Irreal | Noah Centineo

Capítulo Cuatro

     Estoy mirando el techo de mi habitación cuando de repente me inspiro, ya sé lo que me voy a poner para la fiesta de Heidi. Al final he acabado vistiéndome con pantalones y no con vestido porque así iré más cómoda, unos pantalones marrones claros sueltos atados por la cintura conjuntados con unos tacones color crema, un bolso del mismo color y un top blanco. El conjunto me parece bastante adecuado para la fiesta que Emma describió como elegante pero no demasiado y le mando una foto a mi hermana para que me dé su opinión, como le da el visto bueno al instante bajo a la calle a esperar a mi representante. Voy a esta fiesta para mi trabajo, pero en el fondo sé que más bien es para hacer amigos, por mucho que adore a Emma no puedo depender de ella por el resto de mi vida, así que espero no volver muy decepcionada de la fiesta.

     Me encanta la calle de mi casa, si no pasa ningún coche y presto atención puedo escuchar las olas del mar e incluso puedo ver un poco las palmeras. Estoy sentada en el portal haciendo eso cuando veo que Emma llega en un coche pero es distinto al tuya.
     —Hey, Sof. Te veo bien —dice la voz de un hombre.
     —¡John! Me alegro de verte. ¿Qué haces aquí?
     —Sophie, no podemos llegar a la fiesta de Heidi conduciendo nosotras, y mucho menos en mi coche destartalado. Vamos, sube. —Emma está preciosa, lleva un top rojo escotado y una falda blanca que llega hasta el suelo, pero no lleva tacones porque estamos a la misma altura y ella es mucho más alta que yo. 

     La fiesta es en la terraza enorme de un bar que da a la playa. Como llegamos pronto para ayudar a Heidi por si necesita ayuda, podemos ver la puesta del sol llena de colores rosas y lilas, también algunos naranjas pero son los que se van más rápido, todo reflejado en el agua del mar, con las palmeras moviéndose suavemente por el viento. Todo parece tan mágico y el efecto sigue si miras el bar porque todo está lleno de luces led que imitan esos colores y las barandillas de cristal hacen que parezca que estás en la arena.
     —Sophie, gracias por venir, tengo que presentarte a tanta gente. —Heidi me da dos besos y me coge del brazo para dirigirme hacia el interior del bar— Ah sí, Emma me comentó lo del nombre y tienes que aceptarlo antes de comenzar a presentarte a la gente. Había pensado que Williams suena genial, digo Sophie Williams. ¿Qué te parece? Creo que está bien porque el apellido es europeo, tú eres europea y bueno... Al final lo que importa es que sea fácil de recordar.
     —Sí claro, me parece genial. —Williams es el apellido de una de mis actrices favoritas y me siento tan feliz de poder llevarlo yo, al menos de cara a los demás.

     Heidi nos presenta a Emma y a mi a unas cuantas personas importantes de las que me acabo olvidando al momento pero puedo notar como Emma las está analizando en profundidad para recordarlas siempre que sea necesario y me siento muy agradecida, no sé qué haría sin ella. Heidi me acaba abandonando para ir a saludar a más gente y atender a más clientes y a Emma simplemente la pierdo de vista, así que me voy a sentar a una mesa para dar los buenos días a mis padres mandándoles un mensaje. 
     —¿No has visto a ningún chico interesante en la fiesta como para tener que hablar con alguno de fuera? —Levanto la vista y veo como unos ojos marrones me miran con interés.
     —La verdad es que no, he visto a alguna chica pero nada que merezca mi esfuerzo. —Bromeo con él. Cuando se ríe, me doy cuenta de que tiene una pequeña cicatriz debajo del lado izquierdo de su boca que me parece adorable y puedo notar como sus rizos se mueven— Soy Sophie, por cierto.
     —Noah, encantado. —Me sonríe mientras me da la mano y decido que es él, él es de quien me voy a hacer amiga esta noche— Así que chicas, ¿eh? Estoy seguro de que puedo buscarte alguna.
     —En realidad también chicos pero lo dejo a tu elección. —Emma se nos acerca y se sienta a mi lado, se presenta a Noah pero se nota que ninguno de los dos quiere que el otro esté ahí.
     —Verás, ahora tengo que ir con mi novia y sus amigas pero que te prometo que alguna vendrá a hablar contigo en lo que queda de noche.
     —Oh, eres tan dulce, gracias. —Le digo con ironía mientras se despide pero cuando se comienza a alejar le llamo— ¡Noah, espera! Así es como te llamabas, ¿no? 
     —Sí, así es. —Sonríe mordiéndose un poco el labio.
     —No me has dado tu número de teléfono, ¿cómo se supone que te daré las gracias?

     Emma pide una copa para mi y me dice que no diga nada o las dos nos meteremos en líos. No tardo mucho en darme cuenta de que no tiene muy buena resistencia al alcohol así que le quito la copa y me la bebo yo en su lugar, lo que la molesta bastante pero lo acepta porque está trabajando. Me dice que me ha conseguido dos castings y salto a abrazarla, parece que hemos triunfado en esta fiesta. 

     Noah cumplió su palabra y antes de que acabara la fiesta vino una chica a hablar conmigo. Cuando miré hacia él, que estaba bailando con una rubia, vi como observaba atentamente y me guiñó un ojo, lo que me hizo reír pero con cuidado de que Cam, que parecía bastante interesada, no se diera cuenta. 

     La fiesta no dio mucho para más y al momento ya se estaba vaciando el local. Yo fui a casa de Cam ya que la mía no estaba lista aún y parece ser que Emma también se fue con algún chico anónimo, pero ninguna de las dos acabamos muy contentas porque al día siguiente decidimos olvidarnos de los dos.