Capítulo 3. Clase de francés.

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Despues del centro comercial, llegue a mi casa, cené y me acosté. Estaba tan cansada que no me tardé mas de 2 minutos dormirme.

A veces no sienten que duermen y las horas pasan volando? Como sea, ya era de día y después de hacer mi rutina de siempre, llegué al colegio y en lo único que pude pensar todo el camino fue: clase de francés. Primero tenía geografía y me darían la nota de el examen, y luego del recreo, tenía francés.
El profesor me entrego mi examen, obtuve un 7.50, Isa tuvo un 7, Belu y Mica un 8, y Martu... Bueno, en serio hace falta que se los aclare? Obviamente se sacó un 10.
En fin, fuimos al recreo, el cual transcurrió normal y sin nadie molestando, a difencia del de ayer, comimos algo y llegó la clase de francés que me tocaba con Dylan, a quien me prometí que no iba a ni mirar porque no quería volver a quedar en ridículo.
Cuando llegamos al salón, ignoré a todos, enfocándome en francés por primera vez en mi vida.

-Bueno ahora vamos a hacer trabajos de a dos, elijan a sus compañeros y empiecen con estas consignas- dijo el profesor y yo instantáneamente mire a Belu que hoy se había sentado conmigo y asintió.

-Ana- escuché esa voz familiar y abrí los ojos como platos ya que yo estaba de espaldas y él no podía verme la cara. -Nos ponemos juntos?- dijo Dylan y sentí como mi corazón latía a 100 por minuto.-Está hablando del trabajo Ana- Ya lo se conciencia, vos sos la única que pensaba en otra cosa.

Belu había escuchado y sabía que con la mirada me decía, ponte con él, yo me pongo con Martu, no pasa nada. Y era mejor, total eramos 5 las chicas y yo, entonces para que ninguna quedara sola o tuviera que irse con alguna chica que le cayera mal...

-Dale, porque no- Le respondí con naturalidad, no iba a ponerme en ridículo otra vez. Él me sonrió con esos perfectos dientes blancos. Estaba apunto de derretirme pero no. Para el trabajo nos teníamos que juntar, ya que en clase no lo íbamos a llegar a hacer. -Si quieres podemos hacerlo mañana en mi casa- añadí esperando que su respuesta fuera si.

-Dale, nos vemos ahí- contesto él y yo sonreí interiormente mientras trataba de ser normal por una vez en mi vida.

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Ya estaba de regreso en mi casa, almorzando mientras veía una serie en Netflix: Gossip Girl con mi mamá, ya que ella hoy había llegado temprano del trabajo.

-An- así me decía mi mamá y a veces la mayoría de la gente -estoy terminando un budín para que le des a Rose, la vecina, para devolverle el favor, ¿después puedes llevársela?- Me preguntó y yo asentí.

15 minutos después, ya me encontraba tocando la puerta con la torta en la mano.
Toqué el timbre, pero nadie respondía, pensaba que tal vez habían salido. Volví a tocar el timbre 5 minutos después y escuche un -voyy- con voz masculina. Entonces me senté en los escalones de la entrada para esperar.

Escucho que la puerta se abre y cuando me dí vuelta veo a un chico con solo una toalla y el torso descubierto. -ANA CONTROLÁTE- eso intento conciencia! Vos no ayudas mucho! (Si, pense todo eso en tan solo medio segundo). Hasta que me percate que el dueño del torso musculoso tiene cara, y cuando lo veo, era Noah. Alias: el cantante arrogante. Era castaño con y recién me daba cuenta que tenía ojos marrones claros. No podía negar que estaba bueno, y que ese torso... Bueno me estoy yendo del tema.

-Perdón me estaba bañando- Dice sin verme ya que estaba mirando para atrás, hasta que me vio y agregó -Uy otra fan, como sabes en donde vivo?-. Ese comentario tan excéntrico me hizo rodar los ojos.

-No soy "una fan", soy tu nueva vecina- Dije y continué, tratando de ocultar mi molestia y siendo lo mas amable que podía ser ya que su mamá a comparación de él era muy amable y quería devolverle el favor -Vine a traer un budín que hizo mi mamá para ustedes, ya que Rose fue tan amable de hacer lo mismo-. Le entregué el budín el cual miro con asco,y me dí vuelta pasa irme porque la amabilidad se me estaba agotando.

-Gracias, ...- dijo señalándome para que le dijera mi nombre.

-Ana, y de nada- dije seca.

-Ana- lo repitió y tenía una cara de haberle importado una mierda o menos.

-Como sea, chau- dije y salí rápido de ahí, ya que no sabia cuanto más iba a aguantar sin saltarle a la yugular... O tal ves era por verlo en toalla, con ese torso desnudo que tan bien ejercitado estaba. Otra vez esos pensamientos, basta conciencia -eyy, no me mires a mi, tu estas pensando en eso- Mi conciencia tenía razón. Pero que ese arrogante estuviera bueno no cambiaba el hecho de que era un completo idiota. Regresé a mi casa.

-Que te pasó?- me dijo mi mamá, se ve que me conocia muy bien.
-Nada nada- dije tranquila como si en serio no acabara de pasar algo.
En fin, llegue a mi cuarto y me puse a pensar en que mañana venía Dylan y yo lo había olvidado por completo. De repente una imagen de el torso de Noah vino a mi mente. Inmediatamente sacudí la cabeza para sacarlo de mis pensamientos.

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1 a.m

Se estarán preguntando, ¿Qué hago despierta a esta hora?
Dado a que mis amigas y yo nos estabamos riendo a carcajadas por nuestro grupo de whatsapp, me desvelé. Me había reido tanto por las fotos y los chistes que hacían que comenzé a tenes un fuerte dolor en la cabeza. Me levante y fuí al baño para agarrar un ibuprofeno, luego a la cocina a tomar un vaso con agua.
De repente, escucho unos susurros en la calle (si, en mi casa se escuchaba cada sonido que sucedia afuera).
Mientras servía agua, miraba por la ventana ya que había una en la cocina que daba a la calle.
Era Noah con un chico de espaldas. Estaban discutiendo, o eso parecía, porque se escuchaban murmullos pero no lo que decían. Tomé mi pastilla y me quede observando un rato.

Me doy vuelta 5 segundos para guardar el agua en la heladera y me dispuse a irme, ya que me estaba aburriendo y no pasaba nada interesante. Miré de reojo una última vez y lo ví a Noah en el piso y el otro desconocido se iba corriendo.
No se que hacer! -Acaso sos idiota, ve a ayudarlo- No me molestes en este momento conciencia.
Rogaba, estaba por empezar a rezar que se levantara solo.
No se levantaba.
Creo que está inconsiente.
-Sabes que es lo que tenes que hacer- esta vez tienes razón conciencia.
Abrí la puerta y baje las escaleras de la entrada para dirigirme donde yacía Noah.
Empezé a moverlo y nada. ¿Que había pasado en solo 5 segundos que me dí vuelta? Me estoy desesperando. En su rostro se estaba formando un moreton en uno de sus pomulos, que en cuestión de segundos se hizo negro
-Noah- dije en forma de susurro y nada. -Noahhhhhh le dije en el oido un poco más fuerte mientras lo movía bruscamente. Hizo un sonido de molestía y me dió a entender que estaba vivo. Por más de que me cayera mal no quería que muriera, aunque no me disgustaba la idea de pegarle yo misma con lo que hizo hoy con el budín y ayer en la cafeteria...
No me miren así! Tampoco pretendía dejarlo asi, solo una cachetada que no tenga rastro -eres mala- lo se, pero por lo menos lo estoy ayudando.
-Eyy levantáte- para estar vivo no lo parecía.
Revisé sus bolsillos y encontré las llaves de su casa, abrí la puerta y la trabé para que quedara abierta.
Trate de tomarlo como pude, pero pesaba mucho y encima de que yo no me destacaba en hacer fuerza muy seguido... En fin, lo tomé como pude arrastrándolo un poco y me adentré en su casa. Era muy hermosa, me imaginé que su familia era adinerada. Como sea, no tenía tiempo de fijarme en detalles, así que lo puse en un sillón, dejé las llaves sobre una mesita que se encontraba al lado de la puerta y salí por esta. Volví a entrar a mi casa con un poco de pavor.
Sabía que en algo estaba metido, por más que sea un cantante, "Una estrella", algo turbio traía entre manos.
Me volví a acostar y me costo mucho dormirme ya que una pregunta daba vueltas en mi cabeza.

¿Quién es Noah Evans?

Pusiste Mi Mundo De CabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora