Un día de éstos [Crónica de sentimientos]

Un día de estos...

Un día de estos voy a explotar, y quien sabe cuando será.

Un día de estos voy a llorar, como si no hubiera un futuro por el cual soñar, y mis manos mojadas me ayudarán a destruirme, ya que es algo por lo que no quiero luchar.

Un día estos voy a gritar, y no callaré nada.

Diré cada uno de mis pensamientos, y haré que no se los lleve el viento porque... porque un día de estos,

ya no voy a aguantar.

Y lloraré a más no poder porque me estuve callando mucho tiempo, sin hacer nada, ocultándole al mundo mi otra cara; pero ¿Por qué no mostrarla?

Yo sé.

Porque a nadie le interesa.

Y un día de estos me voy quebrar, tan fuerte y tan profundo que ya nadie será capaz de repararme.

Y tendré vergüenza; porque sé que tengo un problema, sé que me destruye, sé que me ataca; y yo no hago nada.

El masoquismo es mi agradable enemigo... y lo odio pero lo amo.

Un día de estos ya no va a haber más sangre en mis venas, más latidos en mi corazón, más alma en mi cuerpo.

Porque ya me habré ido.

Un día de estos acabaré con el sufrimiento y la causa de mis llantos de una manera no muy agradable.

Un día de estos me mataré.

Lo haré.

Y no tengo miedo de aceptarlo.

Porque largos son los días, las tardes y noches en un día como este.

Mis lágrimas son nocturnas. Como animales salvajes diurnos que se descubren en la oscuridad para no ser reconocidos por nadie.

Hay varias formas de ignorar un día como este, y lo he intentado.

Desde sonreír hasta hacerme daño, desde reír a llorar, y de fingir que todo está bien a aceptar mi realidad.

Un día de estos voy a...voy a...

Hf.

Voy a ser libre al fin.

Expresaré cada uno de mis sentimientos y no me esconderé porque un día de estos, aunque tenga miedo... ya no lo tendré más.

Y aunque sé que las personas se alejarán al verme... ya no importará. Porque querré ser feliz, y eso sólo lo lograré uno de estos días; cuando la marea esté tranquila pero yo me esté ahogando.

Llegará.

Y talvez algunos me juzgarán mal, o tendrán lástima de mí.

Pero quisiera salir de esto yo y sólo yo. Sin nadie que me ayude, lo cual sé: es imposible.

Pero algo que muchos no saben es que soy una persona inteligente encerrada en un cuerpo mentalmente enfermo.

Y aunque yo no lo quiera...necesito ayuda.

Ayuda.

Pero... ¿A quién le importa? Total, es sólo una persona insignificante en la vida.

No tiene nada de especial.

Y ahora te pregunto: ¿Qué es ser especial?

¿Acaso tienes que tener algún defecto físico para poder serlo? ¿O algo extraordinario que mostrar?

Pues creo que sí. Porque la sociedad de ahora es tan ignorante que da rabia, y no entiendo de dónde sacan tanta mierda.

Y un día de estos... voy a dejar de ser invisible.

Diré lo que pienso sin importar a quién le duela... y después me arrepentiré.

Porque soy cruel y soy agradable, soy mala y soy buena, soy cobarde y valiente.

Soy yo pero no soy yo.

Y ese es un gran dilema que tengo desde hace un buen tiempo: ¿Quién soy?...

Si río y lloro, si gozo y sufro... Si amo y odio.

Un día de estos me mataré, pero mataré a una de mis yo's.

A una.

Y será la que no me deja ser feliz.

Porque es algo que comparto con millones de personas y tenemos en común.

Llegar a ser felices.

Un día de estos voy a dejar de ser mi propio problema, y enfrentaré lo normal.

Lo difícil es despedirse de la vida, y de las personas que sé que me aman y yo quiero.

Mis padres.

Esas únicas dos personas son y serán las únicas que siempre me van a querer.

Nadie más.

"Corazón roto", yo prefiero llamarlo: Alma resquebrajada... y perdida.

Un día de estos voy a decir gracias...a todos los que me sacaron alguna sonrisa alguna vez.

Sólo a ellos.

Y...

Un día de estos, voy a decir: "Adiós mundo, fue un gusto conocerte. No olvides reencarnarme en otra persona. Ah y adiós vida, gracias por ser mi mejor amienemiga", y ya me habré ido. Desearía que con una sonrisa en mi rostro, pero una triste; y sé que será triste, porque será un día de estos.

Un día de estos, al fin, habré ganado todo sin dar nada; porque no soy mala, y si lo soy, no es mi culpa... Es mía.

Y por último...

Un día de estos cerraré mis ojos, feliz. Porque sabré que al despertar no volveré a derramar ni una lágrima de dolor.

El cielo me espera y yo lo llamo, pero corro porque las tinieblas me persiguen.