Belial (Angel Caído)

Capítulo 4.

     Mi pecho sube y baja lentamente. Hago un esfuerzo muy grande por respirar con tranquilidad, pero no puedo. Sus labios bajan por mi estómago y jadeo. Con su lengua, empieza a repasar mi vientre hasta llegar a mi más íntima parte. Belial levanta su mirada y sonríe con picardía. Sus ojos están grises y ensangrentados lo cual me calienta y me excita más.
     —Serás mía, Lily —susurra con voz ronca.
     Asiento lentamente.
     —¿Quieres que te lo haga? —pregunta acariciando mi deseo con sus dedos.
     —¡Si! —chillo —¡Si quiero!
     Belial sonríe una vez más, pero de pronto su rostro se torna serio. Su cara se transforma a una de demonio aterrador y entierra sus garras en mi estómago. El dolor me hace gritar de inmediato y retorcerme en la cama. Sangre baja a montones y vuelvo a gritar.
     —¡Liliana, despierta!
     La voz desesperada de mi tía Margareth me hace abrir los ojos de golpe. Mi pecho sube y baja acelerado y sollozo. Mi tía me abraza en ese instante.
     —Solo fue un mal sueño —murmura acariciando mi espalda —todo va a estar bien Lily, no te preocupes.
     Asiento sollozando, a sabiendas que probablemente nada estará bien. Es decir, nada está bien en mi vida desde que mi mamá murió y con la llegada de Belial a mi vida, mucho menos. Tengo que buscar la forma de deshacerme de él cuanto antes.
     —Todo estará bien si le pides a Dios que lo esté —murmura mi tía antes de salir de mi cuarto —solo tienes que tener fe.
     Observo a mi tía alejarse de mi vista y yo me quedo pensando en sus palabras. En verdad, ¿Todo podrá estar bien si le pido a Dios que lo esté? Na... Definitivamente no. Le pedí por mucho tiempo piedad, misericordia y una oportunidad más para mí y mi madre, pero él simplemente no me escucha y se la llevó de mi lado, porque si, fue él quién me la arrebató ya que tras la muerte de ella, varios allegados dijeron que fue su voluntad llevársela. Por ello, es su culpa que yo me mantenga sumida en una profunda depresión con deseos vanos de suicidarme.
   ....
     Cuando me despierto por la mañana, me levanto de mal humor. He tenido pesadillas toda la noche y casi no he dormido por ellas. Aunque las últimas no fueron totalmente parecidas a la primera que tuve. En las últimas, Belial no me mataba, pero si me hacía el amor incontables veces. Fue una maldita tortura despertar caliente y con el deseo de hacer algo que no quiero con quién no quiero. ¿O es que realmente si quiero tener sexo con Belial?
     —Yo creo que si quieres.
     Grito de manera dramática al sentir a Belial abrazarme por detrás y su aliento chocar en mi nuca.
     —¡¿Que demonios te pasa?!—gruño empujándole con fuerza con mi trasero.
     Belial suspira con profundidad, pero no se aleja de mí, en su lugar mete las manos bajo mi falda de uniforme y comienza a acariciar mis muslos con lentitud.
     —Me gustan tus piernas, Lily —murmura besando mi cuello —son muy suavecitas, como el resto de tu piel...
     —Belial, suéltame... —jadeo sin apartar sus manos de mi cuerpo.
     —¿Porqué?, ¿Es que a caso no deseas que te haga el amor por primera vez?
     —¡No! —chillo —No quiero...
     —So mentirosilla —canturrea apegando mi trasero a su entrepierna —como si no supiera que sueñas con que te haga el amor, con que te haga mía una y otra vez, que te torture mientras lo hago... ¿O es que acaso me equivoco?
     Belial me gira lentamente sin quitar sus manos de mi cuerpo hasta quedar frente a frente con él. Su oscura mirada se intensifica al ver mis labios y juro por mi patética vida que mi cara y mi entrepierna arden demasiado.
     —¿No sueñas conmigo, Lily? —susurra rozando sus labios por mi cuello —¿No sueñas con mis labios, con mi cuerpo y con mi mirada?
     Maldigo internamente y siento que mi cuerpo se hace gelatina bajo su tacto. El suave recorrido de sus labios queman mi piel y siento que no puedo más contra aquél deseo, aquél anhelo de besarlo, de tenerlo entre mis piernas. Los labios de Belial besan lentamente mi mejilla y saca su húmeda lengua y lame lo largo de mi barbilla. Jadeo y tengo que sujetarme de sus hombros con mis manos. Noto como sus labios se curvan en una sonrisa maliciosa y coqueta que me hace querer matarlo, pero a la vez desearlo.
     —Me estás volviendo loco... —murmura empujando mi cuerpo sobre la cama y colocándose encima de mí.
     —Belial... —jadeo cuando separa mis piernas y se mete entre ellas.
     Mis ojos se abren como platos al ver que comienza a desabrochar su pantalón e intento alejarme de él, muy asustada. Pero él me lo impide y me sujeta de los muslos.
     —¡Belial!
     —Mis labios serán los primeros y los únicos que te van a besar —sisea clavando sus uñas en mi piel —y yo seré el primero y el único que te haga el amor porque luego te mataré y te llevaré al maldito infierno para que tu alma se pudra como tú...
     Sollozo. Belial mete sus manos bajo mi falda y arranca mis bragas de un tirón. Grito aterrada y de nuevo intento escapar. Él no me deja. Comienzo a llorar y a gritar desesperada y le imploro que se detenga, pero él parece estar perdido y decidido a efectuar su cometido.
     —¡No quiero!, ¡No quiero! ¡Suéltame imbécil! —grito lo más alto que puedo y pataleo.
     Belial suelta una carcajada y su rostro se transforma al mismo que ví en mis sueños... A esa mirada ensangrentada, a esa boca grande con colmillos en lugar de dientes.
     —Te voy a matar, Lily... Te voy a matar... —sisea alzando una de sus garras.
     Cuando creo que en verdad va a hacerlo y que acabará con mi patética existencia, su cara se contrae y este jadea dolorido. De su boca chorrea sangre y cae al piso, que se empieza a abrir lentamente, destruyéndolo por completo. Una mano con garras negras aparece desde el fondo y Belial es arrastrado por ella hacia el interior mientras éste pierde el conocimiento. Belial desaparece, al igual que la mano y miro el piso embobada. Parece que no ha pasado nada, parece que todo fue mera imaginación mía y me desmorono en la cama. No puedo evitar llorar. ¿Que mierdas está pasando con mi vida?

Lo siento por no actualizar seguido XD me da pereza 🤣