Las criaturas de la noche siempre están al acecho buscando nuestras debilidades, nuestros puntos ciegos, arrastrarte a las profundidades para que grites y supliques por tu vida ,pero habrá alguien que salga de las profundidades donde habitan estas c...
Sugerencia musical: I Say a Little Prayer- Diana Gameros y Los refugios Tiernos.
El contorno luminoso rojo del portal lleno los tres rostros, Abraham cruzó con temor y duda hacia el otro lado. Gabriel y Helena lo siguieron, el portal se cerró. Lo único que podían ver era la penumbra, en la cual se podía ver que se encontraban dentro de una formación rocosa natural.
Helena saco de su chaleco la misma piedra con la que mato a la sombra en la estación de metro, la acaricio levemente y acto seguido dio una enorme luz blanca. Avanzaron, Gabriel se acerco a una pared de piedra agrietndose en seguida, pequeños fragmentos caían dando paso a pequeños rayos de luz que hacían que a cada segundo se les mostrara una bella imagen de tonos verdes y cafés por los enormes arboles, la gran presencia del cian en las flores y un color naranja neon en lo que parecían un tipo de hongos. Detrás de ellos se abrió otro portal magenta, se podía ver una silueta femenina con halas en lugar de brazos que luego se transformo en una silueta femenina con vestido. Era Lucrecia, con un vestido color rosa con morado claro y fuerte, poco descubierto del frente, de las piernas y unas botas café largas con agujetas.
-Recibiste mi mensaje- decía Gabriel con una sonrisa de bienvenida- llegaste justo a tiempo.
-¿Para ver que es el primero de tu sangre que llega a este mundo?, si llegue justo a tiempo.
-Aquí falta un vigilante y al juzgar por el color de las flores casi es invierno.
-¿Es invierno, que es lo malo?- pregunto Abraham.
-Aquí los primeros dias de invierno son una oscuridad absoluta, la llamamos noche eterna. No importa si es de dia las nubes son tan densas que no dejan pasar la luz. La nieve no se derrite fácilmente y estamos obligados a permanecer en casa.Puede que por eso no este el vigilante, se hace una reunión con todos para cerrar las puertas del castillo. Debemos de apresurarnos.
Caminaron unos cuantos kilómetros, a los lejos se podía ver una ciudad que era protegida por muros de piedra, en una planicie con grandes rocas, rodeada de arboles extremadamente altos. En el interior al fondo había un enorme castillo que conectaba con otros tres y aparte muchas otras estructuras. Los cuatro se mostraron ante la enorme puerta de metal, Abraham se puso frente a ella viendo lo alta que era. Alguien en lo alto se asomó, no se le podía distinguir gracias al sol. La puerta se abrió lentamente con el sonido metálico del mecanismo.Gabriel tomo del hombro al chico, bajando sus elevados nervios. Podía ver en su rostro una expresión de felicidad.
La enorme puerta se abrió por completo. Al parecer el guardia que estaba en lo alto los recibió; un minotauro de piel café clara, con pelo café oscuro desde la coronilla de su cabeza hasta la nuca, tenia barba en toda la parte de la mandíbula y acababa en punta en la barbilla, cuernos color marfil, ojos blancos. Dejaba ver su fornido y musculoso cuerpo incluso sus torneadas piernas. De vestir llevaba lo que parecía un taparrabo color negro de piel con algún tipo de pelo animal, que era sostenido por un cinturón de metal con una piedra color azul muy vistosa en la parte del centro. Como arma portaba dos hachas con hoja recta.
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