{46} Filadelfia, parte 1.

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Ámbar's POV.

Luna había recibido un mensaje que al parecer, la había dejado demasiado preocupada. Nina le preguntaba qué le pasaba, si podíamos ayudarla, y ella solo temblaba sin decir ni una palabra. Miré a Simón preocupada, el cual intentaba no desconcentrarse de su trabajo, pero aunque no quisiera notó que algo pasaba. 

-Bueno, Luna, no tenemos tiempo.- Dijo Nina y le quitó el celular de las manos, leyendo ella el mensaje y quedando de boca completamente abierta. 

-¿Qué pasó?- Pregunté asustada y Nina me extendió el celular.

Se lo quité de las manos y marqué el número de Matteo, esperando que alguien atendiera pero no fue así. Miré a Luna preocupada y noté que ella comenzaba a llorar, justo en ese momento su hermano Michel entró a la habitación, de la mano de Jazmín.

-Luna hay postre, ¿quieren comer algo?- Preguntó sin ver las lagrimas de Luna ya que esta estaba de espalda, aproveché que Michel no me miraba a mi tampoco y le hice señas a Jazmín de que se lo llevara.

-Amor, deben estar ocupados, vamos.- Dijo Jazmin dulcemente, la miré alzando mis cejas al verlos tan cariñosos y en seguida noté que se había sonrojado. 

-Espera, ¿esas son las camaras de seguridad de la casa?- Dijo Michel de repente, señalando las cámaras que estaban en la mano de Simón. Fue lo único que hizo finalmente reaccionar a Luna.

-Sí, Michel. No le digas a mamá y a papá.- Se dio vuelta y finalmente su hermano vio su rostro, rojo de tanto llorar. 

No había duda alguna que Michel podía portarse como un niño cuando quería, comenzó a hacer preguntas sobre las cámaras y sobre qué era lo que estábamos haciendo acá realmente, que no nos creía que estábamos trabajando, y así es como comenzó una de esas grandes peleas de hermanos. El gran problema era que esto nos estaba sacando demasiado tiempo.

-¡Basta!- Grité frenando la conversación de los hermanos y Michel me miró extrañado.- No tenemos tiempo.- Le dije a Luna preocupada y ella asintió, recordando el mensaje. Ella más que nadie sabía que realmente no teníamos tiempo. 

-Luna, vos anda ya al hospital.- Dijo Nina, comenzando a organizar todo.- Ya llamé a Gastón para que te lleve, nosotros tres nos quedamos acá viendo si podemos rastrear esto.- Finalizó y todos asentimos.

-¿Hospital?- Preguntó Michel.

-Yo podría ir a avisarle a Pedro.- Dije ignorando a Michel.

-Amiga, yo justo me iba, ¿querés que te lleve?- Me dijo Jazmín dulcemente.

-Está bien, vayan.- Acotó Nina, estando de acuerdo.

Michel intentó volver a hacerse notar pero nadie le prestó atención, escuché que Jazmín le decía que esto era importante y que tenía que comportarse como un buen hermano. Sonreí una vez más al ver que mi amiga que yo descaradamente había abandonado, finalmente se estaba enamorando. 

-Mi amor, ¿vas a estar bien?- Le pregunté a Simón en un tono bajo para que pudiera escucharme.

-Sí, bonita. Ve tranquila, cuídate.- Me respondió acariciando mi mejilla y luego beso fugazmente mis labios. 

Salí de la casa de Luna hablando con Jazmín, me estaba contando felizmente lo bien que iba con Michel. Me contó la cena con lujo de detalles mientras íbamos rumbo a lo de Pedro, tanto que me hizo olvidar lo que realmente estaba yendo a hacer, lo cual me hizo tensarme y ella lo notó.

-Ámbar... ¿dije algo malo?- Me preguntó confusa.

-No, perdón. Es que...- Bufé, tapando mi cara con mis manos.- Estoy nerviosa por lo que tengo que decirle a Pedro.- Agregué y ella asintió incomoda, yo sabía que a ella le dolía que le tuviera tantos secretos, a fin de cuentas era mi amiga, pero yo no podía contarle esto. 

«Liars»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora