Dreams ||Larry ||

✨Dreams✨

—Realmente ¿creíste que yo podría amar a alguien cómo tú?— escupiendo esas palabras llenas de veneno en contra de Harry.

Oh, Harry! 

¿Por qué fuiste tan inocente?

Pero él no iba a llorar en frente de Mike, por supuesto que no, por algo es alguien orgulloso y valiente. Lloraría cuando estuviera solo y nadie pudiese verlo.

—Entonces, ¿por qué mentiste? ¿Por qué dijiste que me amabas?—ignorar las lágrimas en sus ojos sería mentir, el nudo en su garganta tampoco ayudaba. Sentía ganas de irse pronto.

—¿Quieres una razón?—sonrió burlonamente—. De acuerdo te daré el por qué de todo esto—se acercó y lo acorraló contra la pared mirándolo directamente a los ojos—. Porque fuiste un juego, una simple apuesta. ¿Quién se fijaría en ti? Eres horrible, detesto haberte conocido.

Se aguantó todo, la destrucción que le estaban causando esas palabras hacían de la desesperación algo presente; quería escapar lo más pronto posible. Desaparecer, llegar a casa y quedarse en su cama para no salir nunca más de ella. Quería llegar a casa y abrazar a su mamá, quería sentirse a salvo. Su mamá era su refugio, es el lugar donde sabe que nadie podrá lastimarlo más.

—¿De verdad? Sólo jugaste conmigo, con mis sentimientos y ahora me dices que solo soy un maldito juego tuyo?— basta decir que se molestó demasiado, pero la sensación de estar cayendo en un pozo obscuro seguía presente—. Nadie podrá llegar a quererme, tal vez no me enamoré de verdad, tal vez me  quede solo todo la vida, pero ¿sabes lo que no tendrás tú?—una lágrima se escapó traicionando sus emociones, aún así, le mostró una sonrisa—. Tú, no conocerás jamás la sensación de amar y ser amado. Y esa es mi ventaja porque yo sí sé amar.

Sintió que ya no podía más y lo empujó con todas sus fuerzas. Salió corriendo de ese lugar, aquel lugar donde volvieron a romper su corazón. Es que de verdad pensó que esta relación era la correcta, pero, una vez más eligió mal y su corazón se volvió a romper dejando los pedazos regados por todas partes.

Afuera estaba lloviendo y no le importó. Las personas corrían para refugiarse de ella, Harry, por otro lado se alejo lo más pronto posible. Quería ir a casa, quería a su mamá, quería regresar con la misma sonrisa con la que salió de su casa. Pero decidió caminar aunque esté lloviendo a cántaros.

Tenía a la lluvia cayendo sobre su cuerpo mojándose. Tenía el corazón hecho pedazos, tenía lágrimas que se mezclaban con la lluvia. Lo que menos le importaba ahora era su salud.

No entendía por qué, si él hacía todo lo posible para que la relación funcione.

Caminó hasta un parque, uno en donde no había nadie. Perfecto, para desahogarse. Es que ya no lo soportaría más, le dolía mucho. Estaba a punto de rendirse 24 años de tanto intentarlo al parecer ya no es suficiente. Nunca es suficiente, porque al parecer a las personas les gustaba mucho destruirlo. Matar todas sus ilusiones, todos sus sueños de tener una pareja, de formar una familia. De sentirse querido y corresponder de la misma manera.

Se dejó caer en un lugar del parque y comenzó a sollozar de una manera tan triste, tan dolorosa que con tan sólo escucharlo te dolía el alma.

Le dolía y la única forma de demostrarlo era con lágrimas. Porque no sabía cómo levantarse de esta, quería dejar de ser un juguete para los demás. Anhelaba tanto que su corazón sea cuidado, que lata por una persona que se quedara para siempre y lo cuide.

“Nunca te amé, Harry”

<Deberías rendirte, no servirá que sigas esperando a que alguien te ame>