Un drable o algo asi, no importa ¡enjoy!

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— ¿hey que haces?

Se acerca con la curiosidad propia de un niño que en realidad era, sus ojos verdes miraban fascinados el cuaderno repleto de borrones y trazos en desorden pero que en conjunto mostraban una gran máquina. Alfred a pesar de su corta edad tenía bien definido lo que haría cuando fuera mayor, lo indicaban los papeles llenos de dibujos regados por el piso, las partes de máquinas viejas ordenadas por tamaño en un rincón de su habitación, las bolas de papel acumuladas en un basurero al lado de su escritorio, los ojos verdes de María voltearon la vista hacia arriba al no obtener respuesta. Nadie lo sacaba de su estado de creación.

Con aburrimiento dio vueltas haciendo flotar su vestido color vino pero igual teniendo cuidado en evitar caer sobre algo, la habitación del rubio era estrecha y al estar llena de cosas era más difícil moverse entre el desorden. Alfred a una corta distancia suya no se da cuenta de los movimientos de ella y continúa dibujando sobre el papel.

Maria ya cansada de que no le prestara atención le da un golpe en la cabeza devolviéndolo a la realidad.

— What the!? Mary!

— es María, no vuelvas gringo todo lo que hablas

— okey... —rueda los ojos— ¿querías algo o..?

— que me prestes atención dije ¿que estás haciendo ahora? ¿Va a explotar otra vez?

— no va a explotar, tal vez... ¡hey que ni siquiera lo estoy construyendo!

Maria ríe ante la cara de "enojo" que traía el estadounidense y recoge del piso uno de los papeles.
"La sirve helados 3000" decía a un costado de la extraña máquina con una cuchara a un costado, según el joven inventor este aparato serviría para que la gente se ahorrará minutos valiosos de servir helado y pudiera jugar más tiempo, no dejaba de ser un niño. Le envidiaba a veces, su visión del mundo era más infantil que la propia y eso era una ventaja.

Para lo que María era un cuarto estrecho y sin espacio para Alfred era un lugar enorme para crear cosas, lo que para María era basura para Alfred eran materiales útiles, lo que María consideraba un orfanato cualquiera Alfred lo consideraba su hogar.
Ambos habían perdido a sus padres cuando eran más pequeños aún, los de él fallecieron en un incendio producto de una vela que prendió unas cortinas, los de ella cuando al emigrar a Estados Unidos fallecieron poco después por una rara enfermedad por inanición.

Al menos se tenían el uno al otro.

Fue suerte que Alfred se le acercara a la nueva en el orfanato que traía una flor en el cabello.

— está es mi mayor creación...

— ¿si?

— ¡sip! Ayudará a muchas personas que lo necesiten... es una máquina que permitirá respirar a aquellos que no pueden hacerlo por si mismo

— Wow —abre un poco más los ojos sorprendida— ¿de verdad?

— ¿recuerdas al castaño que falleció a los pocos días porque no podía respirar? — su voz suena un poco extraña— quiero evitar que pase otra vez

— eso es muy... lindo de tu parte

Por esto también le admiraba.

— ¡y cuando lo logre seré rico! ¡Mucha gente va a pedir más inventos! ¡Podría irme a Inglaterra y..! —sus brazos se habían elevado al compás de sus palabras como si con este movimiento pudiera alcanzar todos sus sueños— y... podré ayudar a mucha gente

— lo vas a lograr —entrelaza ambas manos detrás de su espalda y asiente con una sonrisa— dalo por hecho

— ¡y me casaré contigo!

— ¿¡que!?

— ¡así te puedo hacer mi socia! ¡Y podríamos viajar por el mundo y todo!

— no tú eres medio tonto no me casaría contigo, pero que de ser tu socia acepto, pero eso sí no entiendo esta cosa de máquinas y eso

— no hay problema ¿es un trato?

— es un trato

Un leve apretón de manos sella sus palabras, y sus ojos brillaron con emoción pensando en un futuro mejor.

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⏰ Last updated: Sep 02, 2018 ⏰

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Sueños 『 USAVene 』Where stories live. Discover now