Ahí estaba yo, platicando con mi amiga del trabajo... justificando el porque me dolía mi oido, pero vaya, era no era tonta, ella sabia que me había pasado pero yo no podía decirle... No, hasta que me vio salir del baño empapada en llanto, ahí supo ella con tan solo mirarme que habías sido tu.
¿Te acuerdas de ese día? Estabas tan enojado por cosas que te imaginabas, y por cosas que te dijeron mal intencionadas, que no había nada que pudiera controlarte, ni mis abrazos, ni mis besos, ni mis palabras, ni mucho menos mis lágrimas.
Te permití me dijeras "mentirosa, eres una puta, eres una cobarde, que bueno que se murió tu mamá, que bueno que nadie te quiere, no vales nada hija de...", si lo recuerdo, recuerdo muy bien el coraje en tu mirada y yo ahí tirada en un rincón de la recamara, esperando que por favor te controlaras, diciéndote "perdoname amor" por algo que ni si quiera sabia si era cierto o no, porque, no sabía bien de lo que hablabas, porque quizás solo te dije una mentira piadosa, la cual tu construiste un muro enorme de mentiras, ahí estaba yo con el alma destrozada, porque me habías metido una bofetada que le costó a mis oídos.
¿Que paso después de ahí? quizás me hiciste el amor mejor que nunca Nicolás, y tal vez yo me sentía mejor, pero cada día al despertar y ver esos moretones en los brazos, en tener que usar suéter en época de verano, y no poder justificar el porque en el trabajo y en la escuela, mas que con: "El sol me saca ronchas" cuando todo mundo sabía me gustaba andar en vestido bien liberal, para no sentir calor... solo un tonto me creería mis justificaciones.
Mentí por ti una y otra vez, te defendí ante mi familia, ante mis amigos, ante aquel ex amor te defendí, cuando sabía ellos tenían razón, sabía que podías volver a intentarlo y quizás no podría salir de ello, pero te amaba, vaya que te amaba, y por eso no me fui de ti.
¡Que pendeja soy! Confíe en ti, y te perdone cada una de tus palabras y cada uno de tus golpes...
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Razones por las cuales no me mereces.
Cerita PendekNicolás fue solo el comienzo, del principio del fin de mi vida. o eso creí.