo Miriam pasando sus brazos alrededor de mi cintura.- Ana Alicia, ponte a hacer la maleta ya. -dijo dándome un beso rápido.

-Gilipollas, no me llames así, sabes que no me gusta. -dije separándome y cruzándome de brazos.

-La maleta.

-Qué voy pesada.

-Qué no me llames pesada.

-Te lo llamo si quiero.

-Entonces yo te llamo Ana Alicia.

-Dios, no.

-Dios, si.