R e s i d e n t E v i l ~ one shots.

"desire" ; piers nivans. [+18]

Bisexual!Piers Nivans, lenguaje subido de tono, smut...

Lee bajo tu propio riesgo.

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Le observabas hacer abdominales, sentadillas, flexiones de brazos, todos los días, era tu costumbre... ¿Qué deseabas a Piers Nivans? pues lo disimulabas muy bien haciendo los mismos ejercicios que el castaño del otro lado del gimnasio pero sí, lo deseabas, con todas tus fuerzas, con todo tu ser, con toda tu intimidad. Soltaste una risita. Qué sucios eran tus pensamientos, pero es que el "perrito faldero" como le habían apodado al chico luego de que oyeran a Jake Muller decírselo, igualmente sólo se lo decían para molestarlo, en fin, aquel hombre de tan fornido cuerpo te provocaba.

No era que temías ir y decirle a la cara que te gustaba, para nada, es que se rumoreaba que andaba detrás de Chris Redfield, siempre, ir a decirle iba a ser una gran pérdida para tu libido de joven recluta de la BSAA. Suspiraste. Al menos te conformabas con disimular tu deseo por él. 

Seguiste con la rutina de ejercicios, perdiéndote en tus pervertidos pensamientos, alzabas unas pesas de 4 kilos en cada mano hasta que una se te safó y fue a dar con tu pie.

"¡Mierda!" exclamaste con dolor, captando la atención del castaño y corriendo hacia tí preocupado ya que vió como la pesa caía directamente a tu pie.

"¿Estás bien, ________?" cuestionó él mientras se agachaba a tu altura, viendo como te estrujabas esa parte adolorida, asentiste reiteradas veces aún con el rostro contraído de dolor cosa que no convenció para nada al recluta. "A ver, quítate el calzado..." ordenó él, aunque negaste varias veces, insistió y terminó por sacarte el calzado él. "Diablos, tu dedo está inflamado, te llevaré a la enfermería."

"Está bien, Piers, puedo caminar e ir por mi misma" replicaste, hecha un manojo de nervios, el chico se había preocupado por tí y tú que estaba en mitad de una sesión de sexo desenfrenado en tu cabeza, la maldita pesa lo arruinó todo, o no... Intentaste irte sola siendo que te dolía horrores el dedo pero fallaste en el intento y el muchacho, que estaba detrás tuyo con sus brazos cruzados aguantando aquel circo que te habías montado, suspiró y volvió a acercarse a tí, poniéndote de nuevo de los nervios cuando éste te tomó entre sus brazos y así llevarte a la enfermería.

Podías imaginarlo desnudo, en mil posturas eróticas, diciéndole cosas extremadamente sexuales pero que tuvieran contacto físico fuera de tu cabeza era algo maravilloso. Sentías tu rostro arder, sabías que debías estar más roja que un tomate pero ¡que demonios! aquel adonis te estaba cargando, con sus fuertes brazos, sentías sus marcados pectorales en el costado de tu torso y era la mejor maldita sensación de tu vida. 

Llegaron a la enfermería, y estabas lista para desilucionarte porque seguramente sólo te llevaba ahí y te dejaba, pero el lugar estaba desierto y él te depósito sobre una camilla mientras iba hasta un botiquín de primeros auxilios y luego a una pequeña nevera para sacar hielo. Tú le sólo observabas, nerviosa y ansiosa, aunque querías huir de allí, no sabías porqué pero sentías pena, mucha. 

Piers se acercó a tí y tomando algunas gasas envolvió el cubo de hielo más grande y lo puso sobre la hinchazón haciendo que sisearas por el repentino toque helado en esa zona tan ardiente debido a lo hinchada que estaba.

"Está frío... " wow, ______ qué coherente eres, te dijiste sarcásticamente en tu mente, que mala pasada te estaban jugando tus nervios. Suspiraste y te echaste hacía atrás apoyando tus palmas en la camilla. Piers debe pensar que eres una rarita sin cerebro, pensaste, mordiendo tu labio inferior para luego dirigir tu mirada al recluta quien también te estaba mirando. Notaste como a éste se le tornaban las mejillas coloradas de rojo y fruncia un poco el entrecejo.