En búsqueda de las mujeres shinigami

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Capítulo 54 En búsqueda de las mujeres shinigami.


Aquellas presencias se sentían sumamente poderosas, cosa que notaron de inmediato Ichigo, Sora y Kisuke. Aun así, no parecían estar inquietos, a excepción de la shinigami que había reconocido uno de los reatsu que estaban en distintas partes de Karakura, pero tan solo decidió guardar silencio.

—Hemos llegado antes de lo planeado—comentó uno de los recién llegados a Karakura.

—Tienes razón en eso nii-sama. Sin embargo, debemos encontrarlas lo antes posible—aclaró Rukia, mirando hacia todos lados.

—La verdad es que no siento la presencia de Roxanne—confesó Stark, extrañado, ya que él siempre lograba sentirla.

—Si Stark no logra percibirla entonces estamos por mal camino—comentó Lilinette.

—La verdad es que tampoco puedo detectar a Sora—comentó preocupado el de cabellos blancos.

—No tiene de que preocuparse capitán, la encontraremos—aseguró sonriéndole a Toushirou para que no se preocupara demasiado.

—Lo que dice Matsumoto es cierto, de seguro encontraremos a Roxa y a Sora—acotó Shuuhei, que no lograba percibir la fuerza espiritual de su capitana.

—Yo sé dónde podría estar ¿me quieren acompañar? —preguntó sonriendo la de cabellos verdes, siendo seguida por todos, ya que no había otro lugar para buscar.

Por otro lado, en el Seireitei, Ulquiorra se encontraba en su oficina, revisando sus múltiples papeles, pero no dejaba de pensar en la ausencia de Sora. Él no tenía idea en donde podía estar o que era lo que estaba sucediendo en la sociedad de almas, ni siquiera que un grupo había sido ordenado de ir en busca de ambas shinigami. De pronto Ulquiorra sintió una intromisión poco habitual en su oficina, lo que le pareció sumamente extraño.

— ¿Pensando en por qué Sora no está aquí? —preguntó directamente Hallibell.

— ¿Sabes algo?

—Se ha ido del Seireitei y ni siquiera te has dado cuenta. Eres muy insensible como novio Ulquiorra. A mí no me gustaría tenerte por lo menos—comentó, burlándose del de cabellos rubios.

—Se directa y dime de una vez lo que sabes—exigió el de ojos verdes, que no tenía mucha paciencia y sabía que Tia tenía una segunda intención.

—Tienes razón, seré directa. Un contingente fue en busca de Roxanne y Sora, entre ellos obviamente fue el capitán Hitsugaya. Apenas supo que Sora había escapado del Seireitei se dirigió de inmediato al mundo mortal. Tu sí que eres insensible, si yo fuera Sora, te dejo—aseguró la rubia, dejando en la oficina a un enojado Ulquiorra.

—Iré al mundo mortal, pero lo haré mañana. Tengo que pensar muy bien que es lo que debo hacer realmente—se dijo mentalmente el capitán de la quinta división, siguiendo son sus labores.

Mientras esto sucedía en el Seireitei, un grupo de shinigami y Espadas se encontraban en frente de la casa de Ichigo, esperando a que el joven llegara a su casa.

Cuando Kurosaki llegó de la casa de Urahara se sorprendió al ver que la mayoría de los capitanes, sub capitanes y Espadas se encontraban sentados en el living de su casa, siendo atendidos amablemente por Yuzu.

—Hola Ichigo. No me dijiste que ibas a traer visitas, de lo contrario habría hecho un pastel—lo regaño Yuzu.

—¡¡Qué hacen todos ustedes aquí!!—gritó descolocado al ver a todo el grupo en el lugar.

La domadora de panterasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora