¿Ranma quiere saber su futuro?
-P P-Chan es muy lindo y barrigón- iba cantando la pelirroja que iba caminando por las calles de Nerima.
-Deja de cantar eso- fue regañada recibiendo un golpe en la cabeza que le dejo un chichón.
- ¿Porque me golpeas idiota? - se defendió devolviendo el golpe -Yo solo digo la verdad, P P-Chan es muy lindo y barrigón- siguió cantando dándole la espalda y moviendo las caderas al ritmo de su canto para hacerlo enojar.
- ¡Ranma! - iba a tomarla de la camisa, pero ella fue hábil y le saco la vuelta, quedando frente a él y haciéndole una mueca sacándole la lengua para seguir fastidiándolo.
-Jaja vamos Ryoga no te molestes por eso, no tengo ganas de pelear mejor vamos a la heladería- propuso luego de burlarse de él, estaba entrañalmente feliz como para pelear.
-¡Contigo no iría a ningún lado!- contestó el Hibiki que estaba de mal humor.
-Por mi mejor, realmente no tengo interés en pelear y mucho menos de estarte aguantando- lo vio con indiferencia y le dio la espalda -Yo solo quería ser un buen amigo... perdón por molestarte- fingió una voz femenina y triste.
-Ranma... de acuerdo te acompaño- le dijo el colmilludo no podía decirle que no en esa situación, haciendo que la chica sonriera divertida pues su plan iba en marcha.
-Gracias Ryoga- le sonrió sonrojando al muchacho.
Caminaron un par de minutos en dirección a la heladería y cuando estaban a dos cuadras todo comenzó.
-¡Miren es la pelirroja!- grito un sujeto que la veía venir.
-Rayos... es lo mismo cada vez que vengo...- susurro con evidente molestia.
-Señorita ¿Quiere venir a mi restaurante? - invito un joven desde la entrada.
-Chica hermosa ¿Quisiera deber algo refrescante? - le invito otro desde la entrada de su tienda.
-Jaja chicos son muy amables, pero será en otra ocasión esta vez vengo con mi novio- dijo con algo de nerviosismo y con una falsa sonrisa tomando del brazo a él colmilludo.
- ¡Ranma! ¿Qué se supones que haces? - pregunto sin entender su reacción y sin saber que hacer.
-Solo cállate y sígueme el juego- le ordeno al oído -Vallamos a comer un helado querido- su voz sonó femenina y acompañada de esa sonrisa mientras tomaba el brazo de su amigo fácilmente podrían creer que eran novios.
-Lo que tu digas mi amor- dudo en decirlo, pero más le valía seguir el juego de Saotome.
Caminaron hasta llegar a la heladería, la pelirroja lo tomaba del brazo e iba muy sonriente diciéndole a todo aquel chico que la invitaba a algún lugar que Ryoga era su novio, causándole incomodidad, nerviosismo y sonrojo, no entendía que pasaba, pero su corazón latía muy rápido y no intentaba soltarse de ella, hasta que llegaron al local y ella lo soltó de pronto sorprendiéndolo aun mas.
-Menos mas que hemos llegado, es un fastidio pasar por esa calle- suspiro pesadamente y se sentó en una de las mesas.
- ¿Puedes explicarme que rayos pasos? - pregunto confundido.
Dio un bostezo y se acomodó en la silla -Nada diferente a todos los días anteriores…- dijo con una mirada de molestia hacia la ventana.
- ¿De qué hablas? - pregunto aun sin entender.
-Que tal hermosa señorita- le saludo el mesero con galantería - ¿Qué le gustaría ordenar? - pregunto viéndola atentamente.
-Mmm no lo se ¿A ti que te gustaría querido? - le pregunto al chico del pañuelo tomándolo de la mano.
-Yo… am… yo quiero una limonada- respondió tratando de tranquilizarse, se sentía extrañamente nervioso.
-Yo quiero un helado de vainilla, chocolate y fresa- ordeno ella con una sonrisa.
-Enseguida…- fue lo único que dijo el mesero, cambiando su actitud al ver la “relación” de ese par.
-Ranma… - quería volver a preguntar, pero le latía tan rápido el corazón que le daba un poco de miedo hacerlo.
- ¿Qué quieres? - había olvidado por completo la anterior pregunta y leía la lista de postres de nuevo para saber que ordenar después, ya que no podía ir a la heladería tan seguido como antes.
- ¿Estas bien? - pregunto de manera indirecta.
-Claro ¿Por qué lo dudas? - respondió con desinterés mientras seguía viendo la carta.
-Bueno… por…- aclaro su garganta -por lo de hace un rato…- se atrevió a decir muy sonrojado recordando que fue llevado de la mano por la pelirroja y lejos de sentirse incomodo estaba confundido.
-A… eso jaja no es nada solo una pequeña actuación, los chicos me tienen fastidiada y cada vez que ven sola me invitan a salir por eso ya no vengo tan seguido por aquí y aprovechando que te vi pues bueno era una excelente oportunidad- le dijo de manera sincera y evitando que se notara su molestia al hablar del tema.
- ¿Solo me usaste? - se sintió algo herido ya que por breves instantes sintió algo especial y creyó que era sincera.
-No lo tomes así, también quería pasar tiempo con mi mejor amigo- le sonrió evitando que se enojara y ocasionara una pelea.
-No te creo, además tú te beneficias mucho con esas situaciones consigues cosas gratis- le contesto para molestarla y era la verdad, conocía perfectamente a Saotome y el provecho que podía sacarle a la situación.
-Eso era antes…- su rostro se ensombreció y cuando iba a confesarle sus problemas el mesero llego.
-Aquí tienen, si necesitan algo más estoy a sus órdenes- luego de eso se retiró.
Ranma vio con gran emoción el helado olvidando de que hablaban, aunque de cierto modo eso fue intencional, no quería decirle a él sus problemas, pasaron un par de horas, la chica de ojos azules comió 3 helados y al quedar satisfecha ella y Ryoga tomaron su camino en dirección a la casa Tendo.
-Ranma… no te entiendo, creí que disfrutabas sacar ventaja de tu cuerpo femenino- insistió con el tema que le había causado curiosidad -Tu siempre disfrutas hacerme bromas haciéndome creer que eres una chica que se interesa en mi- continuo y el recuerdo de hace un rato volvió y se decepciono un poco.
La pelirroja suspiro, Ryoga no dejaría de preguntar hasta obtener una respuesta, era su amigo y podía confiar en él, aunque no quisiera admitirlo.
-Esta bien… desde hace un tiempo me he dado cuenta de que las cosas han cambiado, no me he casado porque mi prioridad siempre ha sido curar mi maldición… y Akane parece molesta con esa situación- comenzó a contar.
-Te comprendo, también es mi prioridad- sorpresivamente el Hibiki se limitó a escuchar sin molestarse y a compartir con ella su punto de vista.
-Pero no es solo eso, ya me cansé de pasar por las calles y que los chicos me digan cosas tontas, al principio era divertido y me sentía orgulloso de ser atractiva pero después se volvió molesto ¡Yo no soy una mujer! Ya me cansé de todo este asunto- confeso sintiendo un peso menos al poder decirlo.
-No sé qué decir… yo creí que no te molestaba- se quedo sin palabras nunca imagino algo así.
-Ya no importa… también me he cansado de buscar una cura que parece no llegar…- continúo viendo hacia el cielo -Me gustaría saber mi futuro y si me curare algún día… y quizá preguntarle a mi yo del futuro como consiguió una cura- esa idea había rondado su mente un par de días y al fin se lo conto a alguien.
-Pero eso es imposible…- también había tenido esa idea, pero luego de un tiempo decidió ignorarla.
-Lo se… creo que viviré con la duda hasta que ese día llegue- suspiro de nuevo, vencida ante esa idea tan irreal y poco probable.
Mientras este par iba conversando y caminando por Nerima, había un chico de cabellos oscuros, ojos azules y un algo muy particular, parecía que la pasaba verdaderamente mal, veía al cielo y estaba muy pensativo, decidió salir del parque donde estaba.
- ¡Mira por donde caminas! - grito en regaño la pelirroja que iba pensando en su curiosidad por saber su futuro y tampoco se dio cuenta por donde iba.
-Tu tampoco te fijaste por donde ibas ¿Estas bien? - pregunto Ryoga ayudando a que el otro muchacho se pusiera de pie.
-Si… lo siento iba distraído- se disculpó limpiando su ropa.
- ¿Eres un doctor? - pregunto Ranma con imprudencia al verlo con una bata blanca, pero era extraño porque tenia las manos sucias, debido a su trabajo, por lo cual no parecía un doctor.
-No, soy un inventor…- lo confeso con algo de decepción y sorpresa de ver a los chicos.
-Wow eso es sorprendente ¿Cómo te llamas? - Saotome empujo a el Hibiki para abrirse paso y llegar hasta el joven inventor.
- ¡Ranma! - la regaño por su brusquedad pero fue ignorado.
-Mi nombre es Yokoshima- extendió la mano para saludarla y sonrió, pero fue una sonrisa diferente, no pretendía conquistarla como los demás chicos solo le tenía respeto y era amable.
-Es un gusto yo soy Ranma Saotome, dime Yokoshima ¿Te gustaría ir a comer con nosotros? - invito con amabilidad y dobles intenciones (Seguramente podrá inventar una cura para mi maldición) pensó felizmente.
-Pero nosotros recién venimos de…- el colmilludo iba a intervenir, pero un fuerte pisotón lo hizo callarse.
-Claro, muchas gracias- se divirtió de la manera de llevarse de esos dos y sonrió, pues le trajo un buen recuerdo.
Había un restaurante muy cerca de ahí, llegaron hasta ese lugar e hicieron sus órdenes, como siempre Ranma pidió muchas cosas y se las comió todas, una vez que estaban satisfechos la chica decidió hacer más preguntas.
- ¿Así que inventor? ¿Eres famoso? - Pregunto curiosamente.
-No, no soy famoso justo hoy se me fue mi gran oportunidad- confeso.
- ¿Porque lo dices? - a Ryoga le iba interesando el tema.
-Hoy en el parque hubo una feria científica y bueno… mi invento no funciono cuando fueron a evaluarme y perdí mi oportunidad de ser un gran inventor- se sentía triste pues su invento había funcionado antes pero no cuando lo necesito.
-Es una lastima…- comento la pelirroja pues era una lástima que hubiera fracasado y que quizá no era tan bueno para inventar lo que necesitaba.
-Así es… creí que mi máquina del tiempo volvería a funcionar- termino de decir llamando la atención de los muchachos.
- ¡Máquina del tiempo! - preguntaron al unisón poniéndose muy cerca del rostro de Yokoshima.
-Si… ¿Por qué? - le sorprendió el interés.
- ¿Puedes mostrarnos tu invento? - pidió Saotome con una radiante sonrisa, no todo estaba perdido.
Se podía ver la evidente emoción de Ranma y aunque Ryoga no estaba tan emocionado también tenía interés, Yokoshima se mostraba algo incomodó por mostrar su invento fracasado, pero aun así saco de sus ropas un objeto interesante.
- ¿Esto es una máquina del tiempo? - pregunto con confusión y decepción la chica de ojos azules.
-Si, pero no funciona…- contesto el inventor.
- ¿Bromeas cierto? Esto no es una máquina del tiempo- Saotome veía por todos lados aquel objeto y no le encontraba forma, parecía una caja que quien sabe que tenía en el interior, tenía una especie de entrada o salida, era difícil de describir y sobre todo imposible que alguien pudiera viajar en eso.
-Yo esperaba un auto volador o algo así- confeso Ryoga igual de desconcertado.
-Bueno… es mas practico que un auto, verán en el interior de este objeto hay muchas sustancias químicas que se combinan con el jabón y crean burbujas, conocidas en la ciencia como burbujas de Hubble con la función de traspasar las barreras de tiempo, haciendo un viaje más cómodo- explico como el experto que era.
-Increíble ¿Por qué no funciona? - pregunto Ranma, necesitaba que el objeto sirviera para hacer su viaje y responder sus dudas.
-No lo se… no e buscado mi error- era verdad pues luego de perder su oportunidad guardo el objeto que quizá algún día le sería útil y después de eso se encontró con Ranma.
- ¿No crees que es porque no tiene baterías? - pregunto Ranma al ver que efectivamente no tenia baterías, lo vio con una expresión que decía “eres tan torpe como alguien que yo conozco ¿Verdad Ryoga?”
-No creo seas eso Ranma, es un invento muy importante y no creo que por unas simples bat…- defendía el colmilludo a Yokoshima.
- ¡Es verdad! Recuerdo que las traje de casa y debía ponérselas al llegar, pero llegue tarde y lo olvide- explico con nerviosismo a los que Ranma y Ryoga cayeron al piso por la torpeza del muchacho -Muy bien ya se las puse ¿Quieren intentarlo? - los invito animadamente.
- ¡Si, claro que sí! - se apresuró la pelirroja a ofrecerse.
- ¡Esperen! Hay demasiada gente aquí ¿Qué tal si esto explota? - dijo el chico del pañuelo con desconfianza.
-Tienes razón…- lo considero un poco y con es inventor tan tonto que olvido poner las pilas era posible que el invento explotara -Vamos a tu casa Ryoga- propuso.
Los chicos tomaron su camino hasta la casa Hibiki, ninguno de los dos entendía porque tenían tanta curiosidad por ver si esa máquina funcionaba, pero ahí estaban, llegaron hasta el patio y Yokoshima preparo un par de cosas para probar su invento.
-Ranma ¿Puedo hablarte un momento?- pidió el Hibiki, llevándola al interior de la casa.
- ¿Qué pasa P-Chan? - pregunto para ir directo al punto pues necesitaba estar afuera y ver si la máquina del tiempo funcionaba.
- ¿No te parece extraño? - le cuestiono.
- ¿A qué te refieres? - no entendía esa pregunta.
-A este chico Yokoshima y su maquina del tiempo ¿No te parece extraño que justo hoy que me contaste sobre tu idea aparece un sujeto diciendo haber viajado en el tiempo? - le sonaba sospechoso y presentía que algo no está bien.
-No seas paranoico yo llevo pensando mucho tiempo en saber algo sobre mi futuro y esta es mi oportunidad- respondió convencida.
-Pero… él miente nosotros pasamos por el parque y no vimos a ningún otro chico vestido de esa manera- podía ser torpe, pero de vez en cuando decía cosas importantes.
-Es cierto… pero quizá eso fue muy temprano y por eso no los vimos- defendió ella, aunque comenzó a dudar -No me molestes Ryoga, es una oportunidad que quizá no se repita ¿No quieres saber si algún día dejaras de estar maldito? - le pregunto haciéndolo reaccionar.
-Si, claro que quiero- fue honesto.
-Entonces vamos y deja esas ideas tontas- salió con el de la casa para ir con el joven inventor.
- ¿Están listos? - pregunto a ambos que parecían nerviosos de lo que pudiera pasar -Tranquilos todo resultara bien, cuando estén dentro piensen a que año quieren ir- los animo.
Ranma y Ryoga se pusieron juntos para que Yokoshima los envolviera en una burbuja, sin darse cuenta y por los nervios se tomaron de las manos, en un par de segundos estuvieron dentro de la enorme burbuja, veían al inventor que los despedía y un brillo enorme los envolvió hasta hacerlos desaparecer.
El chico de cabello oscuro y ojos azules sonrió -Buena suerte- y se sentó en el pasto para esperar el regreso de los chicos.
El Hibiki y Saotome habían conseguido pasar las barreras del tiempo, habían avanzado 16 años en el futuro, al llegar la burbuja exploto y los hizo caer al suelo de golpe.
- ¡Quítate de encima Ryoga! - le ordeno la chica adolorida por el golpe y por el peso que le callo encima.
- ¿Funciono? - pregunto algo mareado.
-No tengo idea- se puso de pie y se estiro, vio a los lados y noto que estaban en la casa Hibiki.
-Estamos en mi casa- dijo Ryoga y abrió la puerta trasera de la casa para entrar, subió a la que era su habitación la cual estaba decorada como la de un matrimonio.
-Valla Ryoga parece que te casaste, no imagino quien fue la pobre desafortunada jajaja- se burló.
- ¡¿Quieres callarte?!- la regaño, le intrigaba conocer a esa mujer con quien había unido su vida.
-Creo que no hay nadie en casa- dijo la pelirroja observando a su alrededor -Iré a buscarme a mi mismo para saber si me he curado, te veré luego- se despidió e iba a salir, pero fue detenida.
-Espera no puedes dejarme aquí- la acompaño hasta el jardín.
- ¿Por qué no? - no quería llevarlo porque no quería que supiera como seria Ranma en el futuro y adema no quería quedarse a averiguar con quien se había casado Ryoga, tenia miedo de que esa fuera Akane si él no había podido curar su maldición.
-Debemos estar juntos para volver a nuestro tiempo- comento, aunque no se les había dicho como o cuando volverían.
-Tienes razón… Yokoshima puede venir por nosotros y yo no planeo buscarte si llegas a perderte- eso fue un sí, era su amigo y no lo podría dejar en otra época.
Cuando ellos iban saliendo de la casa, la familia Hibiki iba llegando, caminaron un poco, Nerima se vía casi igual, la única diferencia eran un par de tiendas nuevas, autos con diseños extraños, ropa moderna, nada sorprendente, pasaron por el consultorio de Tofu y ahí estaba, querían verlo, pero en ese momento había otras prioridades.
De camino también vieron la escuela Furinkan y sorpresivamente la anciana que siempre los mojaba aún vivía y al igual que siempre seguía regando agua por la calle, la ignoraron y siguieron su camino hasta llegar al dojo Tendo que se veía exactamente igual.
- ¿No vas a entrar? - cuestiono el Hibiki al ver a la chica de ojos azules a punto de abrir la puerta.
-Yo… no quiero…- le daba miedo entrara y ver cual era su futuro, temía que no fuera lo que el esperara.
-No quieres enterarte de que Akane es quien se casó conmigo ¿verdad? - lo molesto, pero la intención era darle valor.
-Deja de decir estupideces no es eso- lo golpeo en la cabeza, en realidad su mas grande miedo era ver que aun era una mujer.
-Si mamá volveré pronto- se escuchó la voz de una chica, la cual salió del dojo Tendo.
Era una joven de algunos 12 años, para su edad era muy hermosa y tenía un cuerpo bien proporcionado, aunque no tanto como Ranma pues aun era pequeña, pero de cualquier modo se podía ver su belleza, con esos ojos cafés como los de Akane y una coleta en su cabello negro.
-Esa debe ser… la hija de Akane- dijo Ranma al ver a la chica pues a simple vista se veía su parecido -Tiene el cabello negro como yo seguro es mi hija- dijo con orgullo la pelirroja.
- ¿Acaso eres idiota? Yo también tengo el cabello negro, Akane se caso conmigo- le alego el colmilludo.
-Eso es imposible tu no tienes oportunidad con ella- se defendió.
-Pero no puedes decir que es tu hija por el color de su cabello, no eres el único pelinegro en el mundo- le contesto y era verdad, guardaron silencio y pensaron un poco, Mousse también tenía el cabello negro, Gosunkugui, y hasta el señor Tendo, quizá fue herencia de su abuelo.
-Tienes razón, pero es evidente que su belleza no la saco de su madre sino de mi- hizo una pose sensual y rio victoriosa.
-No eres una mujer y si te casaste con ella debiste haberte curado así que es imposible que se parezca a ti Ranko- nuevamente le había ganado.
-Averigüémoslo- no se resignaba a perder, se había vuelto una competencia.
Siguieron a la muchacha en silencio y parecía no haberse dado cuenta de ello hasta que la pelirroja y el colmilludo recibieron un mazo en la cabeza.
-Sin duda es hija de Akane- dijo Ranma sobándose la cabeza.
- ¿Se puede saber por que me siguen? - les pregunto acercándose a ellos.
- ¿Nosotros? Debes estar equivocada nosotros solo caminábamos por aquí- mintió Ryoga con una sonrisa falsa.
-No me mientan, me di cuenta desde hace un rato- los enfrento.
-Bueno si, queríamos hacerte una pregunta, pero pensamos que te asustarías si te hablaban dos extraños en la calle- explico Saotome.
-Es peor que dos extraños me hayan seguido- era la viva imagen de la peli azul.
-Lo siento- se disculpo el chico del pañuelo.
- ¿Qué querían saber? - pregunto pues quería que obtuvieran su respuesta y se fueran.
- ¿Quién es tu padre? - pregunto sin más la pelirroja.
- ¿Para qué quieres saberlo? - le causaba desconfianza esa pregunta.
-Es que… mira el es Ryo mi hermano y yo soy Ran, nuestro padre nos mando a buscar a un señor al dojo Tendo y bueno suponemos que es tu padre- era una mentira brillante.
-Hola Ayame- saludaron a la chica con alegría.
-Hola Ryota, justo iba a tu casa- confeso con un leve sonrojo.
-Y yo iba a buscarte- le contesto el otro pequeño de ojos azules y cabello negro.
- ¡Niña! ¿Nos dirás quien es tu padre o no?- la pelirroja se desesperó no quería ver una escena de amor solo quería ganarle a Ryoga de una buena vez.
- ¿Quiénes son ustedes? - pregunto el amigo de Ayame.
-Soy Ran…- estaba a nada de decir su nombre, pero por surte no lo hizo.
-Mucho gusto yo soy Ryota Hibiki- los saludo dejando sorprendidos al otro par.
- ¿Hibiki? - el colmilludo sentía que se desmallaba.
-Si… ¿Tu eres? - insistió con su pregunta algo nerviosa.
- ¡Ryota Hibiki! - grito con emoción y se lanzo hacia el chico para abrazarlo.
-No lo molestes- Ranma se lo quito de encima -El es Ryo mi hermano y esta un poco loco- se disculpó la chica.
- ¿A quién le llamas loco? Tú también te alegraste de solo pensar que ella es tu hij…- estaba a punto de cometer un error, pero recibió un golpe en la cara.
-Jaja me caes muy bien Ran- se rio Ryota al verla.
-Ambos están locos- agrego Ayame luego de todo lo que vio.
-Ayame y yo veremos películas en mi casa ¿Quieren venir? - los invito el más joven de los Hibiki, aun sin conocerlos del todo, parecía tan generoso como su padre.
-Claro con mucho gusto iremos- respondió Saotome con una sonrisa.
Ayame y Ryota iban un poco más adelante conversando un poco, mientras Ranma y Ryoga iban detrás.
-Es mi hijo- dijo con cara de estúpido emocionado.
- ¿Quieres controlarte? Nos descubrirán si sigues así- lo regaño la chica.
-No puedo, te das cuenta de que se trata de un hijo mío, es lo mas bello y se llama casi como yo- sentía que flotaba en las nubes e imaginaba todo lo que pudieron haber vivido juntos.
-Te comprendo- de cierta manera también estaba feliz de conocer al hijo de Ryoga, pero no se explicaba porque se sentía así -Pero si Ryota es tu hijo y Ayame es hija de Akane, eso significa que ustedes dos no se casaron- presumió triunfante.
-Eso ya no importa ahora Ranma- no le quedaba duda de que debía amar a su actual esposa porque sino no hubieran tenido un bello hijo.
-Oye Ryota- la pelirroja se acercó hasta el - ¿Quién es tu mamá? - le daba curiosidad saberlo.
-Es una mujer muy hermosa, con ojos azules tan azules como los tuyos, es muy fuerte porque practica artes marciales- la describió, aunque eso no le decía mucho, había cientos de mujeres con esas características.
- ¿Cómo se llama? - quería saber algo más específico.
-Ya la conocerás- no quiso decirle su nombre ni nada más sobre ella.
- ¡Mamá! ¡Papá! Ya llegué- anuncio el hijo de Ryoga.
-Bienvenidos chicos- saludo amablemente un hombre adulto con un pañuelo en el cabello.
-Ryoga…- fueron las palabras de la pelirroja al ver al mayor.
-Hola querido- una mujer muy hermosa de cabellos rojos salió de la casa para saludas a su hijo dándole un beso.
-Ranma…- el Hibiki se sorprendió de ver aquella escena, pero por si aun les quedaba duda con eso, la pequeña Ayame saludo a la pareja.
-Buenas tardes señores Hibiki- hizo una reverencia de respeto.
- ¿Se… Señores Hibiki? - dijeron Ranma y Ryoga al unisón, se voltearon a ver con una cara de susto y sorpresa.
En ese instante nuevamente una burbuja los envolvió y el mismo destello apareció, la familia Hibiki y Ayame parecieron no notar aquello, fue como si nunca hubieran estado ahí, la pelirroja y el colmilludo llegaron de nuevo a su tiempo, la burbuja se rompió y nuevamente cayeron al suelo.
- ¿Qué rayos pasos? - se preguntó Saotome poniéndose de pie y tomando su cabeza por el dolor.
- ¿Cómo les fue? - pregunto el joven inventor acercándose hasta ellos.
-No lo sé… no recuerdo bien…- el dolor aumento y como si hubiera sido un shock recordó lo ultimo (Señores Hibiki) fue lo que vino a su mente en compañía de su yo del futuro a un lado de Ryoga tomados de la mano y saludando a su hijo.
-Ranma…- vio a la chica y se quedo sin palabras, ambos recordaban lo sucedido y se veían a los ojos sin poder decirse algo.
-Mi trabajo aquí está hecho, debo irme a mi tiempo- dijo Yokoshima poniéndose de pie.
- ¿Tu tiempo? - pregunto Ranma con sorpresa.
-Así es, nos veremos en el futuro- confeso y le dio un dulce beso en la mejilla a la pelirroja que la dejo muy sorprendida.
-Yokoshima espera, ¿De qué hablas? - Ryoga necesitaba una explicación a eso, no entendía nada y se dio cuenta de que sus sospechas no eran tan erróneas.
-Mi nombre es Ryota Hibiki, los veré en un par de años padres- se forma una burbuja y lo vieron desaparecer.
No comprendían nada de lo sucedido, se quedaron solos, evitaban mirarse, no sabían que decirse, la tarde comenzaba a caer en Nerima, la curiosidad de Ranma por saber su futuro lo había llevado a descubrir algo que ni se imaginaba, pero que por un extraño motivo solo le había sorprendido y no disgustado, tímidamente tomo la mano de Ryoga y fue correspondida, ambos se miraron y sonrieron, solo eso hacia falta para confirmas su amor.
¡¡¡¡¡¡Hola!!!!!! Aquí mi bello one shot, confieso que me gusto mucho y me hubiera encantado desarrollarlo más, pero quedaría muy largo así que estoy considerando hacerlo un fic, espero que les guste y espero mi puntuación, gracias por leer.
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ranmaXryoga One Shot
FanfictionRanma y Ryoga a simple vista amigos o quiza eternos rivales pero la vida da muchas vueltas haciendo dudar que son en realidad... (Concurso one shot ranmaXryoga)