P R Ó L O G O

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Nunca supe bien como es este mundo desde el otro lado, siempre me moví por lo que hacen y está claro que, aunque no es mi libro, quisiera dar todo mi apoyo y mi fuerza a mi gran hermano y amigo, a uno de los más grandes que, aunque se le oye poco se le siente fuerte.
Estoy tremendamente afortunado de representar a Raúl en éste, su libro, no veáis la suerte que tenéis los que lo conocen, poder empaparse de su ingenuidad, de sus risas, de su talento, a veces de su llanto, en definitiva de su persona... pero bueno, me pondré a ello:
No me gusta leer prólogos, imaginate escribirlos...
Intentaré hacer este pedacito de papel interesante, entrañable y no muy pesado, no quiero aburrirles.
Y ya por fin, no quiero rellenar estas hojas de poesía ni de poemas, no me gusta tacharme de poeta, no quiero. Me gustaría que acercarás tus oídos a estas páginas y así sabrás por lo que pasé, estoy pasando y posiblemente pasaré.
Casi iguales refleja la vida misma de un alma que divaga en varios mundos en tan sólo pequeñas horas, heridas quebradas en escondrijos nunca hallados.
Raúl necesitaba un abrazo cuando le conocí, ahora casi nueve años más tarde, necesita un prólogo, y yo, que aún sigo aprendiendo a decir que no, he de admitir que también quería aprovechar la oportunidad de dejar costancia de mi paso por esta historia, que no es otra que su vida. ¡Pero si no soy de leer muchos prólogos! Imaginate de escribirlo. Así pues por si acaso eres como yo, intentaré decir lo mucho que me gustaría en poco espacio:
Me gusta escuchar donde la gente oye, y me gusta ver donde la gente mira. Me comparan mucho con Raúl y creo que en ese aspecto somos casi iguales, pero por encima de todo eso, me gusta conocer a gente que hace lo mismo. Es por eso, que he intentado ser ese primer lector que merece esta obra y estar a su altura. Ojalá no sea el único y tú, querido amigo, sepas ponerte a un lado mientras dejas la puerta abierta para que pueda pasar el escritor.
Él habla mucho de la luna y todo tiene su explicación; en los poemas, Raúl, iguala tres temas imprescindibles: el amor, la noche y la soledad y una de las cosas que tienen en común es la luna, ya bien por el amor que desprende, por la noche solitaria y el desenfreno que puede tener, pero también habla de estrellas fugaces y no puedo evitar preguntarme si será consciente de ser una. Gracias por enseñarnos como puede llegar a amar quien aún no está seguro de hacerlo, en este siglo donde importa más un hashtag que lo que ya se me había olvidado y me has recordado.
Como persona me enamora cada día más y como amigo vivo enamorado hasta las trancas, a veces no sé si soy consciente de tener a un gran genio de las letras en mi mundo.
No quiero más mares infinitos, me encantaría saber que hay después de una lagrima que revive los momentos más amargos y felices, no me gusta verme al espejo por la mañana, complejos que nunca me los quitaré, no quiero más rosas, ni quiero más sospresas, no quiero un adios, pero quizás si un hasta luego,no quiero ni risas ni lágrimas, quiero una vida para vivirla y vivir lo que venga. Esas son las palabras con las que le conocí, y bueno,no quiero aburrir más, me cansé de escribir, normal, no soy escritor,ya me gustaría...
Bueno, en definitiva, te presento a Raúl Jiménez, en negrita, un Raúl como nunca,antes habías conocido ni tú ni yo,ni los terceros aludidos en sus textos. Atento, porque éste es probablemente el mejor libro suyo que nunca verás. Al menos, desde luego, el más transparente y sincero.
Ojalá me equivoque para el día en el que quiebre el corazón y el antes la de él, lloramos para ser fuertes y a la vez mostramos a la vida nuestro lado más sensible, el dolor esta acompañado de la felicidad, aunque suene contradictorio.
Ojalá este día hubiese llegado mucho antes,instantes que en milésimas de segundos ni se aprecian.
Acuérdate de mi, el porcentaje me da igual, siento que este es el prólogo más largo que te han dedicado y que han dedicado a toda una vida, pero lo merece, a si es la vida, con sorpresas que no todas me gustan pero que agradan.
Cóseme las manos y pararé de escribir, no quiero más de lo que tú mismo puedes hacer, te deseo toda la suerte del mundo.
Se sube el telón, que entre el extremeño...

JOAN MANEL SÁNCHEZ

CASI IGUALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora