Un Poco Insano [Adap] [Jikook]

s

"Estás llegando a tu límite
Dices que estás llegando a tu límite
Estás yendo por encima de tu límite "

Park Jimin se miraba en el espejo con reproche. Esas ojeras enmarcando, de forma poco atractiva, sus ojos y la palidez en su rostro, eran claras señales de las malas noches de insomnio que estaba padeciendo.

Se terminó de colocar su camisa algodonada, y revisó de nuevo su apariencia. Definitivamente debía comer mejor y tratar de dormir más. Su cuerpo lo pedía a gritos.

Emprendió rumbo a su trabajo en uno de los hospitales generales del distrito, por lo que mayormente pasaba ocupado, atendiendo emergencias o sencillos chequeos mensuales. Su gabacha la llevaba colgando del brazo, al dejar ordenadas sus cosas en su casillero personal se la puso. Saludando con una sonrisa a quien le saludaba, entró a su consultorio designado.

Oyó que tocaron la puerta, por lo que musitó un suave "adelante".

―Hola Jimin―dijo Somin, una enfermera poco más joven que él, sonriendo con unos expedientes en mano―. Acá están los que acaban de reportarse ―él asintió.― Te ves terrible.

―Gracias, justo lo que quería oír.

Ella rió.

― ¿Te gustaría un café o una acetaminofén?

―Santos remedios. Aunque para la gastritis no tanto... Si no es mucha molestia, Somin, sí, por favor.

Somin asintió, retirándose.

Y así comenzó su mañana, atendiendo algunos casos de resfriado común (nada fuera de lo usual dado la época en que se encontraban) y uno que otro chequeo nada más. Al terminar de recetar al último paciente y despedirse, se paró estirándose y bostezando.

Jimin, con los hombros tiesos de estar sentado casi 4 horas seguidas, tronó su cuello aligerando la rigidez. Sintió, de repente, su celular vibrar. Un mensaje.

"Hyung???"

Suspiró, revisando los mensajes anteriores que Jungkook le había enviado. Había pasado un par de días desde que casi había cruzado por completo aquella fina pero importante barrera que aún limitaba un poco su insana relación. Evitándolo cobardemente todos ese tiempo.

Y he ahí la razón de sus ojeras espantosas e insomnio. Al dormir, soñaba con lo que habían empezado ese día, y su subconsciente, no conforme de recordar las excitantes sensaciones, también lo martirizaba con imaginar el final intenso y placentero que hubiera tenido de no haber entrado en razón cuando Jungkook estaba a punto de llevar su pecaminosa boca a su miembro.

Se mordió el labio, su mandíbula tensa. Siguió leyendo distraídamente.

"¿Está bien?" "¿Hyung?" "Hoy saldremos con Yoongi"

" ya no te improto???", "hyung lo necessito, muhco", rió al notar que sin duda Jungkook escribió eso alcoholizado.

"Jimin quiero verte", apostaba que lo hizo adrede pensando que por no respetarlo él contestaría, ">:c ¿se quedó dormido?", "¡HYUNG!"

Sin más, tecleó un "Hola, sigo vivo... he estado ocupado, Kookie".

A los pocos segundos, Jungkook estaba respondiendo―: "¿Dónde está?"

"En el trabajo", escribió.

Cuando el menor no contestó más, dejó el celular en el escritorio. Jimin recostándose en el respaldar de la silla. No iría a almorzar, se quedaría durmiendo ese tiempo antes de tener otra tanda de consultas seguidas.