05.- EL PASADO SIEMPRE VUELVE

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—Me enfermé y tuve que acompañar a mi padre en un viaje de negocios porque me había comprometido a hacerlo —Kun se sentía como un niño atrapado en medio de una travesura, mientras Johnny reía a su lado, pero no detenía a TaeYong en su regaño—, por eso tardé más en recuperarme.

Una toz violenta le azotó el pecho para darle énfasis a sus palabras y no pudo escuchar la respuesta del mayor.

TaeYong le recordaba un poco a XingJie, que había sido algo así como su amigo luego de mudarse a Zhejiang. Él y LinKai habían sido sus compañeros durante casi cuatro años, hasta que se mudó a Corea del sur sin siquiera despedirse. Ellos dos, junto a Lucas, fueron los únicos amigos que Kun tuvo antes de llegar a suelo coreano y XingJie, a pesar de ser el más serio y distante de los tres, siempre los cuidó a él y LinKai casi como una madre preocupándose de sus revoltosos hijos. Mentiría si dijera que no fue esa similitud con su amigo chino lo que lo empujó con más ansias a volverse cercano a Lee TaeYong.

—Debiste quedarte un par de días más en casa —masculló con la mandíbula tensa y se acomodó un gorro de lana, no era la primera y estaba seguro de que no sería la última vez que el mayor le diría eso—, el clima no está para andar paseándose resfriados por las calles.

No debatió más con él, realmente le daba la razón y se aseguraría de no volver a repetir la hazaña, ir débil por el mundo no era una buena cosa cuando se es Qian Kun.

Estaban en sus veinte minutos libres entre clases, por lo que buscaron un lugar donde no les llegara viento, pero sí pudieran ver a las personas pasar. A Kun le gustaba observar a la gente, le gustaba ver sonrisas en sus rostro y se alegraba por ellas, fueran cuales fueran sus motivos para reír.

Un tipo alto y delgado llamó su atención, su rostro no le parecía conocido, pero lo había visto ir de grupo en grupo, probablemente haciendo encuestas o algo por el estilo, lo que no era raro estando dentro del campus. Con su afición a observar a las personas, Kun casi podía reconocer a todos los que tenían clases en esa área.

Más sorpresa aún le causó verlo acercarse a ellos.

—Hola —saludó con una reverencia exagerada y se presentó con un muy marcado acento extranjero, sorprendiéndolo a sobremanera—: Soy Wu ShiXun y soy estudiante de intercambio en Periodismo. Lamento molestarlos, pero estoy haciendo un par de encuestas a estudiantes extranjeros y me dijeron que uno de ustedes es chino. No es obligación, pero...

—Yo soy chino —dijo lentamente y miró a sus amigos.

TaeYong asintió.

—Algún día nos tocará a nosotros buscar muestras —miró a Johnny, que estaba concentrado en su celular y negó con la cabeza—. ¿Puedes ayudarlo, Kun?

—No tomará demasiado tiempo.

ShiXun, Kun conocía ese nombre.

Se sintió mareado cuando se levantó y TaeYong no dudó en sostenerlo, al igual que el rubio desconocido. Su amigo no tardó en volver a su retahíla del autocuidado y la preservación, palabras que Kun ignoró pidiéndole al alto alejarse un poco.

—Es un gusto conocerte en persona —dijo el rubio cuando estuvieron seguros de que los otros dos no podrían escucharlos—, Lay tiende a hablar de ti como si fueras su hermano pequeño y realmente podrías serlo.

—¿Por qué...? ¿Qué estás haciendo aquí? —quiso verse despreocupado, pero no pudo evitar que su voz saliera más aguda de lo normal, ¿por qué el compañero de Lay estaba ahí, en su universidad, disfrazado de estudiante?

—Estoy haciendo un par de cosas en la ciudad y quise venir a conocerte.

—¿Lay acosa de esta manera a todos sus clientes? —preguntó indignado y escuchó al mayor chasquear la lengua.

Rappelle toi que je vis [WinKun/KunWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora