Todo comenzó la noche que mi madre se separo de mi padre, yo los escuche pelear desde mi dormitorio, gritaban demasiado.
-¡NO TE AGUANTO! ¡TE ODIO! ¡DEJAME TRANQUILA!-gritaba mi madre
-¡NOTE PREOCUPES ME LARGO DE AQUÍ TE DEJO SOLA, ESO ES LO QUE QUERIAS!- gritaba mi padre
-¡SI, SI ESO QUIERO DEJAME EN PAZ! : gritaba mi madre.
Yo ya no podía mas, estaba llorando como si no fuese a hacerlo más en mi vida, las lágrimas que caían, podrían llenar una piscina olímpica.
Mi madre y yo nos fuimos de la ciudad meses más tarde cuando solo faltaban dos semanas para empezar el instituto. Yo estoy repitiendo segundo de la E.S.O pero este segundo año lo vivo en una nueva escuela, nuevos compañeros, nuevos profesores todo es nuevo.
El primer día de clases no quería juntarme con nadie y solo quería sentarme en una esquinita y olvidarme del mundo. Cuando entre en clase y me presentaron yo desee que me tragase la tierra, todas las miradas se centraban en mi.
-Mirad chicos, esta es vuestra compañera, es nueva y quiero que la tratéis bien.-anuncio la directora.
Entre y me senté en la esquina del fondo, al lado de una mesa que también estaba vacía, y lo estuvo unas cuantas semanas, pero un día, al fin llego el dueño de ese asiento, no sabía su nombre, solo que era el chico más guapo de toda la clase, yo pensé que, bueno, no me dirigiría la palabra, yo, solo soy una repetidora de pacotilla, pero junto su mesa con la mía y pasamos todas las clases hablando sobre todo.
...
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La mirada del diablo
RomanceSolo te puedo decir que mudarse no es tan malo en algunas ocasiones.