19. Furia incontrolable.

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-¿Alison qué te pasa?-Alcé la mirada distraída y me encontré con unos gigantes ojos verdes observándome con inquietud.

-Por quinta vez.-Suspiré y volví a esconder la cabeza entre mis brazos apoyados en la mesa.-Nada.

-Sabes que a mi no puedes engañarme tan fácilmente.- Cerré los ojos lentamente y seguí escuchando lo que me decía.-Eres una estúpida si crees que no sé lo que pasa aquí. ¿Qué te ha hecho ese gilipollas de Luke?

Los músculos de mi estómago se contrajeron mientras la miraba con miedo.

-¿Qué te hace pensar que puede ser algo relacionado a él?-Me revolví el pelo nerviosa.-No seas estúpida, vamos.

Posó sus manos de largas uñas celeste sobre mi mesa y me miró con rabia.

-He dicho que qué te ha hecho ese cretino. No me hagas preguntartelo otra vez.

-Hemos discutido.-Dije sin poder sostener mis palabras antes de soltarlas todas de una vez.-No soy la única mujer su vida, bueno, era, porque ya no quiero saber nada más de él. ¿Sabes Ames? No sé lo que es sufrir por amor, pero sé que esto que siento es algo cercano a ello, y sé que es como si te abriesen el estómago y te sacasen las mariposas para meter sanguijuelas.-Miré hacia abajo mientras notaba como estaba a punto de llorar.-Y las sanguijuelas te chupan la sangre hasta dejarte sin ganas de vivir Amelia. Eso es lo que hacen.

Sus largos brazos me rodearon antes de que pudiese decir algo más, y por un momento me olvidé del resto de gente que había a nuestro alrededor en ese momento y me eché a llorar. Pero no a llorar como un crío asustado y abrazado a las rodillas de su madre, si no a llorar a lo bestia. Tan fuerte que todos dejaron lo que estaban haciendo para cuchichear mientras no apartaban la vista de encima nuestra.

Y para colmo, sonó el timbre.

-Mierda.-Susurró.-Alison yo...

-No te preocupes.-Me separé y me limpié las lágrimas con el dorso de la mano.-Podemos seguir hablando más tarde.

Asintió y tras darme un beso en la mejilla acudió a su sitio en una de las primeras filas. Me senté de nuevo y mientras la clase avanzaba pude oír un par de veces mi nombre entre los murmullos de la gente.

Cosas como:

¿Hey has visto la escenita de Alison Hoffman?

¿Qué le habrá pasado a Alison Hoffman?

Seguro que luego no es nada, Alison Hoffman es una exagerada de siempre.

Y así.

Pude evitar eclipsar entre toda la mierda hasta que un avión de papel me dió en la cabeza y cayó sobre mi escritorio con total agudeza.

Lo deshice y leí lo que ponía.

Halison Jofman maldito zorra ya nos tienes artos no asces mas k yorar y irte a kasa pronto pk t duele nosek si tantas ganas tiens de yamar l atnesion pk n t mueres d una pta vz ia k algunos lo yebamso sperando mxo tmpo pta gorrda XD at: Daniiiii G.

Y entonces no sé que me ocurrió.

Sólo sé que algo me hizo levantar de mi sitio, con el papel todavía entre las manos y lanzar una mirada furtiva a toda la clase hasta encontrar a quién buscaba.

Dani G de Gilipollas, que me miraba sonriente, como si tuviese grabado en la frente un "¿Qué?¿Acaso vas a chivarte, vulgar perra?"

Todos miraban atónitos la escena, incluida la profesora, que miraba nuestra guerra de miradas sin entender muy bien de que iba la cosa.

Visions [ editando por finalización ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora