Capítulo 9

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Abro los ojos y la busco en la oscuridad pero sólo encuentro un bostezo largo y profundo, observó a mi alrededor pero Melisa no se encuentra a mi lado, las velas se han consumido completamente y las sábanas aún tienen su dulce fragancia.

Me levanto de la cama algo sobnoliento, me pongo un pantalón y salgo del cuarto con el torso desprotegido, me froto los parpados cuando la luz del comedor da de lleno en mis ojos.

Y cuando mi vista se aclara puedo verla en la cocina, en ropa interior y con una camisa mía cubriendo sus desnudos pechos, al parecer prepara el desayuno. La veo moverse de un lado a otro y camino con una sonrisa hacia ella.

La tomó por la cintura y beso su nuca, ella acaricia mis cabellos con una de sus manos, oigo la cafetera prendida.

-¿Descansaste amor?- Pregunta.

-Claro que si hermosa- La doy vuelta y la siento en la mesada.

Veo sus pezones a través de la fina tela de la camisa, pongo una de mis manos en sus muslos y la beso.

-Tengo que seguir con la cocina o lo voy a estropear- Dice sonriéndome con los ojos cerrados.

La levanto y la bajo delicadamente al suelo, vuelvo a besarla.

-Voy a darme un baño para despertarme.

-Bueno, pero rápido que esto ya casi está- Dice.

Camino hasta el baño y volteó a verla, ella está concentrada con los huevos.

-Sexo y desayuno- Río- Debería ser pecado ser tan afortunado- Oigo en respuesta una carcajada departe de ella detrás mío.

Me meto debajo de la regadera sintiendo el agua caliente, salgo, me seco con una toalla y veo el espejo completamente empañado por el vapor, me pongo algo de ropa cómoda y vuelvo a la cocina para desallunar con ella.

La veo sentada en una silla con una revista en las manos, veo los platos servidos en la mesa, tomó una taza y me sirvo algo de cafe, veo mi taza humear. Le agregó unas cucharadas de azúcar y bebo del líquido sintiéndome completamente despierto. Ella deja la revista aún lado y comenzamos a desayunar.

(...)

Terminó de lavar los platos y la veo salir del cuarto con su ropa puesta, agarró un trapo y me seco las manos.

-Que mal que tengas que volver a estudiar- Digo viendola a los ojos.

-Lo sé- Resopla -Pero si no termino el años con diezes no tendré los puntos necesarios para entrar a la Universidad- Se acerca a mi y me abraza - Pero esta noche volveré y traeré la cena, volveremos a tener otra vez una cena romántica.

-¿Y me aras el amor?

-Eso depende de cuanto me extrañes.

-Ya te estoy extrañando- Ella ríe y me da un débil golpe en el pecho jugando.

Bajamos las escaleras y caminamos hasta la camioneta de su padre, ella entra y enciende el motor, camino hasta su ventanilla.

-Hasta esta noche- Dice dándome un beso en los labios.

Me alejo del vehículo y la veo alejarse, vuelvo a subir a mi piso y terminó de lavar todo los platos sucios de la noche y el desayuno dejando volar mi mente.

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Luego de otro mes más en los brazos de Melisa, tuvimos el coraje de formalizar nuestra relación y de contarle todo a sus padres. Todo fue más facil de lo que habia planeado, según el señor Ferrami ya lo venia venir y era algo que esperaba, cree que en cierto modo soy un buen ejemplo para Melisa y que le hago bien a su manera.

La venganza de Alex [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora