Encuentro

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Cho Chan era una mujer de hermosa figura, a pesar de sus dos embarazos, contaba con ese esbelto cuerpo, su piel blanca y sus rasgos orientales la hacían aún más bella, no por nada había atrapado a un afamado doctor. Así que a pesar de todo no podía evitar sentirse frustrada, estresada y enojada que la hacían tener una gran necesidad de estrangular a alguien, y no era para menos, si su nuevo vecino no era nadie más ni nadie menos que el bastardo de Harry Potter, ese estúpido hombre que tuvo la desgracia de conocer. Con un portazo ingreso a su casa, ya pensaría en una forma de vengarse del hombre que vivía enfrente, pero por ahora tenía que pensar en la comida de su marido e hijos. Del otro lado del pasillo en ese departamento que la asiática acaba de dejar, Harry se comenzaba a quitar lo que fuera el resto de crema de melaza de la decoración de su pastel de "bienvenida". Saber que su nueva vecina era Cho le traía desagradables y horribles recuerdos.

— Solo espero que no se tome represalias – menciono en tono divertido

— ¿Quién se va a tomar represalias? –justo se había sumergido en sus recuerdos cuando la voz de su pelirrojo amigo lo saco de ellos – vaya ¿quién te dio el pastelazo? —rio con ganas al ver la cara cubierta de merengue y el pan en el suelo.

— Si te lo digo no me lo creerías – le acompaño en las carcajadas para ingresar a su departamento siendo seguido por Ron.

Después ingresar a la sala el pelirrojo convenció al moreno de que tomara una ducha puesto que las hormigas le comenzaban a seguir por el dulce de su cara, el pelirrojo se dedicó a jugar y cuidar con el pequeño Sam, después de unos minutos el moreno salió de su cuarto de baño con solo una toalla cubriéndole la cintura.

— No puedo creer que la tengas de vecina – comento Ron mientras intentaba que el pequeño se quedara quieto

— Ni me lo digas pensé que seguía en china – dijo Harry suspirando mientras se secaba su melena con una toalla más pequeña.

— Solo espero que no tome venganza contra ti – comento con una fuerte carcajada para el pelirrojo era hilarante recordar esa noche hace 6 años.

— ¡No le des ideas! – menciono mientras se abrazaba a sí mismo, esa idea le había dado escalofríos.

La conversación de los amigos se vio interrumpida por el timbre de la puerta, ambos se quedaron viendo preguntándose quien podría ser. Cuando el sonido se hizo más insistente, rápidamente el ojo verde se apresuró a abrir olvidándose por completo que se encontraba casi desnudo. Fue en ese momento en donde abrió la puerta que lo vio, un hermoso rubio platinado con ojos grises tal cual plata liquida, vestido casualmente de jeans una camisa blanca y cazadora verde militar dejando al moreno pasmado. Mientras el joven al frente también lo observo y aunque un tinte rosa cubrió sus mejillas, recorrió el escultural cuerpo que tenía enfrente, pasando por esos hermosos ojos verdes, por esos hombros anchos, brazos fuertes, se notaba que hacia pesas, siguiendo por ese abdomen donde se admiraba el six-pack, para pasar su vista por la toalla que estaba un poco corta y le dejo adivinar su "parte" para terminar por las largas y tonificadas piernas, pero no se permitió divagar el tenia que cumplir con un encargo así que se obligo a cerrar los ojos y al volver a abrirlos la voz suave pero varonil trajo a ambos de su letargo.

— ¿Sería tan amable de ponerse algo de ropa? — la vista no era mala para el rubio, él debía verse profesional, aunque no pudo evitar que su voz saliera nerviosa. – vengo por parte de Sweet Baby, soy su nuevo niñero.

La voz sedosa solo logro que el moreno se quedara en las nubes, no podía creer la belleza que se encontraba en su puerta. El rubio simplemente levanto una ceja observando al moreno que no había dicho nada y se comenzaba a impacientarse así que respiro profundo y con un poco más de volumen en su voz...

— ¡Señor Potter tenga la decencia de vestirme y dejarme pasar! —el pequeño grito causo un sobre salto en el moreno que lo hizo despertar con sorpresa para verse a sí mismo y sin decir nada reingreso a su hogar dejando la puerta abierta.

El rubio solo lo vio extrañado y encogiéndose de hombros ingreso a la casa donde un pelirrojo le observo curioso. Ron solo había visto a un Harry en paños menores correr a su habitación, le siguió con la mirada hasta que escucho pasos desde la entrada, donde vio al rubio el cual hizo un gesto con la cabeza como saludo.

La primera impresión de Draco sobre Harry es que era sumamente atractivo, pero completamente descuidado, eso lo noto al ingresar al hogar del mayor donde vio todo el desorden de la sala donde se encontró con el pelirrojo y el bebe, saludo con la cabeza y se acercó al hombre sentado en el sillón.

— Como le mencionaba a su esposo, mi nombre es Draco y seré el cuidador de su hijo—dijo rápido y tranquilo, no era la primera vez que cuidaba a hijos de parejas del mismo sexo, vamos que no era raro desde el descubrimiento de los hombres fértiles, pero aun los hombres debían adaptarse a la vida de padres. Por eso siempre le tocaban este tipo de trabajos, más en el extranjero donde solía ser voluntario en los orfanatos.

Por su parte el pelirrojo quedo en shock del cual salió al escuchar la risa del pequeño entre sus brazos, lo que lo hizo reaccionar rápido y pararse, cargando a Samuel en brazos, y mirar al rubio con los ojos exageradamente abiertos.

— ¡Estas equivocado! – dijo gritando y con una cara de horror, y es que Harry era como su hermano y de solo pensar que él y Harry como pareja le daban escalofríos—yo solo soy su amigo, casi hermano, él y yo nunca seriamos lo que dices, ¡yo tengo novia! – exclamo lo último justo en el momento que el moreno salía de su habitación.

— ¿Qué es lo que pasa? – había salido con un pantalón deportivo y una camisa negra de tirantes dejan sus fuertes brazos al descubierto.

Ron simplemente le miro con asco, le dio el niño al rubio, salió corriendo diciendo "nos vemos mañana" y azotando la puerta de entrada. El moreno y el rubio solo se quedaron extrañados, uno por no entender que rayos le pasaba a su amigo y el otro por la mueca de asco en el rostro del pelirrojo. Una carcajada infantil se escucho en el silencio producido y ambos hombres regresaron su mirada al menor que divertido por las caras de los mayores siguió riendo, dando la señal de que este habia sido un primer encuentro extraño y divertido.

My Little BabyWhere stories live. Discover now