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-La cafetería es una pasada, no sabía que serían tan diferentes a las del instituto- Aitana estaba eufórica después de su primer día de universidad -Todos mis amigos querían sentarse conmigo así he ido rotando para que todos estuvieran conmigo, ¿sabes?- hablaba sin parar mi hermana.

-Si... te entiendo perfectamente-.

Andamos por el aparcamiento del campus hasta que encontramos el coche y nos metimos en el vehículo.  Miré a mi lado y vi a Aitana con el casco de bici puesto. 

-¿En serio?- la miré enarcando una ceja.

-Pues claro- lo dijo como si fuese obvio.

Metí las llaves y encendí el coche, pero en vez de poner primera para salir, puse la marcha atrás... Y casi atropello a Mimi, la cuál me miró confundida a través del retrovisor del medio.

-Menos mal que llevo casco- murmuró Aitana y os aseguro que si las miradas matasen mi hermana ya estaba enterrada. Negué con los ojos cerrados deseando que simplemente lo dejase pasar hasta que escuché unos golpes en mi puerta así que la bajé e intenté poner mi mejor cara.

-Hola- dijo Mimi apoyándose en la ventana.

-Hola- suspiré-

-¿Cómo estás?- me estaba sonriendo y yo no sólo notaba como empezaba a subirse el calor a las mejillas.

-Bien- no la miré ni un momento, el volante era muy interesante.

-¿Segura?-.

-Si-.

-Eh...bueno, ¿sabías que la gente suele mirar antes de dar marcha atrás? Ya sabes, para evitar matar a nadie, es una cosa que hacemos-.

-Oh si- asentí intentando disimular que me estaba muriendo de vergüenza - Aún no me siento cómoda con los espejos-.

-Sí, ya lo veo- miró alrededor arrugando la nariz y volvió a mirarme-¿Crees que serás capaz de salir del aparcamiento o...?-

-Sí, no te preocupes estamos bien, en serio- internamente no estaba tan convencida -Deberías...marcharte- no podía ni mirarla a la cara.

-Vale, como quieras, Guerra -sonrió y sentí que me derretía un poco pero obviamente no era algo que iba a comentar. Miró a Aitana en el asiento del copiloto y la señaló -Hey, ahora estás al mando- Aitana se rió un poco observando toda la situación mientras Mimi se alejaba del coche. Volví a subir la ventanilla pero no me moví.

-¿Quién era ella?- mi hermana me miraba insinuante pero yo no la miraba.

-Era Mimi Doblas- me crucé de brazos y Aitana me miraba expectante.

-¿A qué estamos esperando? Vámonos-.

-A que se vayan los coches- mi hermana bufó y apoyó la cabeza en el asiento.

El sábado.

Estaba tumbada en el sofá con Aitana mientras veíamos una de nuestras series favoritas pero un pensamiento me vino a la cabeza.

-¿Qué crees que estará haciendo Miriam esta noche?-.

-Ponerse ciega- Aitana respondió sin moverse de su posición con la cabeza colgando del sofá.

-Aiti, ¿por qué dices eso?- fruncí el ceño.

-Así se divierten los americanos. Se desmadran. Lo he buscado-.

-Es raro que no esté aquí, ¿verdad?-.

Aitana se incorporó para mirarme mejor -Y también que no esté Roi, echo de menos cuando hace sus tonterías como cuando hace de super héroe-.

To All The...Boys?... I've Loved Before // (Warmi)Where stories live. Discover now