× Capítulo 17 ×

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Día Ciento Cincuenta y Cinco.

4:00 pm.

La castaña se encontraba nerviosa, sus piernas no dejaban de temblar y sus manos se encontraban resbalosas por culpa del sudor.

El retraso de su período, aquel hueco en su estómago y esos pequeños cambios en su cuerpo, fueron suficientes para que comenzara a sospechar sobre un posible embarazo.

— Hable ya —exije con desesperación.

— Efectivamente señorita Curiel —la mencionada cierra los ojos soportando las lágrimas que amenazan con salir—, está embarazada.

Esa palabra sonaba en su cabeza desde hace semanas, el doctor González seguía hablando, tal vez le informaba sobre cuantas semanas tenía y cuáles serían sus próximos síntomas, sin embargo, ella se encontraba en un trance, donde su plan de vida cambiaba completamente y aquel miedo que le tenía a su padre aumentaba.

— Te veo muy tranquila, eso es bueno —sonrió el hombre—, como ya sabrás, un embarazo a tu edad es de alto riesgo, por ello debes cuidarte demasiado tanto física como mentalmente, te recetaré unas vitaminas, dieta...

Alto riesgo.

Salud física y mental.

Ignacio Curiel.

¿Cómo salvaría a un pequeño si ni siquiera puede salvarse ella misma?.

Con miles de pensamientos salió del consultorio, agradeció y pagó las vitaminas recetadas, sin olvidar todos los cambios que se aproximaban.

¿Cómo lo tomaría Jorge?.

¿Qué pasaría cuando Ignacio se enterara?.

¿Su hermano y amigo la apoyarían?.

____ siempre fue una chica de muchas preguntas y pocas respuestas, y esta vez no es la excepción. La menor se sentía vacía, decepcionada de sí misma, siempre imaginó su futuro de otra manera y ahora la vida le estaba arrebatando todas sus esperanzas, sentía que era el fin, quizás se estaba ahogando en un vaso de agua o quizás la corriente del río la consumía con rapidez.

— Tengo mucho miedo Alan —sorbio su nariz—, no quiero que nada malo pase por mi culpa.

— Nada pasará chiquita —consoló su mejor amigo—, aquí estoy, y jamás te dejaré sola... Gracias por llamar y contarmelo, perdón por no estar ahí contigo.

— No te preocupes —limpió sus rojas mejillas—, estoy bien, mientras Ignacio no se entere todo estará bien... Espero regreses pronto —sonrió recordando al moreno—. Adiós Alan, te quiero —colgó pues sabía que el sentimiento era mutuo.

Cerró sus bellos ojos frustrada, queriendo regresar al pasado y jamás haber cometido ese pequeño error. Jamás se sintió segura al tener relaciones con Jorge, jamás se sintió protegida y probablemente sólo lo hacía por olvidar aquel recuerdo amargo. Ella sabía que era su responsabilidad tomar aquellas pastillas pero tan sólo tenía quince años y su mente juvenil lo olvidó. Ella realmente se consideraba una estúpida.

— Vas a abortarlo —esa voz fría le dio un gran susto—, no permitiré que mi hija manche mi nombre por una estupidez.

— No fue ninguna estupidez —se defendió tratando de convencerse a ella misma—, se llama amor, algo que quizás nunca haz conocido.

— Cariño, recuerda que tus acciones pueden perjudicar a los demás.

— No importa —ambos se encontraban en una fuerte batalla de miradas, quién diría que esos pares de ojos azules eran tan iguales y tan diferentes al mismo tiempo—, tan solo hablas, amenazas y provocas miedo, jamás cumples y eso te convierte en un maldito cobarde.

— No juegues con fuego, hija, te puedes quemar —sonrió burlón el castaño.

— No te preocupes, creo que aprendí a como apagarlo — la ojiazul devolvió la sonrisa burlona.

Ignacio se encontraba sin ningún rastro de emoción, obviamente a este hombre jamás le ha gustado sentirme humillado por los demás, y esta vez su hija lo había provocado y desafiado; sonrió con burla, miró a la castaña por última vez y tomó el camino contrario.

— Tan sólo tenías que obecer, ____, ahora inocentes pagaran por tu rebeldía.

4:00 pm.

A Renata jamás le gustó ir al doctor, ese aire frío que tenían los consultorios siempre le había provocado temor, además de ese molesto silencio que siempre había dentro de esas cuatro paredes.

Esperó su turno con paciencia, al cabo de media hora salió una castaña muy reconocible para Renata, sin embargo la chica se encontraba absorbida en sus pensamientos por lo que no le presto ni la más mínima atención a la pelirroja, la mayor se levantó decidida para ayudar a la menor, pero fue interrumpida por el llamado del doctor González quien la esperaba.

— Tan solo un minuto, por favor —pidió sin perder de vista a la ojiazul.

— Renata no puedo esperar, es importante hablar sobre esto —contradijo el médico.

Rendida, entró al consultorio, desde hace semanas estaba preparada para la respuesta, ya sea positiva o negativa perjudicaría a todos los que la rodean, y eso era lo que no quería, no soportaría saber que se rompieron poco a poco por culpa suya.

— Lo siento Reni.

Y al escuchar esas palabras supo cuál era su destino, aguantó las lágrimas y toda esa impotencia de gritar e incluso maldecir al médico que siempre fue honesto con ella.

La pelirroja escuchó al hombre con atención, todas las posibilidades que le recomendaba iban hacia la misma dirección, un par de lágrimas cayeron por sus pecosas mejillas, lo único que tenía era la esperanza, era lo único que no podía perder.

En ocasiones las personas no valoran su vida, son cobardes y estúpidas aquellas que piensan que el suicidio es la mejor forma para salir de sus problemas, muchas veces no se dan cuenta de lo maravillosa que es nuestra existencia, de cuantos remedios hay para salir de aquel abismo en el en ocasiones nosotros mismos nos metemos por darle tanta importancia a la opinión de los demás, por no poder notar nuestra imperfecta perfección.

La castaña y la pelirroja eran completamente diferentes. Una quemaba como el sol y la otra era tan cerca  pero tan misteriosa como la luna, una amaba la vida y a la otra le daba igual si un día dejaba de respirar.

Dos chicas completamente diferentes, tanto en el físico como en lo mental pero con la misma chispa e ilusión en el corazón.

Vaya, ahora sabemos porque Canela se enamoró perdidamente de las dos.

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Holaaaaa
Las saludo desde el GYM 😢.

Bien, les había dicho que la historia terminaría a principios de octubre pero noombre tercer semestre me está matandooooo.
Así que la historia puede que acaba a finales de octubre jaja idk🤷🏽.

Denle ⭐⭐⭐ y comenten 💘.
Si no lo hacen reprobaran sus materias.

RECUERDEN QUE ESTOS SON LOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS AHHH.

Mokita (Tonalidades III) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora