Single chapter

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Taehyung recarga sus mejillas sobre sus manos y suspira. Está cansado y extraña a Jungkook. El día en Vjook ha sido muy aburrido.

Mira a los clientes una y otra vez. De pronto algo llama su atención, Hoseok está sonriéndole a uno de los comensales. Alza la ceja y se acerca a pasos muy lentos.

-Taehyung-ssi -dice Eun, uno de los empleados-, parece que Hoseok está coqueteando con ese cliente.

Por supuesto, Taehyung recibe cerca de diez quejas diarias sobre la actitud de Hoseok, casi todas por parte de Eun.

El cliente desaparece de su vista, con un suéter que conoce muy bien: el favorito de Hoseok. Una vez que está junto a él, carraspea para llamar su atención.

-¿Sucede algo, Taehyung-ssi?

-Hoseok, ya te he dicho que no debes coquetar con los clientes, una más y estás despedido.

-Pero, Taehyung-ssi, yo no estaba coqueteando, sólo me gusta ser amable con los clientes.

-Pues muchos aquí no opinan lo mismo, Hoseok. Ve a atender la mesa 6, Namjoon se encargará de ésta.

Hoseok suspira.

-De acuerdo.

Taehyung suspira también y se aleja. Regresa a su sitio inicial: aquel sofá que su Jungkook ama; donde pasan hasta altas horas de la noche, aquel que es testigo de todas sus muestras de amor.

Observa su reloj y se da cuenta de que el turno de Hoseok ha terminado. Por más quejas que reciba de su comportamiento excesivamente amable, no puede negar que ese chico de sonrisa enérgica es una de las razones por las que su adorada cafetería es muy conocida; Hoseok es uno de los primeros empleados que contrató, y el único de ellos que sigue ahí, a su lado. Tampoco puede negar que adora tanto a ese chico que podría pasar por alto las quejas de Eun, ¿qué sería de Vjook sin Jung Hoseok?

Taehyung se queda pensando en mil y un cosas, como su pasado, aquel horrible pasado que quiere olvidar por completo, pero no puede; ese pasado es parte de lo que es hoy y lo que será mañana, ese pasado terrible lo hizo madurar y crecer como persona. Puede que odie todo lo que ocurrió durante su infancia y parte de su adolescencia, pero eso ya no importa, no más; ahora tiene a Jungkook, ese precioso y amoroso abogado que lo cautivó cuando era tan sólo un pasante... Jungkook, su otra mitad, el amor de su vida, ese tonto chico que lo enamora día tras día... No cambiaría absolutamente nada de su pasado si eso significa tener por siempre a Jungkook.

Había algo especial en Jeon Jungkook que lo hechizó en un instante. Tenía una personalidad tan atrapante que Taehyung no pudo evitar enamorarse en cuanto se conocieron. Su novio es talentoso en todo, de buen porte, lucha por defender a los demás y le brinda todo el amor que necesita, ¿qué había hecho bien para merecer a un ángel como su Jungkookie?

Una pequeña risita lo saca de sus pensamientos, una risita que conocía más que bien.

-¡Volviste, amor!

-Llevo más de veinte minutos a tu lado, Taehyung-ie~ La cafetería cerró ya. ¿Qué tanto pensabas? ¿Hay algún problema?

-Oh, no, no. Es sólo que estaba pensando en ti.

-¿Ah, sí? ¿Y qué pensabas sobre mí en esa linda cabecita?

Taehyung sonríe.

-En lo mucho que te amo, Jungkookie.

-¿Y cuánto es mucho?

-Te amo incluso mucho más que a los postres.

-Entonces me amas muchísimo -ríe-. ¿Quieres ir a casa o quedarte aquí?

-Quedémonos un rato, me fascina estar aquí y más si es contigo.

Jungkook asiente y se acomoda en el sofá, pasando un brazo por los hombros de Taehyung. Su novio recarga la cabeza en él y cierra los ojos. Jungkook admira lo hermoso que es Taehyung, decide dejarlo descansar mientras come un brownie que tomó del mostrador.

Se deleita con aquella delicia que su precioso novio horneó, simplemente para él es como comer un pedacito de cielo. Sin poder resistirse, deposita un beso en los suaves labios de Taehyung, dejando rastro de chocolate.

Taehyung pasa su lengua por sus labios, retirando el dulce. Abre los ojos y suelta una risita.

-Ya me antojaste el brownie, tonto -y sin más, le devuelve el beso.

Jungkook sonríe al lograr su cometido. Le encanta besar a Taehyung y mucho más le fascina provocarlo. Hay algo en aquellos rosaditos labios que le enloquece y no sabe que es, posiblemente se deba a que pertenecen a Taehyung, su Taehyung.

Entre beso y beso, Jungkook acaricia el sedoso cabello de su novio, aquel que tanto adora. Junta sus frentes y acaricia sus mejillas, antes de separarse y brindarle un dulce beso esquimal.

-Te amo, Kim Taehyung, mi adorable niño.

-Y yo te amo a ti, mi abogado tonto.

Y así, siendo testigo, una vez más, el sofá, los dueños de la concurrida y halagada cafetería Vjook, se demuestran lo mucho que se aman con dulces besos causados por un delicioso postre horneado con amor. Porque eso es Vjook, amor.

Vjook : De postres y besos [KookV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora