MidoTaka ♡

36 0 0
                                    

—51...52...53...54...55..56. —la voz profunda de Midorima se escucha por todo el Gimnasio,casi vacío, pues  justo en una banca, recostado se encontraba el azabache, esperando a su queridísimo amigo...—Listo, vamonos Takao. He terminado —comentó comenzando a guardar cada uno de los balones que habían sido utilizados en ese lapso de tiempo...

—Nee Shin chan, ¿por qué han sido tan pocos tiros hoy? —La curiosidad era bastante palpable en el de ojos azules— es que acaso ya no eres tan resistente...—alzó una ceja sonriendo de medio lado, la burla y podía notarse en la juguetona sonrisa que takao tenía, nunca perdía alguna oportunidad de molestar al chico de cabellos verdes, necesitaba utilizar algo para verlo molesto, y es que demonios, Nadie podía negar que ver a Midorima con el ceño fruncido, lanzando un comentario sarcástico con esa voz que se vuelve más ronca cuando se enoja... era bastante sexy... takao movió ligeramente su cabeza... sus pensamientos estaban tomando un rumbo peligroso... y la ancha espalda del megane no ayudaba mucho... como odiaba quedarse a esperarlo... vale, no lo odiaba pero lo que sí odiaba era esa estúpida erección que se formaba al ver el cuerpo ajeno con gotas de sudor por el entrenamiento extra.

—Tsk... deja de decir estupideces Takao, Oha Asa ha dicho que mis números de la suerte son el 5 y 6... he hecho todo lo que esta en mis manos para mejorar mi suerte el día de hoy.—Acomodó sus gafas como era costumbre... mirando así furtivamente el cuerpo de su compañero.

Si tan solo Takao tuviese una remota idea de que su resistencia era bastante como para hacerle llegar al orgasmo más de 3 veces... Mierda. Midorima estaba pensando aquello nuevamente, ¿cuándo comenzó a fantasear con su compeñero y único 《amigo》? Quizá fue desde aquella vez que encontró al Halcón en plena sesión de besos con Miyaji... cuando noto el sonrojo sobre sus mejillas y escucho esos morbosos sonidos salir de entre sus labios... ese mismo día que comenzó a  ignorarlo por más de una semana.

Aún estaba molesto por eso.

¿por qué carajos el rubio había podido ver aquellas expresiones antes que él...?

Una carcajada hizo eco en aquel solitario lugar. —C-Claro Shin chan, a mi no me engañas, seguro ya te cansaste, y has puesto a Oha Asa de excusa...  —murmuró aún entre pequeñas risas... pero enseguida se puso serio, Midorima había comenzado a soltar un aura bastante oscura, Takao no pensó que se enfadaria tanto por una pequeñita broma, es que vamos, seguro ya hasta debía estar acostumbrado, pero no, al parecer Midorima seguía enojandose por cosas sin sentido, (o eso piensa el Halcón, ya que no esta consciente de los pensamientos del As de Shutoku)— Bien, ya... anda vayamos que se hace tarde y tenemos que cerrar. —Término por decir juntando el último balón.

—Y... ¿Hace cuánto que salen tú y Miyaji san? —el tono que uso fue más brusco y molesto que lo normal, guardo los balones y tomó una toalla para colgarla sobre su cuello, retiró sus gafas y comenzó a limpiar el sudor de su rostro...

La pregunta tomo por sorpresa al pequeño Halcón que solo pudo abrir grande la boca... ¿de donde demonios había sacado midorima ese pensamiento...? Era lo único que podía pensar... y es que no es que estuviese muy lejos de la realidad, lo que pasa es que Takao es bastante caliente y en los entrenamientos casi siempre terminaba con una erección gracias a Shintaro...

—Y-Yo... É-Él...—las palabras no salían, quizás la vergüenza, o tener a Midorima mirandole duramente... casi como si le diera asco es algo que no podía dejarle hablar...
—No seas anticuado Shin Chan, no salimos... solo algo de sexo casual... —trato de recuperar su habitual carácter despreocupado... pero de verdad que el de pelo verde se lo estaba poniendo difícil.

— ¿por qué él? —fue lo único que los celos de shintaro permitieron que emitiera, deseaba lanzarse, hacerle marcas por todo su pálido cuello mientras lo follaba duro y sin compasión, repitiendole que es solo de él, que nadie más tiene derecho a tocarlo.

La pregunta descoloco por completo al jugador de shutoku... parpadeo atónito un par de veces y luego una enorme sonrisa se poso sobre sus labios.— ¿porque no? Digo... deberías ver a senpai... con esas grandes manos... haciendo maravillas sobre mi cuerpo...—cerro los ojos soltando un suspiro algo exagerado... Takao había pillado el juego, ahora solo era cuestión de que la bestia de Midorima despertara, y el estaría feliz de decir que no podría asistir a la práctica de mañana por un inmenso dolor en las caderas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 01, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora