Así fue ║ Leon Goretzka

¿Qué estás haciendo?

- ¿Para qué voy? –

- ¿Para qué? Mafer, es mi cumpleaños –

-Pero de seguro va a ir él y la neta no lo quiero ver –

- Mafer, ambos son mis amigos, los amo... -

-Y a él lo conoces casi desde la infancia y a mi casi medio año y por eso no te pondré entre la espada y la pared - le dije

-Mafer, hazlo por mí –

Entonces cruzamos miradas y no pude con eso –

-Ok Karl, te saliste con la tuya –

-Ven bebé – dijo y me abrazó.

Fui a la fiesta de Karl, estaba algo paranoica.

-Me siento incómoda – le dije a Rafa

-Tú tranquila Mafer – me dijo en la oreja

-Todos me miran raro – le dije

-Claro que no, nadie te está mirando – me dijo Max

Todo estuvo tranquilo, poco a poco me sentí en confianza. Max, Karl y otros chicos me sacaban a bailar, luego fui a la cocina por una cerveza, entonces vi a Leon. El estómago comenzó a revolverse. Me recargué en la barra, me sentía nerviosa y desesperada. Sentí su mirada "¿Volteo?" me pregunté mentalmente a mi misma, me resistí por unos momentos, pero el instinto me hizo una mala jugada. Volteé y vi que me miraba fijamente, lo miré por un par de segundos y todo lo que me transmitió fue arrepentimiento y culpa. Sentí horrible al verlo y me volteé de nuevo, sabía que si seguía mirándolo iba a ir directo a él a abrazarlo y decirle lo mucho que lo amaba. No pude más. Luego salí al balcón con mi cerveza, me senté en el suelo en una esquina, abrí mi bolsa de hombro, saqué un cigarrillo y luego lo encendí. Sentir el humo en mi garganta, inhalarlo... me hacía sentir bien.

-Te odio Karl por hacerme venir – dije en voz baja

Seguí mirando a la nada, pensado una y otra vez en Leon.

- ¿Qué estás haciendo? –

Al escuchar su hermosa voz me mordí el labio y le di un trago a la cerveza. No lo miré, entonces se acercó a mí, se inclinó y me quitó el cigarrillo y lo pisó. No le dije nada, solo saqué otro de la bolsa y lo volví a encender.

-Mafer – elevó la voz

Volvió a tomar mi cigarro y a apagarlo

- ¿Qué se te ofrece? – le dije en mala onda

- ¿Cómo estás? – preguntó

-Bien –

-No me gusta que fumes –

Lo miré incrédula

- ¿Neta me dices eso? –

-Te hace daño – dijo

- ¿Más del que me has hecho? – dije levantándome, luego lo miré a esos hermosos ojos – Lo dudo – dije con arrogancia para luego marcharme

-Mafer – dijo tomando mi brazo

-No me importa nada de lo que digas – le dije

Nos miramos por unos segundos, Leon me tomó del otro brazo y en un impulso quiso besarme, pero retrocedí a tiempo.

-Déjame en paz – le dije

Me solté de su agarre y me metí de nuevo a la casa y llegué al sofá con Rafa.

"- ¿Estás ocupado? -

-No, ¿qué ocurre? –

- ¿Puedes venir por mí? -

-Por supuesto –

-Gracias Francisco -"

-¿Todo bien? – preguntó Max

-Sí güero – le respondí

-Oye, ya sé que no me incumbe, pero... -

-Si es algo de Leon, créeme que no me importa, Max, ya sé que eres su mejor amigo y que quieres que arreglemos esto, pero, güero también ponte en mi lugar, me siento fatal –

-Lo entiendo, perdóname – dijo apretándome suavemente la mejilla

-Te aprovechas de mi porque te quiero - le dije

-Obvio – respondió

Leon hablaba con Karl y yo estaba con Larissa platicando cuando vi que Mathea entró al lugar.

-No mames! – dije en español

- ¿Qué pasa? – preguntó Larissa y miró hacia donde yo

Karl la vio y se dirigió hacia ella, hablaron por un momento y luego Leon se acercó. La cosa se puso tensa ya que Karl elevó la voz.

-Deja ver que pasa – dijo

- ¿Qué sucede? – preguntó Rafa

-No lo sé –

- ¡Que no me voy a ir! – gritó Mathea

Entonces todos volteamos a ver y hasta pararon la música

-Mathea, por favor – dijo Leon

-Mi vida, no me voy, Karl, déjame estar aquí – dijo

Entonces me levanté y me dirigí hacia la puerta sin que se dieran cuenta.

- ¡Mafer! –

La sangre se me heló. Volteé y era Francisco quien me llamó. Entonces las miradas se fueron hacia mí, incluso la de Mathea.

-No eres bienvenido aquí – dijo Karl

-No te preocupes Karl, ya me voy, solo que vengo por mi novia – dijo Francisco

-Ella no es tu novia – dijo Leon

-Tú qué sabes – dijo Francisco arrogante

- ¡Ay por favor! ¿A quién quieres engañar? – dijo Leon acercándose a Francisco con la misma arrogancia

-A nadie, yo no engaño y menos a una chica como Mafer – dijo Francisco acercándose aún más 

Ambos se iban acercando entre sí de tal manera que daban la impresión de pelear, fue cuando entré a separarlos.

-Ya basta, suficiente – dije – Ya vámonos Francisco –

-Si, ya vete – dijo Mathea

- ¿Y tú qué? estúpida – dije en español

-No sé que hacías con él, Mafer, le faltan huevos a este cabrón – dijo Francisco en español

-Tranquilo, amigo, ya estuvo – dijo Franco di Santo en español

Francisco me tomó de la mano y salimos.

-Perdóname Karl – le dije antes de salir