Aun recuerdo la primera vez que le vi, tan feliz y radiante.
Con una sonrisa que cautivó mi frío corazón...
Solo era una foto, solo era un cartel de se busca, pero eso no impidió que me enamorará de él... De Mugiwara no Luffy.Alguien entro corriendo y abrazo mi pierna derecha dándole un suave y ligero apretón.
—¡Papi! ¡Papi! Mami volvió con Lucy y Laurence— su voz infantil y femenina me hizo sonreír ligeramente.
—Tranquila Laurie. Vayamos a recibirlos— solté un suspiro y fui a ver a mi joven esposo.
Y pensar que te conseguí, un joven perfecto, divertido, hambriento y con la posibilidad de tener hijos, un hombre que rescate y salve por amor.
Un hombre que fue mi aliado el hombre que enamoro a la gran Emperatriz Pirata y que ahora es el rey de los piratas.
El hombre que cumplió su promesa y ayudo a sus nakamas y a mi a cumplir nuestros sueños.
El hombre que es nieto de un gran héroe de la Marine, hijo de el hombre que Revolucionó el mundo entero, y el hermano de dos admirables hombres.
Ese hombre con que me case y tuve tres hijos.
Monkey D. LuffyTomé a mi pequeña hija en brazos y comencé a correr con ella en éstos, llegué a mi esposo y decidí darle un cortó besó en sus labios cerrados, pero este se separó casi automáticamente.
—Estoy molesto contigo Trafalgar— declaro Luffy apuntando con su dedo mi pecho mientras puso una cara de enfado, que ciertamente lo hacía ver adorable.
— ¿Qué se supone que hice?— pregunte verdaderamente preocupado, pues sabia que Luffy nunca pronunciaba bien mi apellido a no ser que estuviera muy molesto, siempre solía decirme Torao y por desgracia fue la primera palabra de mis tres hijos hacía mi.
—Mentir, eso hiciste. ¿Cuando pensabas decirme que antes de conocerme salias con Kid? — hablo con cierto reproche en su voz para después chasquear la lengua.
—No era importante...— intenté hablar pero me interrumpió.
—¿No lo era,?, pero lo sigues viendo y muy seguido para mi gusto. — Mi pequeño monito se encontraba muy molesto y podía notarlo en su voz.—¿me engañas? ¿le sigues amando?— preguntó con la voz quebrada, por sus ojos bajaban gruesas lágrimas. Limpie de estás con mis pulgares y recordé el tiempo juntos llevabamos seis años de casados y dos años de noviazgo y nunca pensé que después de ocho años creyera que yo Trafalgar Law le engañara.
—No y no. Luffy te amo a ti y solo a ti. Amo a nuestros pequeños hijos, a nuestros logros, a nuestra familia.
Siempre recuerda que tal vez no fuiste mi primer amor. Pero fuiste el último. Por eso después de ti, no existe nadie. Eres el amor de mi vida y eso no cambiará.—Al final sellamos ese capítulo con un beso. Mientras escuchaba a mis hijos reír.
//Hasta donde sé, la idea es mía y solo mía, fue bonito escribirlo.
Por si se parece a alguna otra historia que hayas leído, avísame para leer el ejemplar y hacer un poco más original mi obra.
Gracias.
Se despide Amy-San