Pensamientos

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Entre a mi casa cerrando la puerta con furia. No sabía porque estaba tan enojado. Me frustro la idea de saber que este idiota vivía tan cerca mío y nunca me había dado cuenta.
-HOLA! Hay alguien?!- grite cuando entre. Nadie respondió. Comencé a recorrer la casa para encontrar a alguien ya que era muy grande como para que escuchen mis gritos desde la entrada.
Entre a la cocina y vi a Lucrecia.
-No escuchaste mis gritos?- le dije riéndome
- Si pero ya sabía que venias por comida así que me calle para no tener que cocinarte.- sonrió divertida
- Como me conoces eh- la mire haciendo puchero.
- Bueno bueno que queres a ver.-
- Si ya sabes que voy a decirte.- conteste alzando mis hombros.
- Fideos con tuco.- dijimos al unísono.

Abrí la puerta para ir hacia el living y toparme con Dante.
- eh bro que haces ahí?- pregunté
- Nada viendo unas cuentas del bar.-
Mi tío le había regalado un bar a mi hermano cuando él cumplió los 18. Sabía que todavía era medio chico pero midió su nivel de responsabilidad con ese regalo. Ademas Dante no paraba de insistirle que quería trabajar y ser el dueño algún día.
-Che pregunta.- dije sentándome a su lado. -.vos que estas en ultimo año, conoces a un chico llamado Blas?-
- Si es amigo mío. Bah no tan amigo pero es, ¿porque?- me respondió sin despegar los ojos de los papeles que estaba revisando
-ah, mira. Es un idiota, no sabia que era vecino.-
- Porque idiota?.- preguntó.- y si, es nuestro vecino hace años.-
Seguramente no lo conocía porque Dante no era de traer a sus amigos a casa. Era mas de salir o ir a comer afuera.
- Na nada, porque hoy est...- iba a contarle lo del juego cuando Dante se paro.
- Romeo, eu, mira esto.- le dijo el hermano del medio cuando lo vio bajar por la escalera, dejándome con la palabra en la boca. Ambos entraron a la cocina.

Eran las 18:00 en punto cuando me levanté de una hermosa siesta. Me estire y me quede sentado en la cama pensando. Fui al baño, me lave la cara y salí caminando hacía la ventana con la toalla mientras me secaba.
Baje la toalla para ver a través de los vidrios.
Vi a Blas en su cuarto. Mi ventana daba directa a la de el.
<¿como nunca me había fijado?>
Salí de mis pensamientos sacudiendo la cabeza.
Y lo vi, envuelto en una toalla recién salido de la ducha.
Comenzó a cambiarse. Llegue a ver la parte en la que se puso el pantalón, dejando al descubierto su torso desnudo, mientras se secaba sus rulos.
< ¿porque es tan lindo?>
-. Que decís Junior callate.- me dije a mi mismo golpeándome la cabeza.
La verdad me parecía atractivo, no era como los chicos que había conocido.
Salí de mi pensamientos golpeando mi cabeza una vez mas y bajando la persiana para no ver lo que él hacía.

&quot;Provocando al enemigo&quot;-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora