Pobre de mi,que dicha la mía por qué me siento así al verlos es como si me hubiesen paralizado el corazón en una óperacion como si tuvieran poder sobre mi.
Son como dos diamantes en bruto que cualquier persona quisiera tener en sus anillos o en sus collares pues yo los tengo enfrente mío todos los días relucientes, hermosos que tanto parecen la manzana prohibida que caigo en la tentación al verlos y admirarlos...pues extraño esa mirada fija
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Por Ella
RomanceUn sentimiento que no se desvanece sino que aguarda ese momento tan crucial para poder abrazarla otra vez